“Redes de organizaciones sociales en la construcción de alternativas en la Sociedad de la Información. La experiencia de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe.” Doctoranda: Ana Laura Rivoir.
Informe del Seminario Interdisciplinar sobre la Sociedad de la Información. (Prof. Manuel Castells.Programa de Doctorado sobre Gobernabilidad en la Sociedad de la Información Universitat Oberta de Catalunya.)
Debido a su extensión, ofrecemos un extracto de comienzo y final. Los interesados en el trabajo pueden enviarnos su solicitud para redirigirla a la autora.
RESUMEN
Se ha constituido una nueva estratificación social en base a las posibilidades de “movilidad” del individuo. Los más poderosos son aquellos que tienen mucha movilidad y acceso a las nuevas tecnologías de la información – los “turistas” - Se trata de un modelo excluyente, existiendo otro tipo de sujetos que son los que no acceden a está movilidad –los vagabundos- y quedan atascados a su localidad. Existen organizaciones sociales de reflexión-acción a nivel global y local que buscan modificar esta situación algunas desde trincheras de resistencia y otras a través de identidades proyecto. En este articulo se indaga sobre la organización en red que permiten a través de la conexión global-local, la transición de una identidad de resistencia a una de proyecto y como Internet forma parte de este proceso. Para ello se estudia el caso de la Repem, red de organizaciones que ha logrado una permanencia tanto a nivel global como local y que refleja una novedosa conexión global/local, cambios organizativos y utilización de Internet.
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CONCLUSIONES
En este artículo buscamos responder a ciertas preguntas teóricas y empíricas a través del estudio de caso de una red de organizaciones, la Repem. Sosteníamos que la organización en red es la que permite la conexión local - global mediante la utilización de Internet y que esta a su vez, induce a la articulación local/global que conlleva el paso de una conciencia de resistencia a otra de proyecto.
Observamos que la reestructura organizacional de la Repem y la innovación en la tecnología de las comunicaciones son procesos que forman parte de un mismo fenómeno: el pasaje de una organización de carácter jerárquico-piramidal a una en red. La transformación de la organización se llevó a cabo en simultáneo con la incorporación de nuevas estrategias comunicacionales que a su vez incorporaban las nuevas tecnologías, en particular Internet. La dinámica del proceso de cambio fue de influencia mutua y recursivo. En la medida que se procesaron los cambios organizacionales y se incorporaba Internet, esta incorporación generaban nuevas transformaciones comunicacionales que volvían a modificar la dinámica organizacional, lo que volvía a modificar y profundizar el pasaje de la organización anterior a la organización en red.
Esta transformación tecno-organizacional se caracterizó por la apertura del grupo fundador de la organización, consolidando una red abierta. El pasaje de una organización basada en lazos fuertes constituyendo una red cerrada se transformó en una red de Ong caracterizada por el progresivo aumento de los lazos débiles y la complejización. El pasaje de una organización fuertemente centralizada a una descentralizada encuentra sustento y estímulo en la transición de la base presencial de las relaciones a la virtual. Esto se refleja en la utilización de Internet, básicamente el correo electrónico - para las comunicaciones internas, para las comunicaciones inter – organizacionales y para la conexión con el ámbito global. La complejización de la organización en red se evidencia también por el aumento progresivo de flujos de información. Distintas estrategias y actividades de la Repem dan cuenta de ello: a) el rol informativo y articulador del Boletín; b) la trascendencia de los Seminarios Virtuales que constituyen verdaderos hitos de reflexión/acción, de conexión global/local, de construcción de agenda y de la discusión política interna. La utilización de Internet induce al aumento de la velocidad e inclusividad con la que se toman las decisiones en distintos niveles. Las reuniones on–line del Comité Directivo son un indicador significativo.
Hemos corroborado cómo estos cambios han mejorado la integración global/local y ubicamos a la Repem en lo que llamamos un nivel meso, que es el que cumple el rol articulador entre lo global y lo local. A partir del flujo de información, de la articulación de actividades globales con las instancias locales, de la transmisión de las experiencias locales a los ámbitos globales, es que la organización ha creado una dinámica que basada en su estructura red funciona en forma continua. Se trata de la construcción de mecanismos de conexión permanente entre lo local y lo global, recurriendo a actividades y recursos diversos. Esto permite mantener viva la red, influir sobre procesos globales y transformar las realidades locales a través de la apertura informativa y cultural que esta conexión les provoca. En este sentido, los esfuerzos se dirigen en tres dimensiones: a) los aspectos de contenido y de agenda, b) la vinculación con el entorno y el aprovechamiento de los recursos existentes y c) la importancia de la complejización progresiva de la red a través del aumento de los vínculos.
Si bien este nivel meso adquiere cierta autonomía no se despega totalmente de las bases de la red, no se transforma en un “cascarón” vacío, o “grupo de amigas”. Hay un cuidado especial dirigido a no conformar una nueva clase de “turistas” de la que nos habla Bauman. Por el contrario, hay en esta conexión lograda ente lo global y lo local, una búsqueda intencional y una consolidación de la movilidad. La red “deslocaliza” y permite la movilidad a través de la información, la reflexión/acción inter – local y la construcción de un proyecto incluyente y diverso. Facilita la “movilidad de los excluidos” tanto a través de la presencia de sus intereses en los ámbitos globales como espacial y virtualmente.
Esto no se lleva a cabo sin dificultades debido a diversos motivos y limitaciones – de recursos, infraestructura, tiempos, etc. -. Sin embargo, una tensión global- local es permanente e inevitable en dos aspectos centrales. Por un lado, la velocidad de las decisiones a nivel global resultan incompatibles con los tiempos de “lo local”. Por otro lado, la misma diversidad, característica de la progresiva apertura de la red y de las Ongs, constituye un elemento que presenta dificultades en el trabajo. La diversidad a la vez que es un factor fomentado desde la organización y enriquece la red, se transforma en una cuestión difícil de resolver en términos de representatividad en las diferentes instancias. De todas formas, estos esfuerzos parecen ver sus frutos en contrarrestando el proceso “localizador” de la estratificación social contemporánea según Bauman. Este estaría asociado más a redes cerradas y entre iguales, constitutivas de una fragmentación social a nivel local y este proceso de reticulación inclusiva lo estaría contrarrestando.
El éxito en esta transformación no se puede reducir a su base tecnológica y mero cambio de estructura organizacional, sino que aparecen otros componentes relativos a aspectos de contenido de las relaciones. El sentido de pertenencia así como una nueva cultura organizacional resultan dos componentes importantes. El primero encuentra sus bases en los elementos convocantes de la misión. No obstante, esto no es suficiente para conformar dicha identidad colectiva, sino que se suman otros valores como son el compromiso con los excluidos y los sectores populares, el predominio de la relación entre iguales al interior de la red, los beneficios o el reconocimiento que esta otorga y el “sentirse acompañado”. La “nueva cultura organizacional” se vincula a alguno de estos aspectos ya que implica la transparencia en las decisiones y en el procedimiento, la reciprocidad en los intercambios de beneficios y responsabilidades, y la articulación de estrategias individuales y colectivas.
Esta dinámica no está ajena a las acciones intencionales de los integrantes de la red y en particular de las personas que la lideran ya que debe haber una intención política y un trabajo específico dirigido a fomentar la apertura de la red y conciliarla con procedimientos transparentes para regular las estrategias personales. Esto implica ceder ciertos espacios de poder al interior de la organización y compartir los privilegios y beneficios. Para ello es necesario conjugar la apertura de la red o amplificación y densificación de los vínculos con la definición y focalización de objetivos. Esto se implementa en la Repem centrando la organización en los aspectos temáticos y de valores que incluye la misión de la red.
Este proceso se ha llevado a cabo mediante la introducción de mecanismos y procedimientos escritos y acordados (cambio en las comunicaciones y la introducción de la planificación estratégica). Estos mecanismos son flexibles en la forma de su implementación pero rigurosos en su cumplimiento. Como en otras redes, predomina la consolidación de nuevas prácticas frente la formalización o reglamentación de la relaciones. Estos elementos se relacionan al Tercer Sistema de Valores que plantea Villasante. Hay una construcción desde lo sustantivo y conceptual pero también desde las nuevas prácticas y formas de actuar, desde una nueva cultura organizacional, ética, responsable, democrática, participativa, horizontal, plural, flexible y que fomenta la “movilidad”.
Un elemento discutido en este artículo es que para las Ongs socias la conexión global/local ha significado un cambio hacia la identidad proyecto que se ha reflejado en su accionar. Este aspecto resulta más difícil de confirmar. Si bien a través de las prácticas y actividades se confirma un fuerte componente propositivo resulta insuficiente la información recabada para afirmar que constituye un componente identitario. La influencia del feminismo en la Red ha introducido, sin lugar a dudas, cierta tendencia propositiva y de búsqueda de incidencia en las redes globales de poder y es posible visualizar un peso mayor de una identidad proyecto aunque no necesariamente como transición desde un predominio de una identidad resistencia anterior.
No podemos afirmar que exista una relación lineal entre la identidad y el nivel global o local. La inserción a nivel global de la red ha sido a partir de una actividad propositiva a la vez que ha contenido elementos reivindicativos, y de resistencia frente a corrientes dominantes en ese ámbito. Más bien lo que descubrimos en este caso es que el proceso tecno - organizacional de constitución de la organización – red ha producido una dinámica que induce la recursividad de la relación local–global–local .... Esto impide la consolidación de comunidades de resistencia. Vale decir, el acceso a la información, la inclusión de temas del otro ámbito (local o global) en la agenda, el debate conceptual y desde la práctica, las demandas hacia elaboraciones propositivas así como el aumento de la diversidad en los contenidos de los intercambios, constituyen factores que interpelan permanentemente el “refugio en lo comunitario”. Desde el análisis de las redes se trata de un proceso en el que la apertura y el aumento de los lazos débiles nutre las redes y las densifica y se produce una tendencia opuesta al cierre de la misma en torno a lazos fuertes y por ende fortalecedores de una identidad autoreferenciada de un colectivo reducido. La mencionada apertura se refiere no sólo a lo informativo, sino que tiene componentes de intercambio interinstitucional en torno a iniciativas y prácticas concretas, tanto a nivel global como local.
Como afirma Castells, esto es viable gracias a la existencia de Internet como base tecnológica de la conexión local – global. La evidencia de esta investigación nos indica que no es ajustado asociar las distintas identidades con el ámbito – global o local - en el que se desarrollan. Sino que esta interacción local – global constituye una nueva realidad identitaria que sólo es posible por la existencia de dicha herramienta tecnológica. La pertenencia a una red entra en contradicción con la constitución de comunidades de resistencia en tanto redes cerradas y nucleadas únicamente en torno a valores. La información que entra por la red interpela los discursos cerrados ya que la dinámica de la red “abre” el discurso local y constituye una interacción que también nutre a “lo global”. Contrariamente, si la red no logra contemplar lo local o las identidades de resistencia, se aleja y pierde la base y el insumo para la construcción del proyecto. Esto repercute sobre lo local que continúa su proceso de fragmentación. En definitiva, la nueva realidad tecno – organizacional de estas organizaciones sociales no se limita a articular proyectos alternativos que surgen en lo local sino que genera un producto identitario nuevo. Este se construye a través de la articulación de la diversidad de sentidos, creando una meta–identidad nucleadora.-
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