Acerca de las TIC para el desarrollo

Acerca de las TIC para el desarrollo: concepciones y políticas en ALC.
Por Ana Rivoir

La reflexión sobre la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) en América Latina y específicamente, la relación entre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el desarrollo, se enmarca en un debate más amplio acerca de los cambios experimentados por las sociedades contemporáneas en el siglo pasado. Los procesos desencadenados, los proyectos de desarrollo en juego, las estrategias y la relación de poder entre los distintos actores en juego, derivan en que se consolida un paradigma que presenta e impulsa a la SIC como una nueva modernización. Consolida supuestos que sustentan teorías y fundamentan visiones acerca de las TIC y su rol en el desarrollo de las personas y las sociedades pues como señala Mattelart: “Las creencias de las que la noción de SI es portadora desencadenan fuerzas simbólicas que impulsan a actuar, a la vez que permiten actuar en un determinado sentido y no en otro.” (Mattelart, 2002, p.12)

Es evidente que las tecnologías de la información y la comunicación abren oportunidades para el desarrollo a través de su utilización. También lo es que su acceso no es igualitario y que se han generado nuevas desigualdades a partir de su existencia. Que sean beneficiosas para el desarrollo no es espontáneo, directo, ni inmediato, sino que se requiere de acciones expresas orientadas a ese fin.

América Latina está transitando un momento histórico de cambios políticos y transformaciones sociales. Las políticas están siendo revisadas y esto constituye un contexto adecuado para la actualización de viejas prácticas y para la innovación. La evidencia de que las políticas para la SIC hasta ahora implementadas, han tenido limitada incidencia en los procesos de desarrollo, es uno de los aspectos centrales a considerar. Se sostiene en este artículo que uno de los motivos de este fracaso es que es que las políticas y acciones implementadas se han inspirado en el paradigma dominante de la sociedad de la información que se orienta por valores y prioridades que no coinciden con las del desarrollo de estas sociedades.

En este artículo se desarrollarán los elementos que componen esta problemática focalizándose el debate sobre las estrategias, así como en algunas sugerencias y conclusiones que se derivan de la incipiente investigación en la temática en América Latina.

Desarrollo en la Sociedad de la Información y el Conocimiento

En el contexto de la SIC se generan nuevas posibilidades de desarrollo y también nuevas desigualdades. Los distintos indicadores dan cuenta de que América Latina está en situación de desventaja en la SIC por la dinámica y estructura del sistema mundial y por los modelos de desarrollo y políticas implementados. De hecho varios autores fundamentan que en los países subdesarrollados las TIC tienden a aumentar la desigualdad pues su impacto sobre la economía es diferente a la de los países desarrollados. Los primeros en innovar obtienen los mejores beneficios, es más barata y fácil la infraestructura en áreas urbanas, los empleos TIC requieren de mano de obra especializada con la que no se cuenta en los países subdesarrollados, como de estructuras de seguridad social que le permitan amortiguar los cambios. (Proenza, 2002)

Los países latinoamericanos tienen muchos problemas en dimensiones trascendentes para el desarrollo en la SIC. Las dificultades en términos de educación, de procesos de construcción de institucionalidad y construcción democrática, dependencia económica, sistema productivo débil, etc. Sin embargo, la importancia de las TIC para el desarrollo es tan importante como en otro momento fue la energía eléctrica. (Castells, 2005; PNUD, 2005; Calderón, 2003) Según Castells la globalización sin industrialización condujo a América Latina a la dependencia. En la medida que haya globalización sin desarrollo informacional o informacionalismo, habrá más exclusión y falta de sustentabilidad económica y ambiental. Sostiene que: “Cuanto más se agota la base de acumulación global de un país determinado, más se concentran los recursos de este países en el pequeño sector globalizado, en la élite política y sus círculos de apoyo, con lo cual se achica su base social y se incrementan las oportunidades de corrupción política.” (Calderón, 2005, p. 343)

Han surgido un sinnúmero de teorías “proféticas” y “apologéticas” que exacerban los beneficios de las TIC y que presentan a la SIC como homogénea, en la cual mediante la extensión de las TIC se disfrutará del bienestar y el desarrollo social. Este discurso es el que se conforma como dominante y justifica un proyecto de desarrollo que expresa una ola modernizadora. Una concepción con fuertes tendencias homogeneizantes, progresivas y lineales de los procesos, e idénticas para todas las sociedades independientemente de su características específicas -ubicación estructura socio-económica, geográfica, cultura, actores, etc. -. Se identifica con el proyecto de desarrollo de los países ricos que legitima la competitividad y la hegemonía mundial de estos en los sectores de punta del desarrollo tecnológico. (Dubois y Cortés, 2005)

Este enfoque tecnológico dominante sostiene que el acceso universal e ilimitado de la información permitirá la construcción de sociedades más justas e igualitarias. Desde esta perspectiva la tecnología puede ser aplicada en cualquier contexto social o histórico y la innovación tecnológica es el motor de cambio social que forma parte de un modelo de progreso y desarrollo universales. Las TIC aparecen en el centro de este modelo tecnocrático, como un modelo de desarrollo universal hegemónico. Algunos de los principios de este paradigma son: las telecomunicaciones benefician a la sociedad y a la economía; las tic mejoran la relación costo –beneficio en el conjunto de la producción social; el desarrollo de las TIC y la universalización del conocimiento mejoran la distribución y el acceso a la información y por lo tanto a los beneficios económicos; su aplicación facilita el cambio social y mejores condiciones de vida. (Cortés y Dubois, 2005)

Si bien este discurso hegemónico tiende a presentar la SIC como modelo único de desarrollo, existen distintas sociedades de la información y el conocimiento. (Muriel, 2005) En el ámbito académico está siendo fuertemente discutida y criticada una visión simplificadora, economicista y reduccionista, debido fundamentalmente a que no se constatan mejoras en la calidad de vida de la población ni contribuciones evidentes al desarrollo.

Tampoco cabe identificar las TIC con las causas y desigualdades existentes que tienen características estructurales. Como sostiene Manuel Castells, si bien las TIC han sido útiles a la reestructuración del sistema capitalista y por tanto, su desarrollo está orientado por la lógica y los intereses del capitalismo avanzado, no deben reducirse a la simple expresión de dichos intereses. (Castells, 2000, p. 43) De hecho, si el desarrollo consiste fundamentalmente en la ampliación progresiva de las capacidades humanas, el conocimiento es una de las principales y las TIC un medio privilegiado para la producción y difusión del mismo. En tal sentido, en la actualidad, las TIC atañen a aspectos esenciales de la vida humana y por lo tanto puede considerarse su uso un derecho. (Accuosto, 2004; Dubois, 2005) Este es uno de los pilares centrales de una mirada distinta sobre las TIC para el desarrollo que fundamenta nuevas políticas y estrategias que serán presentadas más adelante y que conforman el embrión de un nuevo paradigma.

Desigualdades, Inclusión digital y apropiación de las TIC.
Uno de los temas centrales del desarrollo que se ha agudizado en las últimas décadas debido a la aceleración de la innovación y el desarrollo tecnológico, es la desigual apropiación y beneficio de estos avances por parte de las sociedades y personas. Si bien las TIC han facilitado la difusión de los conocimientos, no ha sido suficiente en términos de la posibilidad de su utilización para fines de desarrollo. Capacidades desiguales de partida que impiden su aprovechamiento, intereses económicos y de propiedad, desigualdades sociales y de poder preexistentes, etc. son algunos de los factores estructurales que también definen esta situación en forma tan negativa para el desarrollo. (PNUD, 2001)

Robinson sostiene que las dificultades tienen que ver con algunos elementos de carácter político como la privatización del sector de las telecomunicaciones y las dificultades que esto implica para las decisiones y las estrategias de los países. Por otra parte, los marcos regulatorios refieren a relaciones de poder que no benefician a los más excluidos ni a los procesos de desarrollo y por tanto la mejora de la inclusión digital se estanca. Asimismo, plantea que las élites se incluyen a sí mismas, reconociendo el valor e importancia de Internet pero no el acceso a todos. (Robinson, 2005)

Esto evidencia que los intereses y acciones de los distintos sectores de la sociedad son determinantes para la orientación de las políticas y la expansión de los beneficios de las TIC hacia todos los sectores de la sociedad y para su uso con fines de desarrollo individual y colectivo. En esta misma línea, estudios precursores en el uso de Internet en América Latina, revelan que la extensión del uso de esta nueva tecnología beneficia a grupos específicos, élites nacionales y regionales, y que por tanto la primera problemática que plantea es la equidad. Es necesario que Internet sea explotada como instrumento para generar intercambio de conocimientos en beneficio de la mayoría de la población. (Bonilla y Cliche, 2001)

Esta distribución y uso desigual de las TIC ha motivado el desarrollo de estudios y se ha acuñado el concepto de “brecha digital”. La acepción clásica del término se remite a indicadores de acceso y conectividad, para marcar la distancia entre los que poseen TIC y los que no lo hacen y los que acceden o no a Internet. Este se aplica entre países o al interior de las sociedades – nacionales o ciudades -. Por lo general, los indicadores han sido cuantitativos y refieren a posesión o consumo de TIC. Se ha demostrado que este tipo de medición y perspectiva no alcanza para completar una visión para el desarrollo. Se plantea así, la necesidad de unir el acceso con la apropiación, de conocimiento y uso de las TIC e Internet en particular. Se comienza a concebir, en esta acepción, como un concepto inseparable de la idea de desarrollo, resultando más adecuado no sólo disminuir las brechas de conectividad, sino de aumentar las oportunidades de aprovechamiento y uso por parte de los individuos y las comunidades. (Cuadra, 2003)

A partir de un estudio realizado en Perú, Barrantes señala que existen tres tipos de causas para lo que denomina “pobreza digital” que equivaldría a carencia de bienes y servicios basados en TIC. En primer lugar la falta de acceso o conectividad que sería la brecha digital clásica. Un segundo elemento la falta de demanda de TIC debido a problemas de ingresos y por último la falta de necesidad o capacidad de las mismas que estaría relacionado a la edad o literalidad inadecuada. Por tanto, cada una de estas requerirá de políticas y acciones específicas. (Barrantes, 2005) Se trata en definitiva de elementos específicos de las TIC, que si bien están relacionados a otras desigualdades socio-económicas no son idénticos.

De hecho, si bien en algunos lugares se ha reducido mucho la barrera de acceso, la brecha o inclusión digital está aún lejos de resolverse. Para avanzar en ese sentido es necesario que los contenidos se adapten a las “necesidades reales” de las personas. Desde esta perspectiva la evolución de la brecha digital pasaría por tres momentos relacionados a la difusión y adopción de tecnologías. En un primer momento la brecha de acceso sería la fundamental. En un segundo momento esta se superaría y se pasaría a la brecha de uso. Finalmente, también esta sería superada y la brecha primordial sería la relacionada a la calidad del uso. (Fernández, 2004) Estos tres momentos, señalan un aspecto fundamental que tiene que ver con la adopción de las tecnologías y que muchas veces es olvidado. En todo, caso este proceso no asume la misma velocidad para distintos grupos sociales a la vez que está estrechamente vinculados sus tiempos a las medidas que se tomen para superar las distintas brechas.
En estos avances respecto de la complejización del concepto de brecha digital, otra investigación señala que esta está compuesta por tres dimensiones: la brecha del acceso material, las diferencias de uso por razones subjetivas y las limitaciones derivadas de las jerarquías sociales en que se reconocen los usuarios.

Este Informe de Desarrollo Humano de Chile 2006, pone especial énfasis en los aspectos subjetivos y sicológicos, desde un abordaje cualitativo. Describe esta dimensión de la brecha como la desigual capacidad individual para usar provechosamente las TIC que se deriva de las orientaciones y percepciones personales y culturales. Obviamente, estas no son voluntariamente elegidas por los individuos, sino que forman parte de su experiencia biográfica y el medio cultural en el que están insertos. Se sostiene que: “Poder entender lo que sucede en el entorno local y el mundo, percibir que se es capaz de realizar los proyectos que cada uno se propone, así como advertir que la trayectoria de vida depende de las decisiones personales, son factores claves a la hora de un uso efectivo de las TIC. De hecho, mientras menores capacidades subjetivas las TIC son vistas con mayor recelo y desconfianza”. (PNUD, 2006 p. 201) Estos hallazgos evidencia la profundidad de las transformaciones necesarias para realmente lograr un uso provechoso para las personas y para el desarrollo. Fundamentalmente, se trata de una tarea inicial de sensibilización en torno a estas tecnologías y que las personas logren percibirlas a su alcance independientemente de su condición – edad, historia, nivel cultural, social o económico, lugar de residencia, etc.-.

Reconceptualizada esta “brecha digital” entonces, no se refiere sólo a los aspectos de acceso e infraestructura tecnológica sino que remite a una cantidad más amplia de dimensiones. Esta estrechamente relacionada con la redistribución de los beneficios del desarrollo de las TIC y con aumentar las capacidades de las personas para apropiarse de los mismos. Como resultado de esta revisión, esta desigualdad característica y específica de la SIC, está atravesada por un debate acerca de su denominación, su delimitación, sus contenidos y formas de medirla que da cuenta de los paradigmas sobre la SIC.

En un sentido más complejo, e intentando incluir otras dimensiones, se considera la importancia de las bases sociales de estas desigualdades y por tanto la necesidad de enmarcar las acciones y políticas con perspectivas multidimensionales y atendiendo a las desigualdades sociales preexistentes – sobretodo socio-económica- (Mística, 2003) Se pasa a denominar como políticas de “inclusión digital”, que implican dar prioridad a la apropiación de las TIC, a atender las necesidades de las comunidades y a hacer hincapié en la generación de contenidos, conocimientos y capacidades de las personas para su uso. (Gómez, Delgadillo y Stoll, 2003; Mística, 2003) Se comienza a avanzar en hipótesis en cuanto a las características que debe tener este uso para que contribuya al desarrollo individual y colectivo.

En le mismo sentido, un estudio reciente sobre la SI en Catalunya considera el uso de Internet como un indicador de cambio cultural, mental y organizativo en la sociedad más que como un elemento de difusión tecnológica. Concluye que no es tan trascendente cuánta gente utiliza Internet, sino porque y para qué lo utilizan. (Castells, et al, 2007) Esto pondría en cuestión la perspectiva de las etapas, pues es conceptual también desde un inicio pensar la apropiación y los usos y en perspectiva del desarrollo.

En base a investigaciones sobre Internet y uso de TIC se comienzan a especificarlos y a avanzar en su utilización más allá del acceso. El uso con – sentido es definido como, el uso efectivo de recursos de Internet y su combinación con otras herramientas de comunicación. Implica conocer las herramientas, saber cuándo y cuales usar, en función de determinados objetivos individuales o colectivos. Cuando se tiene estrategias de uso, se sabe para qué se quiere utilizar la tecnología y se genera el uso con – sentido. Este se encuentra, condicionado por la capacidad y posibilidad de producir contenidos propios y de acceder a información y conocimiento útil y en el propio idioma. (Camacho, 2001)

El proceso de apropiación social se consolida cuando se logra la transformación social por medio de las TIC, cuando su uso produce cambios en el mundo real. Una persona, grupo o país se habrá apropiado de Internet, cuando puede preguntarse que problema desea resolver; luego tenga los recursos y conocimientos necesarios para responder como puede Internet ayudarlo con ello y; posteriormente hacer un uso efectivo de la tecnología y lograr la solución del problema planteado. (Martínez, 2001) La apropiación social de las TIC, también es definida por otros autores como democratización del conocimiento en contraste con la “apropiación privada” y por tanto, la participación social en la construcción de la tecnología es para otros autores lo que la define. La capacidad de dominar la transformación tecnológica es el centro de este proceso. (García Urea, 2007; Araya, 2003)
En todo caso, una de las principales preguntas sigue siendo como ubicar a las TIC en el desarrollo. Para ello pensar en las mismas como procesos a desarrollar más que como herramientas a aplicar, puede ser útil. (Cortés y Dubois, 2005) Esta conceptualización ayuda a evitar el determinismo tecnológico y la mitificación de las TIC, además de otorgarles una dimensión dinámica que resalta la capacidad de producción de las personas y su rol activo sobre las mismas.

Creo que la perspectiva más pertinente es visualizar la relación entre TIC y desarrollo como recursiva en la medida que por un lado refleja la brecha digital como una consecuencia de otras brechas de desarrollo pero que a la vez contribuye con ellas. (Gascó; Ezquiza; Acevedo; 2007) Se establece esta retroalimentación negativa entre estas distintas dimensiones del desarrollo. Corresponde preguntarse cuales son las claves para la reversión de este círculo vicioso en un círculo virtuoso.

Esta mirada es muy distinta de cualquier determinismo tecnológico pero también es diferente a un determinismo cultural de la tecnología. Las TIC por su propia existencia o introducción no solucionan problemas sociales, económicos o culturales estructurales, tampoco la solución de estos problemas garantiza un uso con sentido de las TIC para el desarrollo. Igual de cierto es que muchos de los problemas de las sociedades y los seres humanos han encontrado solución gracias a la tecnología, aún cuando ella no fuera creada con esa finalidad. En tal sentido, es que las TIC son parte de la sociedad y lo social y por tanto dependen de lo que las personas y sus organizaciones hagan con ellas, si causarán nuevos problemas desigualdades y amenazas o servirán como oportunidades aprovechadas para el desarrollo.


Políticas Nacionales de TIC y Desarrollo

De acuerdo a lo presentado hasta aquí son necesarias intervenciones y acciones explícitas y con un firme propósito de desarrollo. Las políticas se evidencian como un factor central en términos de la orientación y aprovechamiento de los beneficios de los adelantos tecnológicos para el desarrollo. Se considera que las TIC, en sí mismas no marcan la orientación del desarrollo, sino que más bien su uso debe estar orientado para el desarrollo y las prioridades específicas del mismo en los distintos contextos. En el marco de la elaboración de políticas para la SIC en las que las TIC contribuyan al desarrollo, es que se constata la confrontación entre paradigmas o miradas distintas sobre la SIC, muchas veces implícitas en las disyuntivas de los decisores. Es fundamental, retomar algunas consideraciones acerca de las principales características de estas políticas y de las críticas a las que hasta ahora se han implementado. A partir de esta revisión se podrán considerar nuevas dimensiones o preguntas a tener en cuenta para la definición e implementación de un nuevo tipo de políticas TIC orientadas al desarrollo.

Por políticas TIC se entiende aquí, aquellas políticas orientadas a promover la utilización de las TIC por parte de los distintos actores, instituciones y organizaciones públicas y privadas así como de la población en general. Se centrará el análisis en su pertinencia e interés para los procesos de desarrollo con particular énfasis en las dimensiones sociales del mismo.

Influidos por la visión dominante, muchos debates sobre la orientación y énfasis de las políticas han puesto más énfasis en la dinámica de los mercados, los procedimientos de la gobernanza y regulación de las TIC y los servicios. En este marco se da por supuesto que el beneficio de para los ciudadanos es directo y se trata sólo de brindarles acceso. Sin embargo, como sostiene Mansell, no hay evidencia de que una vez conectados los ciudadanos se empoderen como para llevar adelante la vida con un sentido deseado. Es importante construir una aproximación a las políticas para estos medios de comunicación, que implique la creación de capacidades pues constituyen derechos de los ciudadanos. (Mansell, 2002)

Las estrategias de desarrollo pueden articularse de distinta forma con la SIC y que esto depende de las condiciones de cada país y de las características y la intervención de sus actores e instituciones. (Castells y Himanen, 2003) Las TIC permiten desarrollar nuevas capacidades para alcanzar metas y objetivos con sentido para la vida de las personas, pero estos resultados no son espontáneos o inherentes a ellas. Es necesario instrumentar acciones y políticas que promuevan la utilización de las tecnologías para la ampliación de los derechos y oportunidades para el ejercicio de la libertad y la expansión de las capacidades de las personas. (Gascó, 2007) Son necesarias políticas específicas dirigidas a la facilitar y estimular el aprovechamiento de las TIC y es necesario que estén articuladas con las estrategias para el desarrollo de cada país. Esto implica una evaluación sistemática de las oportunidades de la SIC en el contexto de las prioridades de desarrollo de cada país. (Gurumurthy y Jeet Singh, 2005)

En una revisión de las políticas nacionales de TIC en los países en desarrollo, Currie (S/F) encuentra distintos tipos de iniciativas en base a las cuales realiza una tipología. Sostiene que las primeras experiencias son de los ochenta, pero es recién en los noventa que hay una explosión y consolidación de las mismas. Muchas de estas no están claramente diferenciadas de sector de TIC y de las políticas de telecomunicaciones y en la mayor cantidad de casos no hay una conexión explícita con las metas nacionales de desarrollo. Todas varían en términos de sus objetivos, diseños e implementación, sin embargo encuentra dos diferenciaciones claras:

1) las que conciben a las TIC como un sector productivo y se orientan a fortalecer la industria y pueden estar orientadas a el mercado de exportaciones o al desarrollo de capacidades nacionales y;

2) las que consideran las TIC como habilitadoras de desarrollo socio-económico que a su vez pueden estar orientadas hacia el posicionamiento global o hacia objetivos de desarrollo. Estos tipos de políticas y estrategias no son excluyentes, pero tampoco necesariamente complementarias. Concluye que los estudios de caso realizados, que fundamental que las estrategias nacionales estén explícitamente enfocadas al desarrollo.

Finalmente, resalta la importancia de un marco para el despliegue de las TIC para el desarrollo que priorice las intervenciones en TIC, identifique sinergias, maximice los impactos en el desarrollo y coordine las acciones de todos los actores participantes. (Currie, s/f)

De acuerdo a lo que indican investigaciones recientes, los indicadores de consumo de TIC no dan cuenta de cuanto estas sirven para el desarrollo de las personas y las sociedades. Esto se plantea en el Informe de Desarrollo Humano de Chile cuando se indica que a pesar de la alta penetración de las Tic y un acceso masivo a ellas, el aprovechamiento para la ampliación de las capacidades de las personas y los grupos aún es limitada. Sostiene que es fundamental avanzar hacia una política centrada en las formas, condiciones y sentidos en que se usan las tecnologías y en las capacidades para usarlas provechosamente. (PNUD, 2006, p.11) El acceso universal y la apropiación social del uso efectivo de las TIC, surgen como tan esenciales como la educación y salud pública y por tanto requieren de políticas específicas. Pues de hecho la mayoría de la gente no puede acceder a esto vía el mercado, aún con programas de abaratamiento y de costos. (Afonso, 2006)

Nuevas visiones y perspectivas para las políticas

En los ámbitos de políticas TIC en América Latina se constatan distintas visiones y valores que fundamentan la orientación que deben tener las políticas para la SIC y sobre TIC en particular. Tanto a nivel de los gobiernos como de los distintos actores están los que apuestan primordialmente al mercado como realizador del ingreso de estas sociedades a la SIC mientras otros apelan las tecnologías como motores del proceso. Existe una mirada social compleja que contempla también procesos de poder, económicos y culturales y no considera las políticas una cuestión sólo de TIC. Estas orientaciones tienen fuerte impacto en los fundamentos, de las acciones y de las políticas pues definen el modo de incorporación de las TIC y su articulación con los procesos de desarrollo. Dependiendo del enfoque que predomina en las políticas y sus actores, se priorizarán diferentes tipos de acciones y estrategias. (Rivoir, 2005)
En un enfoque tecnologicista se da prioridad a la infraestructura, la conectividad y esto es primordialmente medido a través de indicadores cuantitativos. En el caso del enfoque de mercado las acciones tenderán a ser delegadas a la dinámica del mismo y quedará en manos de los actores privados – por ejemplo las compañías de telecomunicaciones – la decisión brindar acceso a las TIC. En un enfoque complejo se considerarán factores tales como el nivel educativo, la participación de los distintos actores involucrados y la ciudadanía en general, y se centrará en las transformaciones sociales y mejora de la calidad de vida que la utilización de las TIC pueda generar o potenciar desarrollo. Hasta ahora parecen haber predominado las políticas de conectividad e infraestructura y la preponderancia de indicadores cuantitativos. Se hacen por tanto necesarias las políticas en la SIC para el desarrollo que sean opuestas a la lógica excluyente del mercado y que estén enmarcadas en una estrategia de desarrollo y a partir de actores concretos. (Rivoir, 2005)

De acuerdo al análisis de distintos autores e investigaciones, bajo la influencia de un enfoque tecnologicista, las políticas para la SIC en América Latina, se han dedicado a mejorar la infraestructura y el acceso a las TIC, lo que ha resultado insuficiente para contribuir a los procesos de desarrollo pues sus logros se reducen a crear mercados y consumidores. (Afonso, 2006; Finquelievich, 2003)

En este marco de crítica, han surgido nuevos aportes a partir de investigaciones que dan cuenta de la complejidad de la temática y agregan nuevas dimensiones a ser consideradas por las políticas. El Informe de Desarrollo Humano de Chile 2006, por ejemplo, concluye que cuando las TIC constituyen un fin en sí mismo para las políticas, no se generan necesariamente oportunidades para el desarrollo.

Revela que los usuarios, individuales y colectivos, deben disponer de condiciones objetivas y subjetivas dentro de las que se cuenta la capacidad para definir reflexivamente los fines del uso. Se afirma en el mismo que las TIC deben estar subordinadas a fines explicitados y éticamente legítimos, que guíen su uso concreto. (PNUD, 2006)

Este informe concluye enunciando algunas condiciones para que el uso de las TIC sea beneficioso para el desarrollo en Chile:
● Reconocer las múltiples dimensiones de la brecha digital
● Saber para qué usar las TIC pues estas sirven a propósitos que van más allá de las técnicas y por lo tanto, también requiere que estas sean adaptadas a otros propósitos.
● Promover regulaciones que resguarden los derechos de las personas de los usos nocivos, de la dependencia, la violación de la privacidad o para el control de las personas.
● Utilizarlas para un nuevo relacionamiento en red a través de la digitalización debe buscar mejora la participación y la ciudadanía.
● Enmarcar las TIC en una historia social del desarrollo

El Informe finaliza apelando a la necesidad de situar a la sociedad y a las personas en el centro del cambio tecnológico. (PNUD, 2006, p.211)

En la misma línea que este informe, es la crítica que se realizaba a partir de investigaciones sobre usos de Internet en el continente hace unos años. En ella se desataca predominio de una perspectiva “instrumental” y “técnica”. Se criticaba esta perspectiva limitada pues se sostenía que va en detrimento de su potencial como lenguaje y sistema de representaciones a través del cual los jóvenes y los ciudadanos crean y recrean los relatos, las visiones de sí mismos y la sociedad. Estas formas reduccionistas de visualizar las TIC, van en desmedro de su potencial para desarrollar nuevas relaciones, pedagogías, procesos comunicativos y formas de aprendizaje, pues impide al ciudadano empoderarse y apropiarse de esta herramienta. Es necesario por tanto, visualizar el uso de Internet en el contexto de los cambios culturales, las relaciones de poder y los cambios en los sistemas simbólicos y de circulación de conocimiento. Lo que requiere de nuevos enfoques, metodologías y pedagogías para su uso social. (Bonilla y Cliche, 2001)

Para desarrollar cambios en cuanto a políticas de uso de Internet, destacan Bonilla y Cliche (2001) que son necesarios tres procesos convergentes:

● La construcción de una nueva visión y proyectos que en la práctica promuevan el uso y apropiación de las TIC como formas de integración social, de desarrollo renuevas pedagogías más participativas y horizontales.
● Consolidar el Derecho a la Comunicación y la Cultura y a Internet
● Creación de alianzas estratégicas de actores para el desarrollo social de las TIC.

También Finquelievich (2000) sostenía la necesidad de cumplir con ciertos ejes para que las políticas TIC estén orientadas al desarrollo:
● Políticas y estrategias multistakeholder o multiactorales, y servicios sociales de desarrollo sustentable, social y político.
● Acceso físico y cultural a las TIC.
● Uso aprendizaje sobre TIC con la inclusión de la creación de contenidos propios.
● Apropiación, creación y carreras para la SI.
● Producción y construcción de industrias tecnológicas nacionales y regionales.
● Todos estos atravesados por ejes de inclusión social, de género y minorías.

En esta propuesta se integran distintos elementos que tienen que ver con los usos de las TIC, pero también con elementos de carácter macro o estructurales, sin olvidar las características de los procesos de cambio.

También en el informe del Global Information Society Watch 2007 - GISW (APC, 2007), surgen apreciaciones en base a estudios de caso de veintidós países. Reafirma el estudio, la importancia de brindar el acceso universal a través de las políticas a las TIC porque vía el mercado esto no se logra y se explicitan algunas indicaciones que evidencian la necesidad de la construcción de nuevas políticas TIC para el desarrollo.

Se destaca en el Informe del GISW, que muchos de los países carecen de una visión de las TIC para su futuro. Esto impacta negativamente sobre algunos aspectos que son visualizados como “blandos”, o no tan importantes como los de género, contenidos locales, derechos ciudadanos, o de apoyo a personas con capacidades diferentes. Concluye que es necesario que los gobiernos acepten que las políticas públicas deben brindar las TIC para el desarrollo humano y que esto no constituye un costo, sino que es una inversión esencial.

Por otro lado, el informe subraya la falta de capacidad institucional en los países, que finalmente contribuyen a la falta de visión de futuro. Esto se suma a la falta de capacitación, habilidades y conciencia, se reduce fuertemente la capacidad de actuar. Esto resulta en un pésimo entrono para la elaboración de las políticas de Tic, lo que a su vez deriva en la fragmentación de iniciativas y de las propias políticas. En otros países que existen políticas pero estas no asumen una perspectiva de desarrollo. Finalmente, se señala también que muchos procesos participativos y documentados, acciones y acumulación de aprendizajes, se ven desperdiciados por el cambio de las autoridades de gobierno. Es decir, la sustentabilidad de los procesos interesantes e importantes en términos del desarrollo es un problema adicional.

Estos elementos permiten visualizar las dificultades existentes para la elaboración de políticas TIC orientadas al desarrollo, indicando que aún definidas las estrategias adecuadas no es suficiente. Los procesos también son importantes y por eso las características de las acciones deben ser especialmente atendidas.

Poniendo énfasis en los procesos y las metodologías, otros señalan que no se trata de que exista disponibilidad de servicios y contenidos “para” la población. Los enfoques definidos “desde arriba” reproducen las desigualdades y las brechas. Por tanto, los propios objetos tecnológicos deben ser objetos de intervención por parte de quienes lo utilizan. Araya considera que es necesario “fortalecer el dominio público mediante la creación de bienes colectivos globales que garanticen el acceso universal a la información y la comunicación.”; “fomento de redes y colectivos electrónicos sin fines de lucro que aseguren la producción y circulación abierta, plural y diversa de información pública y contenido relevantes para el desarrollo humano”; promoción de iniciativa de participación “desde” y “hacia” la comunidad que incluyan el uso tradicional e innovador de la comunicación a nivel local”; acciones educativas y de capacitación para el uso y apropiación social que contribuyan a desarrollar nuevos imaginarios tecnológicos y capacidades sociales desde identidades y perspectivas culturales, locales, regionales y nacionales, así como el fomento al desarrollo de tecnologías alternativas. (Araya, 2003, p 4-5)

En suma, si bien se revelan ciertas coincidencias en las críticas a las políticas implementadas en términos de estar ligadas al paradigma dominante, también surgen propuestas respecto de ejes y metodologías a abordar. A nivel discursivo es probable que se encuentren confluencias en torno a objetivos para el desarrollo, y valores considerados dentro de los derechos humanos. No obstante, recomendaciones para el cambio en el diseño y la implementación de las políticas que constituyen elementos para el nuevo paradigma en construcción son el acceso y conectividad; apropiación y uso con sentido y la concepción de bienes comunes y construcción de ciudadanía que implique un control sobre los medios y recursos.

A modo de cierre

Las desigualdades existentes en América Latina son centrales como problemática del desarrollo y también lo son en particular para la temática de las SIC y del uso y aprovechamiento de las Tic. En tal sentido, es que es necesario que las políticas o estrategias nacionales para el uso de TIC tengan explícitamente incorporada la temática del desarrollo. Esto implica que se articulen con el proyecto de desarrollo de la sociedad específica para la que son diseñadas, que respondan a necesidades de la población; que contribuyan con la democratización tendiendo al empoderamiento de las TIC, a la participación social en la concepción y diseño de las acciones y políticas; actuaciones y definiciones conjuntas de distintos actores. Estos aspectos tienen que ver con la capacidad de control, de incidir en la orientación y el sentido de la transformación tecnológica. Los contenidos son en este sentido, también muy importantes y la importancia del respeto a la cultura local.

En este sentido la SIC, puede concebirse como proyecto cuya orientación estará dada por la actitud, creencias, incidencias de los distintos actores y sus intereses, así como por los liderazgos y las negociaciones y consensos en torno a ideas fuerza o estrategias para la acción. Sin embargo, el riesgo actual parece ser la confluencia en los discursos lo que por supuesto no garantiza una implementación de políticas acordes con los mismos. Para ello es necesaria la toma de conciencia por parte de los decisores acerca de la importancia de las TIC para el desarrollo, contar así con la voluntad política, también la capacidad de innovación y que estén explícitamente orientadas al desarrollo. Esto implica que deben estar estratégicamente relacionadas con el proyecto de desarrollo de la sociedad en cuestión así como, a otro nivel, con el desarrollo de capacidades y oportunidades para que las personas puedan aprovechar las mismas para vivir mejor.

De acuerdo a lo analizado se constata una influencia tecnologicista del paradigma dominante en las políticas de tic en América Latina. Estas han tendido a la conectividad, la infraestructura centrándose en el acceso y con baja articulación con la política de desarrollo. En definitiva, esto puede suponer que se basan en la creencia de un camino único hacia la SI, que requiere de ciertas medidas independientes de las realidades socio-económicas y culturales específicas, y que cumplidas estas se construirá la SI a la que están llegando los países desarrollados. Las críticas realizadas a este enfoque y al resultado de las políticas dan cuenta de lo limitante que es este marco para políticas TIC que aporten al desarrollo de los países y de la población, así como a la solución de problemas y desigualdades. De ella surgen ideas constitutivas de un nuevo enfoque.

La importancia de estimular el uso con sentido y la apropiación de las TIC con fines de desarrollo resulta fundamental. La participación social que incluya el involucramiento de múltiples actores, debe conjugarse con abordajes cualitativos en el seguimiento y la evaluación de los procesos y las políticas.

Desde el punto de vista de la implementación surgen algunos elementos interesantes. La importancia de contemplar una complejidad institucional que involucre en forma coordinada a la mayor cantidad de actores posibles. En tanto se trata de una política transversal y que tiene distintos niveles para su implementación requiere de la construcción de formas organizativas, el trabajo en red resulta una propuesta interesante. Contemplar la especificidad de la sociedad en cuestión, el arraigo y la cultura local es otro elemento importante mencionado y que en definitiva confronta las tendencias homogeneizantes, de modelo único. Estas finalmente no generan desarrollo sino que tienden a la fragmentación y aumento de las desigualdades.

Se comienza a configurar un paradigma distinto del hegemónico que visualiza el derecho a las Tic y su visualización como bienes comunes. Estos deben, por tanto ser garantizados por el Estado y sus políticas tal y como lo son la salud o la educación. Son denominadas también como bienes colectivos globales que requerirían de ciertas garantías que las dinámicas de los grandes poderes globales no permiten hoy y que deben ser construidas. La elaboración de estrategias TIC y de políticas específicas parece ineludible, en términos de actuar sobre las fuerzas excluyentes de las dinámicas actuales y a los efectos de que contribuyan al desarrollo.

Referencias bibliográficas.
Accuosto, Pablo y Niki Johnson Financiamiento para la Sociedad de la Información en el Sur: Una. Perspectiva de los Bienes Públicos Mundiales. APC, 2004 http://wsispapers.choike.org/propiedad_comunitaria_icts.pdf
Afonso, Carlos Desenvolvimento humano e apropriacao das TICs. Ritla, Abril, 2006
Araya, Rubén (2003) "Comunidades y portales ciudadanos: ¿Para que? Reflexiones desde una visión social sobre Internet" http://redistic.org/brecha/es/17_-_Rub%E9n_Araya.html Arocena, Rodrigo y Judith. Sutz Subdesarrollo e Innovación. Navegando contra el viento Cambridge University Press / OEI, Madrid, 2003.
Association for Progressive Comunications (APC); Third World Institute (ITeM) "Global Information Society Watch 2007. Focus on Participation" 2007.
Barrantes, Roxana "Análisis de la demanda por TICs: ¿Qué es y cómo medir la pobreza digital?" DIRSI, IDRC, 2005 http://www.dirsi.net/espanol/files/02-Barrantes_esp_web_18set.pdf
Bonilla, Marcelo y Gilles Cliche "Internet y sociedad en América Latina" Introducción. Fundación Acceso. Costa Rica. 2001
Cuadra, A. “La brecha digital: cibercultura y desarrollo paradojas y asimetrías de una sociedad en red nuevos contextos y usos de la cibertecnologías en Chile, Santiago: IEHAL/CEPAL/Université de Paris III. 2003
Currie, Willie "National Approaches to ICT" http://wsispapers.choike.org/national_approaches_ict.pdf
Calderón, F. (Coord.) ¿Es sostenible la globalización en América Latina? Debates con Manuel Castells. Volumen II Nación y Cultura. América Latina en la Era de la Información. FCE/PNUD. Santiago de Chile. 2003
Camacho, Kemly Internet: ¿una herramienta para el cambio social? FLACSO. México, 2001.
Castells, Manuel, Tubella, Imma, Sancho, Teresa, Díaz, Maria & Wellman, Barry "Proyecto Internet Catalunya: La Sociedad Red en Catalunya" 2002 Disponible en: http://www.uoc.edu/in3/pic/esp/
Castells, Manuel La era de la información. Economía, Sociedad Cultura. Vol. I La sociedad red. Alianza Editorial, Barcelona. 2000
Castells, Manuel Globalización, desarrollo y democracia: Chile en el contexto mundial. Fondo de Cultura Económica, Chile, 2005.
Castells, Manuel La era de la información. Economía, Sociedad Cultura. Vol. I La sociedad red. Alianza Editorial. Barcelona, 2000.
Castells, Manuel y Pekka Himanen El Estado de Bienestar y la Sociedad de la Información. El modelo finlandés. Alianza Editorial. Madrid, 2002.
Cuadra, A. “La brecha digital: cibercultura y desarrollo paradojas y asimetrías de una sociedad en red nuevos contextos y usos de la cibertecnologías en Chile., Santiago: IEHAL/CEPAL/Université de Paris III. 2003
Fernández, Francisco (2004) "Brecha digital y adopción de las TIC: más allá de la infraestructura" Pontificia Universidad Católica de Chile http://cicr.blanquerna.edu/2005/Abstracts/PDFsComunicacions/vol2/10/FERNANDEZ_FranciscoJavier.pdf
Finquelievich, Susana. Indicadores de la Sociedad de la Información en Educación, Ciencia, Cultura, Comunicación e Información, en ALC. RICYT/OCT, Lisboa, 2003. http://www.itu.int/dms_pub/itu-s/md/03/wsispc2/doc/S03-WSISPC2-DOC-0007!!MSW-S.doc
Finquelievich, Susana (2000) "TIC, desarrollo y reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe" http://www.links.org.ar/infoteca/ticsypobrezalac.rtf
García Urea, Silvia La Democratización Tecnológica y la Inclusión Social: Un Análisis desde lo Sociocultural http://www.analitica.com/premium/ediciones2007/4876591.asp
Gascó-Hernández, Mila; Fran Equiza-Lopez y Manuel Acevedo-Ruiz; Information Communication Technologies and Human Development: Opportunities and Challenges IIG, IGI Publishing 2007
Gómez, Ricardo, Karin Delgadillo y Klaus Stoll, Telecentros... ¿Para qué? Lecciones sobre telecentros comunitarios en América Latina y el Caribe. IDRC, Canadá, 2003
http://www.igi-pub.com/books/additional.asp?id=6454&title=Preface&col=preface
Gurumurthy, Anita; Jeet Singh, Parminder (2005) "Economía Política de la sociedad de la Información: una visión desde el sur" Instituto del Tercer Mundo - IDRC. Montevideo. http://wsispapers.choike.org/papers/esp/itfc_econ_pol_si.pdf
Mansell, Robin (2002). "From Digital Divides to Digital Entitlements in Knowledge Societies" Current Sociology, Vol. 50, No. 3, 407-426 http://csi.sagepub.com/cgi/content/abstract/50/3/407
Martínez, Juliana y equipo de Fundación Acceso Internet y Políticas Públicas socialmente relevantes: ¿Por qué, cómo y en qué incidir?, En Bonilla, Marcelo y Gilles Cliche (editores) Internet y Sociedad en América Latina y el Caribe. FLACSO – IDRC, 2001.
Mattelart, Armand Historia de la sociedad de la Información. Paidós Comunicación 132. 2002
Menou, Michel; Karin Delgadillo y Klaus Stoll Latin American Community Telecenter: “It´s a long way to TICperary” The Journal of Community Informatics, Vol. I, pp. 39-57.
Mística, Comunidad Virtual Trabajando la Internet con visión social. En: Otro lado de la Brecha. Perspectivas latinoamericanas y del Caribe ante la CMSI. RedISTIC, Caracas, 2003.
Muriel, Daniel (2006) "(In)transitabilidades hacia la sociedad del conocimiento: una lectura crítica de la producción sociológica moderna" Confines de relaciones internacionales y ciencia política, ISSN 1870-3569, Nº. 2 http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2017697&orden=70940&info=link
PNUD Informe sobre Desarrollo Humano 2001. Poner el adelanto tecnológico al servicio del desarrollo humano, Washington D.C., 2001
PNUD Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2006 “Las nuevas tecnologías: ¿un salto al futuro?” PNUD, Santiago, 2006.
Proenza, Francisco “e-Para todos: una estrategia de reducción de la pobreza en la era de la información. FAO, 2002.
Rivoir, Ana “The information and Knowledge Society in Latin America and the Caribbean: Different Approaches an their implications for Policies.” En: Information Society for the South: Vision or Hallucination? Instituto del Tercer Mundo. Montevideo, 2005.
Robinson, Scott reflexiones sobre la inclusión Digital. Revista Nueva Sociedad Nº 195. Enero/Febrero de 2005
Saravia, Miguel "Organizaciones de la sociedad civil y programas nacionales TIC: buscando el encuentro" http://www.itdg.org.pe/publicaciones/pdf/Buscandoencuentro.pdf 2005
Sen, Amartya Desarrollo y Libertad. Editorial Planeta, Barcelona, 2000.
Siles González, Ignacio sobre el uso de las tecnologías en la sociedad. Tres perspectivas teóricas para el estudio De las tecnologías de la comunicación. Reflexiones 83 (2): 73-82, issn: 1021-1209 / 2004

1 comentario:

  1. Permitir el aprendizaje interactivo y la educación a distancia, fueron las principales razones por las que decidí estudiar en la UTEL.

    ResponderEliminar