Esa banda ancha (¿Y ajena?) Parte IV

Esa banda ancha (¿Y ajena?) Parte IV.
Gonzalo Perera

1. De brechas que se achican y otras patrañas.

Esta cuarta parte se centra en los aspectos sociales de la Banda Ancha y específicamente en la dinámica de Inclusión-Exclusión Social.

Imposible comenzar este tema sin hacer alusión a la tan mentada "Brecha Digital"
( o fractura digital, o estratificación digital, o términos similares). Concretamente, se habla de las diversas separaciones en capacidades y condiciones de acceso a las tecnologías propias a la Sociedad de la Información ( Computadoras, conexión a Internet) que existen tanto entre países como al interior de los Estados-Nación.

En estas separaciones de capacidades y potenciales tecnológicos, inciden diversos factores entre los cuales el estelar es el desarrollo socio-económico. Así, la relación de internautas en los países desarrolados vs. los de los países subdesarrollados, en números absolutos (no relativizados a los tamaños poblaciones), guarda una relación de casi 5 a 1.
Pero la misma relación (insisto, en números absolutos), entre los internautas de USA y Europa vs. los de Africa es de 100 a 1. Y esto sin tomar en cuenta las diferencias calidad de los servicios de acceso a Internet, por cierto.

Sin embargo, hay otros factores, como el generacional. La propensión al uso de las nuevas tecnologías es mucho mayor entre los nativos digitales ( los jóvenes que nacieron en un mundo donde Internet, computadora, celular,etc., son expresiones cotidianas) que entre quienes pertenecemos a generaciones anteriores, que sólo adultos accedimos al conocimiento de estas tecnológías. No nos vayamos muy lejos: un estudio de campo realizado por nuestro IPES en diciembre del año 2009 muestra, a partir de un Indice de Digitalización que pondera el uso y conocimiento de diversas herramientas, que el uso y familiaridad con las tecnologías actuales entre los estudiantes de tercer y cuarto año de liceo duplica al de sus profesores y padres, mientras que entre estos últimos hay una muy pequeña diferencia a favor de los profesores. Sin embargo, todo indica que en materia tecnológica, más vale viejo y rico que joven y pobre, y las diferencias debidas al factor generacional son de mucho menor a las observadas en el párrafo precedente, de origen socio-económico.

La literatura en la materia de los diversos organismos internacionales que se han interesado en el tema, seguramente de forma bien interesada, es de una candidez conmovedora. Se desarrollan innumerables estrategias para la reducción de la brecha digital, esto es, para que el 100 a 1 de la metrópoli vs Africa devenga en un mucho más digno 10 a 1, al cabo de diez años, por ejemplo. No oculto el dejo irónico sobre las metas trazadas al respecto, pero en realidad la discrepancia es bastante mayor.

Lisa y llanamente no creo que sea posible reducir la brecha digital. Bien por el contrario, mientras el sistema económico hegemónico no sufra modificaciones radicales, la brecha digital continuará aumentando constantemente. Por lo cual, trazar X o Y meta, en realidad tanto da, ninguna se alcanzará. En cambio, la lucha que tiene sentido plantear- aun bajo el actual sistema económico- es el de aumentar la inclusión digital en las clases populares. Uno y otro objetivo (reducir la brecha digital e incluír a los más postergados) pueden "sonar parecido", pero son absolutamente diferentes y ambos merecen fundamentarse allí vamos.

2. El impacto social de las Revoluciones Tecnológicas.

Hasta el presente, y muy particularmente desde la imposición del capitalismo como sistema hegemónico a nivel global, toda revolución tecnológica impacta sobre la sociedad siguiendo un patrón muy firme, basado en dos pilares:

A) En promedio, la sociedad avanza hacia mejores condiciones de vida tras cada revolución tecnológica.

B) Sin embargo, la diferencia entre los más poderosos y los más pobres se agudiza tras cada revolución tecnológica.

Si se toma en cuenta que no existe el ser humano promedio y en cambio sí existen los seres humanos ricos y pobres, y que la proporción de población pobre (o incluso indigente) a nivel global, no disminuye a un ritmo significativo ( y en algunas regiones, aumenta), nos damos cuenta que el avance promedial no es una gran noticia. Es en todo caso la consecuencia del inmenso avance en condiciones de vida que experimentan los más privilegiados, que al promediarse con muchos pequeños avances y muchísimos que nada avanzan o retroceden, nos da un promedio de progreso de magnitud moderada pero apreciable.


Vamos a ilustrar este punto un poco mejor. Comencemos por un ejemplo bien sencillo. Situémonos antes del surgimiento del automotor, que significó una gigantesca revolución industrial, cultural, en el transporte y movilidad poblacional, etc. Preguntémonos que vehículo utilizaban los habitantes pobres de cualquier urbe del mundo para desplazarse.
Incustesionablemente, el viejo y querido "11": sus propios pies. Al mismo tiempo, los ricos viajaban elegantemente en volanta, o algún otro vehículo de tracción animal, debidamente conducidos por algún conductor.

Caricaturizando un poco, podríamos decir que un 90% de la población viajaba a pie y un 10% en volanta.

Fijando, de manera bastante grosera, en 20 km/h la velocidad promedio de la volanta y 5 km/h la de la caminata, tendriamos que la velocidad promedio de transporte en esta sociedad era de:

VT= 0,90x5+0.10x20= 6,5 km/h.

Mientras tanto la brecha de transporte en esta sociedad, esto es la diferencia entre el que va más rápido y el que va más lento era de:

BT= 20-5= 15 km/h.

Ubiquémonos en una sociedad como la contemporánea. En cualquier urbe del mundo medianamente desarrollado que admita vías rápidas de circulación, nos vamos a encontrar un panorama como el siguiente: un 5% de la población se pase en una Ferrari o un BMW o un Volvo de último modelo. Digamos, para fijar ideas, que estas potentes máquinas permiten acceder a una velocidad promedio de circulación de 80 km/h. El 40% de la población se moviliza en autos con algunos años de uso, de marcas no necesariamente envidiables, pero tiene su autito y puede movilizarse, digamos, a un promedio de 40 km/h.
Un 45% de la población no tiene su autito pero accede al transporte colectivo (digamos al bus) y se moviliza a 20 km/h promedialmente. Finalmente un 10% de la población no puede acceder siquiera al transporte colectivo, sigue dependiendo de su vigorosa caminata, a 5 km/h de velocidad promedio.

En esta sociedad contemporánea, tendremos que la velocidad promedio de transporte es:

VT=0,05x80 + 0,40x40+0,45x20+0,10x5= 29,5 km/h

por lo cual la tasa de aumento de la velocidad promedial de transporte es de 29,5/6,5=4,54.

Sin embargo la brecha de transporte es de:

BT= 80-5=75 km/h

por lo cual la brecha de transporte no sólo no se redujo sino que aumentó cinco veces.

Asi, en este ejemplo- caricatural pero ilustrativo- mientras las condiciones promedio de transporte mejoraron algo más cuatro veces y media, la brecha entre las mejores y las peores condiciones se amplificó 5 veces. La sitaución real, de impacto social de cualqier revolución tecnológica, sigue un patrón similar, aunque de manera quizás más espectacular.

En efecto, a partir de un índice de digitalización similar al del mencionado estudio realizado por el IPES, el estudio histórico de 7 países de América Latina y el Caribe conduce a las siguientes curvas para caracterizar la evolución de las capacidades digitales del decil más pobre (10% más pobre de la sociedad), del decil más rico (10% más rico de la sociedad) y del promedio de toda la sociedad en la última década. Sin entrar en la descripción precisa del índice, retengamos que un índice igual a uno representa un total y completo aprovechamiento de la mejor tecnología disponible en cada época y que un índice igual cero representa la más absoluta enajenación de dichas tecnologías

La siguiente gráfica expone esta comparación, en la cual se observa, que pese a no ser estrictamente lineal, el decil más pobre nunca accede a más del 1.6% de la tecnologia, el disponible, el decil más rico crece desde el 12,5% al 80% de aprovechamiento tecnológico, mientras que, en promedio, las sociedades estudiadas, con alguna oscilación, crece desde un 6,25% hasta un 20%.

VER evoluciontecnologica,jpeg

Si se evalúa entonces el promedio de apropiación tecnológica y la brecha digital entre los más ricos y mas pobres, se obtienen las siguientes curvas:

VER promediobrecha.jpeg

Se observa aquí que mientras el promedio varía desde un 6.25% de la tecnología disponible hasta un 20% de la misma, la brecha digital entre los deciles extremos, varía desde un 12% hasta un 80% de la tecnología disponible.

Finalmente, la próxima gráfica muestra el "ratio" ( manera pedante y academicista de llamar a un vulgar cociente o división) entre la brecha tecnológica y el promedio de su asimilación.

VER brechasobrepromedio. jpeg

Allí se observa que, no obstante las oscilaciones (muy ligadas a la hecatombe argentina del 2001), la variación de dicho cociente va desde menos de 2 al comienzo de la década de referencia, hasta casi cuatro al final de la misma.

Consecuentemente, al cabo de una década, la brecha tecnológica se amplía al doble de lo que crece el promedio de evolución tecnológica.

En última instancia, esperamos haber argumentado de manera verosímil el siguiente juicio: "Dejémonos de romanticismos: la brecha digital no sólo no se reduce. sino que, de manera persistente se amplía muy por encima de la evolución promedial de la sociedad".

3. La inclusión tecnológica. ¿Es lo mismo Cardales, Ceibal o Internet en cada casa?

Si luchar por la disminución de la brecha tecnológica es una quimera y/o superchería, el aumento de la inclusión digital es una tarea prefectamente posible y absolutamente impostergable.

Así, es, a nuestro modesto juicio, completamente absurdo sostener que el Plan CEIBAL redujo la brecha digital. Los recurosos tecnológicos con los que cuenta un chiquilín del residencial barrio de Carrasco y uno del hermoso pueblo cofundado por mis ancestros tan catalanes como maternos (Castilos, Rocha) son abismalmente diferentes, pese al CEIBAL. ¿Para qué sirvió entonces, en términos societarios, CEIBAL? Para incluír. Pus muchos niños de Castillos, o Tranqueras, o Ismael Cortinas, o Coloni Lavalleja, NO accedían a Internet y sus posibilidades y ahora acceden. Sus condiciones de acceso JAMAS seran comparbles a las de los hijos de la alta burguesía, salvo que medie un cambio radical en la estructura productiva y económica. ¡Pero entre estar y no estar, vaya si hay diferencia!

Ergo, de permanecer bajo los códigos de una economía capitalista, aún debidamente atemperada por un gobierno con amplia sensibiidad social como lo fue el primer gobierno del Frente Amplio, no habrá disminución de brecha digital, sino que, si se hacen bien las tareas, aumento de la inclusión digital. Lo cual constituye un avance significativo, por cierto.

Si se desea reducir la brecha digital, no es posible encontrar un atajo que eluda el afectar la matriz misma de la economía societaria. que se oponga de manera bastante frontal a las reglas básicas (y vaya si duras) del capitalismo. No me gusta pregonar el facilismo ni el pensamiento mágico. Es difícil llegar al segundo escalón sino se pasa por el primero. Y si, para el momento ACTUAL (responsabilidad y desvelo del gobernante) no hay manera de eludir las reglas básicas de la economía capitalista, pues entonces la inclusión ha de ser la obsesión. Y si, de la mano de la diversas formas de las empresas de propiedad social, o de la macro regulación estatal comprometida y activa se gesta, paso a paso, una economía que merezca ser distinguida del capitalismo (maquillado de ocasión, a lo sumo), entonces la inclusión debe potenciarse y buscar, a fuerza de excelencia, disminuír las distancias clasistas. Otro relato, solo merece culminarse con un firme "colorin, colrado". E muito pior aínda, dijera el Gran Lula, los Reyes son los padres y punto.


Es evidente que, en clave de inclusión, eventualmente con línea melódica progresistas y armonía reductora de los contrastes, mucha nobles piezas pueden ser compuestas.


Concretamente, hay tres opciones que se postulan por sí solas tres grandes conmociones del panorama digital, todas de carácter inclusivo y de diversa vigencia.

a) El Plan CEIBAL
b) Interner para todos
c) El Plan Cardales.


Entendemos que es hora de explicitar nuestra posición respecto a estos tres puntos.


a) El Plan CEIBAL. Un gran quijotada de la administracion Vázquez, con gran gestor en el LATUa y esencial soporte (Negroponte dixit) en ANTEL, proveedor de conectividad, este programa de CONECTIVIDAD EDUCATIVA, constituye una fase instrumental cualitativamente superior del proceso educativo.

b) Internet para todos, Encomiable lema, lanzado por nuestro Presidente Mujica y otros, sólo puede ser apludido y bienvenido: cada casa uruguaya con Internet. Pero es nuestro deber analizarlo a fondo. Y en tal sentido, cabe señalar que . no constituye innovación ( una veintena de países tienen en macha programas de Internet para todos) ni modifica la estrictira formativa/productiva del país, pese a que requiere sustantivas inversiones en la capacidad de la red de transporte ( por ejemplo, la columna vertebral de la red de ANTEL, constituída por enlaces de fibra ópticaI). Tras el Plan CEIBAL, por otra parte, este lema, si bien constituye - insisto- un encomiable y compartible objetivo no parece tener un impacto comparable.


c) Plan Cardales. ¿Qué puede decir uno del Plan Cardales? Si tal plan, con tal nombre, ha de morir para gestar mejor y más profundo plan, bievenido sea. NO se trata de aferrarse a un proyecto determinado o empecinarse, pero merece repasarse los pilares de la versión inicial de este plan. Pero básicamente, requiriendo inversiones no mucho mayores a las requeridas por llevar Internet a todos los hogares, lleva a todos los hogares un producto muy superior tecnológicamente y que internacionalmente constituye un artículo de lujo. Hacer de todos lo que hasta ahora es un lujjo para élites, es realmente innovar y desde la banda zurda de la cancha. Merece entonces analizarse con detenimiento la suerte que ha corrido y quizás correrá este plan.

4. El Plan Cardales. ¿Que és? ¿Por qué "se complicó"? ¿Murió?.

Principio quieren las cosas. En la jerga técnica se denomina "triple play"

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