La Licenciada Ana Rivoir, Investigadora y Docente del Departamento de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales de UdelaR es Máster y candidata a Doctora por el Programa de Doctorado sobre Sociedad de la Información y el Conocimiento de la Universidad Oberta de Catalunya, donde participa en el Seminario Interdisciplinar sobre la Sociedad de la Información bajo la orientación del Prof. Manuel Castells.
Nos aporta tres de su trabajos:
-Informe como doctoranda en Seminario dirigido por M. Castells. “Redes de organizaciones sociales en la construcción de alternativas en la Sociedad de la Información. La experiencia de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe.”
- “Acerca de las TIC para el desarrollo: concepciones y políticas en ALC”.
- Innovación para la inclusión digital. El plan Ceibal en Uruguay
Invitamos a interactuar para que la comunicación sea un derecho humano. A realizar como bien público. Que deje ser el instrumento de Poder, lucro y manipulación con la concentración privatizadora en “Siete Grandes” en el mundo y tres grupos en Uruguay que monopolizan el 90% de los medios. Partimos desde la última obra de Manuel Castells “Comunicación y Poder” para una rueda abierta de debate el martes 3 de agosto en el Palacio Legislativo.
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Informe como doctoranda en seminario dirigido por M. Castells
“Redes de organizaciones sociales en la construcción de alternativas en la Sociedad de la Información. La experiencia de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe.” Doctoranda: Ana Laura Rivoir.
Informe del Seminario Interdisciplinar sobre la Sociedad de la Información. (Prof. Manuel Castells.Programa de Doctorado sobre Gobernabilidad en la Sociedad de la Información Universitat Oberta de Catalunya.)
Debido a su extensión, ofrecemos un extracto de comienzo y final. Los interesados en el trabajo pueden enviarnos su solicitud para redirigirla a la autora.
RESUMEN
Se ha constituido una nueva estratificación social en base a las posibilidades de “movilidad” del individuo. Los más poderosos son aquellos que tienen mucha movilidad y acceso a las nuevas tecnologías de la información – los “turistas” - Se trata de un modelo excluyente, existiendo otro tipo de sujetos que son los que no acceden a está movilidad –los vagabundos- y quedan atascados a su localidad. Existen organizaciones sociales de reflexión-acción a nivel global y local que buscan modificar esta situación algunas desde trincheras de resistencia y otras a través de identidades proyecto. En este articulo se indaga sobre la organización en red que permiten a través de la conexión global-local, la transición de una identidad de resistencia a una de proyecto y como Internet forma parte de este proceso. Para ello se estudia el caso de la Repem, red de organizaciones que ha logrado una permanencia tanto a nivel global como local y que refleja una novedosa conexión global/local, cambios organizativos y utilización de Internet.
……………………………………………………………………………..
CONCLUSIONES
En este artículo buscamos responder a ciertas preguntas teóricas y empíricas a través del estudio de caso de una red de organizaciones, la Repem. Sosteníamos que la organización en red es la que permite la conexión local - global mediante la utilización de Internet y que esta a su vez, induce a la articulación local/global que conlleva el paso de una conciencia de resistencia a otra de proyecto.
Observamos que la reestructura organizacional de la Repem y la innovación en la tecnología de las comunicaciones son procesos que forman parte de un mismo fenómeno: el pasaje de una organización de carácter jerárquico-piramidal a una en red. La transformación de la organización se llevó a cabo en simultáneo con la incorporación de nuevas estrategias comunicacionales que a su vez incorporaban las nuevas tecnologías, en particular Internet. La dinámica del proceso de cambio fue de influencia mutua y recursivo. En la medida que se procesaron los cambios organizacionales y se incorporaba Internet, esta incorporación generaban nuevas transformaciones comunicacionales que volvían a modificar la dinámica organizacional, lo que volvía a modificar y profundizar el pasaje de la organización anterior a la organización en red.
Esta transformación tecno-organizacional se caracterizó por la apertura del grupo fundador de la organización, consolidando una red abierta. El pasaje de una organización basada en lazos fuertes constituyendo una red cerrada se transformó en una red de Ong caracterizada por el progresivo aumento de los lazos débiles y la complejización. El pasaje de una organización fuertemente centralizada a una descentralizada encuentra sustento y estímulo en la transición de la base presencial de las relaciones a la virtual. Esto se refleja en la utilización de Internet, básicamente el correo electrónico - para las comunicaciones internas, para las comunicaciones inter – organizacionales y para la conexión con el ámbito global. La complejización de la organización en red se evidencia también por el aumento progresivo de flujos de información. Distintas estrategias y actividades de la Repem dan cuenta de ello: a) el rol informativo y articulador del Boletín; b) la trascendencia de los Seminarios Virtuales que constituyen verdaderos hitos de reflexión/acción, de conexión global/local, de construcción de agenda y de la discusión política interna. La utilización de Internet induce al aumento de la velocidad e inclusividad con la que se toman las decisiones en distintos niveles. Las reuniones on–line del Comité Directivo son un indicador significativo.
Hemos corroborado cómo estos cambios han mejorado la integración global/local y ubicamos a la Repem en lo que llamamos un nivel meso, que es el que cumple el rol articulador entre lo global y lo local. A partir del flujo de información, de la articulación de actividades globales con las instancias locales, de la transmisión de las experiencias locales a los ámbitos globales, es que la organización ha creado una dinámica que basada en su estructura red funciona en forma continua. Se trata de la construcción de mecanismos de conexión permanente entre lo local y lo global, recurriendo a actividades y recursos diversos. Esto permite mantener viva la red, influir sobre procesos globales y transformar las realidades locales a través de la apertura informativa y cultural que esta conexión les provoca. En este sentido, los esfuerzos se dirigen en tres dimensiones: a) los aspectos de contenido y de agenda, b) la vinculación con el entorno y el aprovechamiento de los recursos existentes y c) la importancia de la complejización progresiva de la red a través del aumento de los vínculos.
Si bien este nivel meso adquiere cierta autonomía no se despega totalmente de las bases de la red, no se transforma en un “cascarón” vacío, o “grupo de amigas”. Hay un cuidado especial dirigido a no conformar una nueva clase de “turistas” de la que nos habla Bauman. Por el contrario, hay en esta conexión lograda ente lo global y lo local, una búsqueda intencional y una consolidación de la movilidad. La red “deslocaliza” y permite la movilidad a través de la información, la reflexión/acción inter – local y la construcción de un proyecto incluyente y diverso. Facilita la “movilidad de los excluidos” tanto a través de la presencia de sus intereses en los ámbitos globales como espacial y virtualmente.
Esto no se lleva a cabo sin dificultades debido a diversos motivos y limitaciones – de recursos, infraestructura, tiempos, etc. -. Sin embargo, una tensión global- local es permanente e inevitable en dos aspectos centrales. Por un lado, la velocidad de las decisiones a nivel global resultan incompatibles con los tiempos de “lo local”. Por otro lado, la misma diversidad, característica de la progresiva apertura de la red y de las Ongs, constituye un elemento que presenta dificultades en el trabajo. La diversidad a la vez que es un factor fomentado desde la organización y enriquece la red, se transforma en una cuestión difícil de resolver en términos de representatividad en las diferentes instancias. De todas formas, estos esfuerzos parecen ver sus frutos en contrarrestando el proceso “localizador” de la estratificación social contemporánea según Bauman. Este estaría asociado más a redes cerradas y entre iguales, constitutivas de una fragmentación social a nivel local y este proceso de reticulación inclusiva lo estaría contrarrestando.
El éxito en esta transformación no se puede reducir a su base tecnológica y mero cambio de estructura organizacional, sino que aparecen otros componentes relativos a aspectos de contenido de las relaciones. El sentido de pertenencia así como una nueva cultura organizacional resultan dos componentes importantes. El primero encuentra sus bases en los elementos convocantes de la misión. No obstante, esto no es suficiente para conformar dicha identidad colectiva, sino que se suman otros valores como son el compromiso con los excluidos y los sectores populares, el predominio de la relación entre iguales al interior de la red, los beneficios o el reconocimiento que esta otorga y el “sentirse acompañado”. La “nueva cultura organizacional” se vincula a alguno de estos aspectos ya que implica la transparencia en las decisiones y en el procedimiento, la reciprocidad en los intercambios de beneficios y responsabilidades, y la articulación de estrategias individuales y colectivas.
Esta dinámica no está ajena a las acciones intencionales de los integrantes de la red y en particular de las personas que la lideran ya que debe haber una intención política y un trabajo específico dirigido a fomentar la apertura de la red y conciliarla con procedimientos transparentes para regular las estrategias personales. Esto implica ceder ciertos espacios de poder al interior de la organización y compartir los privilegios y beneficios. Para ello es necesario conjugar la apertura de la red o amplificación y densificación de los vínculos con la definición y focalización de objetivos. Esto se implementa en la Repem centrando la organización en los aspectos temáticos y de valores que incluye la misión de la red.
Este proceso se ha llevado a cabo mediante la introducción de mecanismos y procedimientos escritos y acordados (cambio en las comunicaciones y la introducción de la planificación estratégica). Estos mecanismos son flexibles en la forma de su implementación pero rigurosos en su cumplimiento. Como en otras redes, predomina la consolidación de nuevas prácticas frente la formalización o reglamentación de la relaciones. Estos elementos se relacionan al Tercer Sistema de Valores que plantea Villasante. Hay una construcción desde lo sustantivo y conceptual pero también desde las nuevas prácticas y formas de actuar, desde una nueva cultura organizacional, ética, responsable, democrática, participativa, horizontal, plural, flexible y que fomenta la “movilidad”.
Un elemento discutido en este artículo es que para las Ongs socias la conexión global/local ha significado un cambio hacia la identidad proyecto que se ha reflejado en su accionar. Este aspecto resulta más difícil de confirmar. Si bien a través de las prácticas y actividades se confirma un fuerte componente propositivo resulta insuficiente la información recabada para afirmar que constituye un componente identitario. La influencia del feminismo en la Red ha introducido, sin lugar a dudas, cierta tendencia propositiva y de búsqueda de incidencia en las redes globales de poder y es posible visualizar un peso mayor de una identidad proyecto aunque no necesariamente como transición desde un predominio de una identidad resistencia anterior.
No podemos afirmar que exista una relación lineal entre la identidad y el nivel global o local. La inserción a nivel global de la red ha sido a partir de una actividad propositiva a la vez que ha contenido elementos reivindicativos, y de resistencia frente a corrientes dominantes en ese ámbito. Más bien lo que descubrimos en este caso es que el proceso tecno - organizacional de constitución de la organización – red ha producido una dinámica que induce la recursividad de la relación local–global–local .... Esto impide la consolidación de comunidades de resistencia. Vale decir, el acceso a la información, la inclusión de temas del otro ámbito (local o global) en la agenda, el debate conceptual y desde la práctica, las demandas hacia elaboraciones propositivas así como el aumento de la diversidad en los contenidos de los intercambios, constituyen factores que interpelan permanentemente el “refugio en lo comunitario”. Desde el análisis de las redes se trata de un proceso en el que la apertura y el aumento de los lazos débiles nutre las redes y las densifica y se produce una tendencia opuesta al cierre de la misma en torno a lazos fuertes y por ende fortalecedores de una identidad autoreferenciada de un colectivo reducido. La mencionada apertura se refiere no sólo a lo informativo, sino que tiene componentes de intercambio interinstitucional en torno a iniciativas y prácticas concretas, tanto a nivel global como local.
Como afirma Castells, esto es viable gracias a la existencia de Internet como base tecnológica de la conexión local – global. La evidencia de esta investigación nos indica que no es ajustado asociar las distintas identidades con el ámbito – global o local - en el que se desarrollan. Sino que esta interacción local – global constituye una nueva realidad identitaria que sólo es posible por la existencia de dicha herramienta tecnológica. La pertenencia a una red entra en contradicción con la constitución de comunidades de resistencia en tanto redes cerradas y nucleadas únicamente en torno a valores. La información que entra por la red interpela los discursos cerrados ya que la dinámica de la red “abre” el discurso local y constituye una interacción que también nutre a “lo global”. Contrariamente, si la red no logra contemplar lo local o las identidades de resistencia, se aleja y pierde la base y el insumo para la construcción del proyecto. Esto repercute sobre lo local que continúa su proceso de fragmentación. En definitiva, la nueva realidad tecno – organizacional de estas organizaciones sociales no se limita a articular proyectos alternativos que surgen en lo local sino que genera un producto identitario nuevo. Este se construye a través de la articulación de la diversidad de sentidos, creando una meta–identidad nucleadora.-
Informe del Seminario Interdisciplinar sobre la Sociedad de la Información. (Prof. Manuel Castells.Programa de Doctorado sobre Gobernabilidad en la Sociedad de la Información Universitat Oberta de Catalunya.)
Debido a su extensión, ofrecemos un extracto de comienzo y final. Los interesados en el trabajo pueden enviarnos su solicitud para redirigirla a la autora.
RESUMEN
Se ha constituido una nueva estratificación social en base a las posibilidades de “movilidad” del individuo. Los más poderosos son aquellos que tienen mucha movilidad y acceso a las nuevas tecnologías de la información – los “turistas” - Se trata de un modelo excluyente, existiendo otro tipo de sujetos que son los que no acceden a está movilidad –los vagabundos- y quedan atascados a su localidad. Existen organizaciones sociales de reflexión-acción a nivel global y local que buscan modificar esta situación algunas desde trincheras de resistencia y otras a través de identidades proyecto. En este articulo se indaga sobre la organización en red que permiten a través de la conexión global-local, la transición de una identidad de resistencia a una de proyecto y como Internet forma parte de este proceso. Para ello se estudia el caso de la Repem, red de organizaciones que ha logrado una permanencia tanto a nivel global como local y que refleja una novedosa conexión global/local, cambios organizativos y utilización de Internet.
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CONCLUSIONES
En este artículo buscamos responder a ciertas preguntas teóricas y empíricas a través del estudio de caso de una red de organizaciones, la Repem. Sosteníamos que la organización en red es la que permite la conexión local - global mediante la utilización de Internet y que esta a su vez, induce a la articulación local/global que conlleva el paso de una conciencia de resistencia a otra de proyecto.
Observamos que la reestructura organizacional de la Repem y la innovación en la tecnología de las comunicaciones son procesos que forman parte de un mismo fenómeno: el pasaje de una organización de carácter jerárquico-piramidal a una en red. La transformación de la organización se llevó a cabo en simultáneo con la incorporación de nuevas estrategias comunicacionales que a su vez incorporaban las nuevas tecnologías, en particular Internet. La dinámica del proceso de cambio fue de influencia mutua y recursivo. En la medida que se procesaron los cambios organizacionales y se incorporaba Internet, esta incorporación generaban nuevas transformaciones comunicacionales que volvían a modificar la dinámica organizacional, lo que volvía a modificar y profundizar el pasaje de la organización anterior a la organización en red.
Esta transformación tecno-organizacional se caracterizó por la apertura del grupo fundador de la organización, consolidando una red abierta. El pasaje de una organización basada en lazos fuertes constituyendo una red cerrada se transformó en una red de Ong caracterizada por el progresivo aumento de los lazos débiles y la complejización. El pasaje de una organización fuertemente centralizada a una descentralizada encuentra sustento y estímulo en la transición de la base presencial de las relaciones a la virtual. Esto se refleja en la utilización de Internet, básicamente el correo electrónico - para las comunicaciones internas, para las comunicaciones inter – organizacionales y para la conexión con el ámbito global. La complejización de la organización en red se evidencia también por el aumento progresivo de flujos de información. Distintas estrategias y actividades de la Repem dan cuenta de ello: a) el rol informativo y articulador del Boletín; b) la trascendencia de los Seminarios Virtuales que constituyen verdaderos hitos de reflexión/acción, de conexión global/local, de construcción de agenda y de la discusión política interna. La utilización de Internet induce al aumento de la velocidad e inclusividad con la que se toman las decisiones en distintos niveles. Las reuniones on–line del Comité Directivo son un indicador significativo.
Hemos corroborado cómo estos cambios han mejorado la integración global/local y ubicamos a la Repem en lo que llamamos un nivel meso, que es el que cumple el rol articulador entre lo global y lo local. A partir del flujo de información, de la articulación de actividades globales con las instancias locales, de la transmisión de las experiencias locales a los ámbitos globales, es que la organización ha creado una dinámica que basada en su estructura red funciona en forma continua. Se trata de la construcción de mecanismos de conexión permanente entre lo local y lo global, recurriendo a actividades y recursos diversos. Esto permite mantener viva la red, influir sobre procesos globales y transformar las realidades locales a través de la apertura informativa y cultural que esta conexión les provoca. En este sentido, los esfuerzos se dirigen en tres dimensiones: a) los aspectos de contenido y de agenda, b) la vinculación con el entorno y el aprovechamiento de los recursos existentes y c) la importancia de la complejización progresiva de la red a través del aumento de los vínculos.
Si bien este nivel meso adquiere cierta autonomía no se despega totalmente de las bases de la red, no se transforma en un “cascarón” vacío, o “grupo de amigas”. Hay un cuidado especial dirigido a no conformar una nueva clase de “turistas” de la que nos habla Bauman. Por el contrario, hay en esta conexión lograda ente lo global y lo local, una búsqueda intencional y una consolidación de la movilidad. La red “deslocaliza” y permite la movilidad a través de la información, la reflexión/acción inter – local y la construcción de un proyecto incluyente y diverso. Facilita la “movilidad de los excluidos” tanto a través de la presencia de sus intereses en los ámbitos globales como espacial y virtualmente.
Esto no se lleva a cabo sin dificultades debido a diversos motivos y limitaciones – de recursos, infraestructura, tiempos, etc. -. Sin embargo, una tensión global- local es permanente e inevitable en dos aspectos centrales. Por un lado, la velocidad de las decisiones a nivel global resultan incompatibles con los tiempos de “lo local”. Por otro lado, la misma diversidad, característica de la progresiva apertura de la red y de las Ongs, constituye un elemento que presenta dificultades en el trabajo. La diversidad a la vez que es un factor fomentado desde la organización y enriquece la red, se transforma en una cuestión difícil de resolver en términos de representatividad en las diferentes instancias. De todas formas, estos esfuerzos parecen ver sus frutos en contrarrestando el proceso “localizador” de la estratificación social contemporánea según Bauman. Este estaría asociado más a redes cerradas y entre iguales, constitutivas de una fragmentación social a nivel local y este proceso de reticulación inclusiva lo estaría contrarrestando.
El éxito en esta transformación no se puede reducir a su base tecnológica y mero cambio de estructura organizacional, sino que aparecen otros componentes relativos a aspectos de contenido de las relaciones. El sentido de pertenencia así como una nueva cultura organizacional resultan dos componentes importantes. El primero encuentra sus bases en los elementos convocantes de la misión. No obstante, esto no es suficiente para conformar dicha identidad colectiva, sino que se suman otros valores como son el compromiso con los excluidos y los sectores populares, el predominio de la relación entre iguales al interior de la red, los beneficios o el reconocimiento que esta otorga y el “sentirse acompañado”. La “nueva cultura organizacional” se vincula a alguno de estos aspectos ya que implica la transparencia en las decisiones y en el procedimiento, la reciprocidad en los intercambios de beneficios y responsabilidades, y la articulación de estrategias individuales y colectivas.
Esta dinámica no está ajena a las acciones intencionales de los integrantes de la red y en particular de las personas que la lideran ya que debe haber una intención política y un trabajo específico dirigido a fomentar la apertura de la red y conciliarla con procedimientos transparentes para regular las estrategias personales. Esto implica ceder ciertos espacios de poder al interior de la organización y compartir los privilegios y beneficios. Para ello es necesario conjugar la apertura de la red o amplificación y densificación de los vínculos con la definición y focalización de objetivos. Esto se implementa en la Repem centrando la organización en los aspectos temáticos y de valores que incluye la misión de la red.
Este proceso se ha llevado a cabo mediante la introducción de mecanismos y procedimientos escritos y acordados (cambio en las comunicaciones y la introducción de la planificación estratégica). Estos mecanismos son flexibles en la forma de su implementación pero rigurosos en su cumplimiento. Como en otras redes, predomina la consolidación de nuevas prácticas frente la formalización o reglamentación de la relaciones. Estos elementos se relacionan al Tercer Sistema de Valores que plantea Villasante. Hay una construcción desde lo sustantivo y conceptual pero también desde las nuevas prácticas y formas de actuar, desde una nueva cultura organizacional, ética, responsable, democrática, participativa, horizontal, plural, flexible y que fomenta la “movilidad”.
Un elemento discutido en este artículo es que para las Ongs socias la conexión global/local ha significado un cambio hacia la identidad proyecto que se ha reflejado en su accionar. Este aspecto resulta más difícil de confirmar. Si bien a través de las prácticas y actividades se confirma un fuerte componente propositivo resulta insuficiente la información recabada para afirmar que constituye un componente identitario. La influencia del feminismo en la Red ha introducido, sin lugar a dudas, cierta tendencia propositiva y de búsqueda de incidencia en las redes globales de poder y es posible visualizar un peso mayor de una identidad proyecto aunque no necesariamente como transición desde un predominio de una identidad resistencia anterior.
No podemos afirmar que exista una relación lineal entre la identidad y el nivel global o local. La inserción a nivel global de la red ha sido a partir de una actividad propositiva a la vez que ha contenido elementos reivindicativos, y de resistencia frente a corrientes dominantes en ese ámbito. Más bien lo que descubrimos en este caso es que el proceso tecno - organizacional de constitución de la organización – red ha producido una dinámica que induce la recursividad de la relación local–global–local .... Esto impide la consolidación de comunidades de resistencia. Vale decir, el acceso a la información, la inclusión de temas del otro ámbito (local o global) en la agenda, el debate conceptual y desde la práctica, las demandas hacia elaboraciones propositivas así como el aumento de la diversidad en los contenidos de los intercambios, constituyen factores que interpelan permanentemente el “refugio en lo comunitario”. Desde el análisis de las redes se trata de un proceso en el que la apertura y el aumento de los lazos débiles nutre las redes y las densifica y se produce una tendencia opuesta al cierre de la misma en torno a lazos fuertes y por ende fortalecedores de una identidad autoreferenciada de un colectivo reducido. La mencionada apertura se refiere no sólo a lo informativo, sino que tiene componentes de intercambio interinstitucional en torno a iniciativas y prácticas concretas, tanto a nivel global como local.
Como afirma Castells, esto es viable gracias a la existencia de Internet como base tecnológica de la conexión local – global. La evidencia de esta investigación nos indica que no es ajustado asociar las distintas identidades con el ámbito – global o local - en el que se desarrollan. Sino que esta interacción local – global constituye una nueva realidad identitaria que sólo es posible por la existencia de dicha herramienta tecnológica. La pertenencia a una red entra en contradicción con la constitución de comunidades de resistencia en tanto redes cerradas y nucleadas únicamente en torno a valores. La información que entra por la red interpela los discursos cerrados ya que la dinámica de la red “abre” el discurso local y constituye una interacción que también nutre a “lo global”. Contrariamente, si la red no logra contemplar lo local o las identidades de resistencia, se aleja y pierde la base y el insumo para la construcción del proyecto. Esto repercute sobre lo local que continúa su proceso de fragmentación. En definitiva, la nueva realidad tecno – organizacional de estas organizaciones sociales no se limita a articular proyectos alternativos que surgen en lo local sino que genera un producto identitario nuevo. Este se construye a través de la articulación de la diversidad de sentidos, creando una meta–identidad nucleadora.-
Innovación para la inclusión digital
Innovación para la inclusión digital. El plan
Ceibal en Uruguay
Ana Laura Rivoir Cabrera(*)
Universidad de la República Oriental del Uruguay - Uruguay
Resumen
En América Latina ha predominado un enfoque ecnologicista en las políticaspara la Sociedad de la Información y el Conocimiento y para el análisis de la brecha digital. Interesa aquí analizar en qué medida las políticas recientes en Uruguay, innovan o mantienen dicho patrón. Se analiza en este artículo, cuáles son las características, alcances y limitaciones que tiene el Plan Ceibal para revertir la brecha digital, a través de la distribución de laptops en las escuelas públicas de todo el país en la búsqueda de inclusión social. Se presentarán algunoshallazgos en base a una investigación en curso.
Palabras clave: sociedad de la información, brecha digital, inclusión digital.
Mediaciones Sociales, NÀ 4, I semestre 2009, pp. 51-63. ISSN electrónico: 1989-0494.
1. SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO CON
APROPIACIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS PARA EL DESARROLLO
El desarrollo es un proceso que consiste en expandir las
capacidades y libertades humanas e implica la acción deliberada de los
individuos para su consecución (Sen, A., 2000). Se trata de un proceso
multidimensional no lineal, que depende de una trayectoria histórica
específica y que implica cambios en la producción y la tecnología, así como
en las instituciones sociales y económicas (Arocena, R. y Sutz, J., 2003).
La tecnología es inherente a todos los procesos de desarrollo y ha
significado, a lo largo de la historia de la humanidad, un aumento de las
capacidades globalmente concebidas. De hecho, si el desarrollo consiste
fundamentalmente en la ampliación progresiva de las capacidades
humanas, el conocimiento es una de las principales y las TIC un medio
privilegiado para la producción y difusión del mismo. En tal sentido, en la
actualidad, las TIC atañen a aspectos esenciales de la vida humana y por lo
tanto puede considerarse su uso un derecho (Accuosto, P. y Johnson, N.,
2004; Cortes, J. J. y Dubois, A., 2005; PNUD, 2001).
Las sociedades latinoamericanas tienen muchas dificultades
estructurales para encaminar sus procesos de desarrollo sostenido a través
de procesos de inclusión social. Los problemas en la educación, en la
organización y gestión del Estado, problemas económicos y productivos,
entre otros, son factores analizados en la literatura académica.
Actualmente, se suman a este déficit las posibilidades de aprovechamiento
de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Estas son
tan importantes para el desarrollo, como en otro momento lo fue la
aparición de la energía eléctrica (Castells, M., 2005; PNUD, 2005;
Calderón, F., 2003).
Las TIC han facilitado la difusión de los conocimientos científicos,
lo que ha repercutido en la mejora de la calidad de vida de la población y
han potenciado la cantidad de información y la velocidad con la que la
misma se comunica. Asimismo, han producido una revolución en el ámbito
financiero, comercial y empresarial. Sin embargo, sus resultados en los
procesos de desarrollo y, en particular, su utilización con fines de
desarrollo social ha sido deficiente. Intereses económicos y de propiedad,
capacidades desiguales de partida, desigualdades sociales y de poder
preexistentes, etc, son algunos de los factores estructurales que impiden
su aprovechamiento (PNUD, 2001; PNUD 2006).
En este sentido, podemos afirmar que se constituyen en un factor
nuevo de desigualdad que se ha denominado "brecha digital". En una pri-
mera acepción, su definición se refirió a la divisoria entre quienes tenían y
quienes no poseían acceso a las TIC. Fue así constatada su existencia a
distintos niveles. Por ejemplo, a nivel global entre los distintos países, a
nivel de las regiones o al interior de los países, ciudades, etc.
Esta definición determinó políticas de expansión del acceso, y, por
tanto, de la infraestructura y la conectividad. Hicieron énfasis en la diná-
mica de los mercados, los procedimientos de gobierno y regulación de las
TIC y los servicios bajo el supuesto que el beneficio para los ciudadanos
era directo y, por lo tanto, se trataba sólo de brindarles acceso (Mansell,
R., 2002).
En América Latina esta situación se ha cumplido de igual forma,
pues las políticas se han dedicado a mejorar la infraestructura y el acceso a
las TIC. Este es un componente imprescindible de las políticas, pero resul-
ta insuficiente si lo que se pretende es que contribuyan a los procesos de
desarrollo. Por otra parte, constatan lo estudios realizados que las des-
igualdades sociales y económicas existentes condicionan la reducción de la
brecha digital, pues son causantes de la misma. Por otra parte, las diferen-
tes características culturales identitarias de la población constituyen otro
factor diferencial de aprovechamiento de las TIC. Por tanto, es necesario
evaluar, si la tecnología es la más adecuada para el grupo o comunidad en
cuestión, la estructura social y la cultura local (Finquelievich, S., 2003;
Mística, 2003).
A partir de estas precisiones, se comienza a utilizar el concepto de
"inclusión digital" para hacer referencia a las desigualdades sociales rela-
cionadas a las posibilidades de aprovechar las TIC para el desarrollo. En
las políticas implica dar prioridad a la apropiación de las TIC, atender las
necesidades de las comunidades y a hacer hincapié en la generación de
contenidos, conocimientos y capacidades de las personas para su uso. Se
trata de un concepto que concibe la multidimensionalidad de la brecha
digital (Gómez, R., Delgadillo, K. y Stoll, K., 2003; Mística, 2003).
En el mismo sentido, otras investigaciones demuestran que lo central no es la conectividad en sí misma sino para qué se usa. Un estudio
sobre la Sociedad de la Información y el Conocimiento en Cataluña consi-
dera el uso de Internet como un indicador de cambio cultural, mental y
organizativo en la sociedad más que como un elemento de difusión tecno-
lógica. Concluye que no es tan trascendente cuánta gente utiliza Internet,
sino el porqué y para qué la utilizan (Castells, M. et al., 2002).
Investigaciones sobre Internet en América Latina conceptualizaron los alcances de los distintos tipos de uso, definiendo el "uso con sentido" como el uso efectivo de recursos de Internet y su combinación con
otras herramientas de comunicación, lo que implica conocer las herramientas, saber cuándo y cuáles usar, en función de determinados objetivos individuales o colectivos. Requiere tener estrategias de uso y saber para qué se
quiere utilizar la tecnología. Este tipo de uso está condicionado por la capacidad y posibilidad de producir contenidos propios por acceder a información y conocimiento útil y en el propio idioma (Camacho, K., 2001).
La apropiación de Internet se consolida cuando el uso produce
cambios en el mundo real. Así, una persona, grupo o país se habrá apropiado de Internet, cuando pueda preguntarse qué problema desea resolver;
luego tenga los recursos y conocimientos necesarios para responder cómo
puede Internet ayudarlo con ello y, posteriormente, hacer un uso efectivo
de la tecnología y lograr la solución del problema planteado (Martínez, J.,
2001). Esta conclusión puede extrapolarse al uso de las TIC en general.
De acuerdo a lo anterior, el uso y la apropiación podrán ser individuales o
colectivos según contribuyan a objetivos y se obtengan logros de carácter
personal o de grupos, organizaciones o para la comunidad.
Otro factor de desarrollo y, por tanto, componente necesario a ser
considerado, es la democratización y la construcción de ciudadanía. La
difusión de información y conocimiento son factores, junto con el aumento
de posibilidades de comunicación, que han sido ampliamente reconocidos.
Sin embargo, sigue existiendo la "brecha democrática", según Norris
(2001), entre los que utilizan las TIC para participar e incidir en la vida
pública y los que no lo hacen. Consolidando la desigualdad en las posibilidades de incidencia en las decisiones y el destino de los procesos políticos
(Norris, P., 2001). En un mismo sentido, apuntan las afirmaciones acerca
de la importancia de la participación social para la democratización del
conocimiento. Participar en la elaboración de la política y en la ción de la propia tecnología son elementos que debieran ser tomados en
cuenta para reducir esta desigualdad (García Urea, S., 2007). Araya (2003)
plantea que para que los instrumentos tecnológicos puedan servir para el
empoderamiento y el desarrollo humano, es necesario que ellos mismos
puedan ser objeto de intervención por parte de quienes lo utilizan. En tal
sentido, las acciones deben orientarse a asegurar "las condiciones para que
los individuos, los grupos y las comunidades puedan participar activamente en la gestión y control de las tecnologías, medios y recursos de información y comunicación, asumiendo roles como emisores, productores y desarrolladores, tanto en forma individual como colectiva" (Araya, R., 2003:
4).
Todos estos aspectos confirman la multidimensionalidad de la
llamada brecha digital. Sus diversos niveles y dimensiones hacen necesario
un análisis complejo de su interacción con los procesos de desarrollo. Por
lo tanto, es fundamental destacar que la brecha digital es una consecuencia
de otras brechas de desarrollo, pero a la vez contribuye con la profundización de ellas (Afonso, C., 2006; Gascó-Hernández, M. et al.,
2007). Es así que se puede afirmar que hay una recursividad de la relación
entre TIC y desarrollo y que esta puede ser positiva o negativa. Siempre
que tendamos a reducir la brecha digital comprendida en un sentido
complejo o inclusión digital, se estará contribuyendo a disminuir las otras
brechas del desarrollo. Si no contribuimos a la reducción de la brecha
digital o si la entendemos en un sentido reduccionista, como una divisoria
entre quienes acceden y quienes no, se estarán reforzando también las
otras desigualdades existentes.
2. LAS POLÍTICAS PARA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL
CONOCIMIENTO EN URUGUAY
En Uruguay el consumo de tecnología ha aumentado, lo que se verifica en indicadores como "posesión de microcomputador", que ha crecido
sostenidamente desde el 2001 a esta parte, a mayor velocidad que el acceso
a Internet.
Desde hace décadas existen iniciativas orientadas a disminuir la
brecha digital, fundamentalmente proyectos orientados a los desfavorecidos de la sociedad. Sin embargo, estas han padecido discontinuidad y por
tanto fragmentación de las iniciativas. Luego de una primera iniciativa
para tener una política nacional de sociedad de la información con la creación del Comité Nacional para la Sociedad de la Información (2000), dependiente de la Presidencia de la República, se constata a partir del 2003 la
ausencia de acciones. Esta situación permitió el aumento de desigualdades
en un contexto de acelerado avance y expansión de las TIC a nivel mun-
dial. Los sectores pobres y vulnerables fueron los más afectados, aunque el
país siguió contando, con valores relativamente altos en la región en indi-
cadores y aspectos importantes para la utilización de TIC -infraestructura,
conectividad, etc.- (AGESIC, 2007).
El Plan Ceibal se inscribe en un conjunto de políticas e iniciativas
para la Sociedad de la Información y el Conocimiento que comienzan a
diseñarse e implementarse a partir de 2005 y se crea una nueva institucio-
nalidad. Dentro de las iniciativas más destacables está la creación de la
Agencia para el Gobierno de Gestión Electrónica y Sociedad de la Infor-
mación y el Conocimiento (AGESIC) y se elabora la Agenda Digital Uru-
guay 2008-2010 orientada al desarrollo y la inclusión social (AGESIC,
2008).
3. EL PLAN CEIBAL
Si bien, en infraestructura y en el acceso, el país tiene particulari-
dades que han hecho que estas sean buenas en el contexto latinoamericano
(www.itu.int), el Ceibal se suma para ampliar esta infraestructura con una
red inalámbrica paralela que cuenta con la empresa estatal ANTEL (Ad-
ministración Nacional de las Telecomunicaciones), como principal aliado.
El Plan de Conectividad Educativa de Informáticas Básica para el
Aprendizaje en Línea (Ceibal) no tiene precedentes a nivel mundial, pues
se trata de una política pública de carácter universal consistente en otor-
garle una laptop a cada niña, niño y docente de todas las escuelas públicas
del país, de primero a sexto año de primaria.
Basada en el proyecto One Laptop Per Child (OLPC) del Massa-
chussets Institute of Technology, la laptop que se les brinda, se denomina
XO y está especialmente diseñada para el uso infantil y educativo. Los
niños y niñas son los dueños del computador y por tanto lo llevan a sus
hogares. Algunas de sus funciones incluyen que se puedan conectar entre
sí, tiene conexión a Internet y contiene programas pensados con fines edu-
cativos. También se han incluido distintos mecanismos de seguridad tec-
nológicos e institucionales para garantizar que sea el beneficiario el que
reciba y use la máquina.
Los cometidos del Plan Ceibal, en término de plazos y cobertura,
están orientados por el compromiso del propio presidente de la República
(Presidencia de la República Oriental del Uruguay, 2007) y forman parte
de la Agenda Digital de Uruguay 2008-2010, cuyo primer objetivo señala:
"1. Objetivo: Proporcionar computadoras personales portátiles a todos
los alumnos/as y maestros/as de la educación pública, con el propósito de
facilitar el acceso de los/as uruguayos/as a la informática e Internet, y
como instrumento para mejorar la formación e incentivar la equidad so-
cial.
Meta: Dotar desde el Plan CEIBAL, de computadoras personales portáti-
les a todos los alumnos y docentes del Consejo de Educación Primaria de
todo el país, y formar a la totalidad de maestros en el uso educativo de las
mismas al 2010" (AGESIC, 2008).
El Plan como tal no estaba previsto ni anunciado en el Programa
del partido de Gobierno, ni previamente diseñado por técnicos o actores de
otra índole. Se trata de una iniciativa del presidente de la República quien
en su lanzamiento oficial lo presentó como una iniciativa para la inclusión
social. Se orientaría a facilitar la información computarizada, el trabajo en
red entre los hogares así como entre estos y los maestros y escuelas (Pre-
sidencia de la República Oriental del Uruguay, 2006).
En el lanzamiento del Plan, el presidente de la República señaló
que: "Nuestro objetivo estratégico es que todos los niños tengan acceso al
conocimiento informático en un marco de equidad. Así es que se estableció
que cada alumno y cada maestro de las Escuelas Públicas del país dispon-
gan de una computadora portátil especialmente diseñada para este fin"
(Presidencia de la República Oriental del Uruguay, 2006).
El Ceibal es dirigido por la Comisión Política, que está integrada
por representantes del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU);
Consejo Directivo Central (ANEP); Consejo de Educación Primaria
(CEP/ANEP); Administración Nacional de las Telecomunicaciones (AN-
TEL); Ministerio de Educación y Cultura (MEC); AGESIC (Agencia para
el Gobierno de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y el
Conocimiento); ANII (Agencia Nacional de la Innovación y la Investiga-
ción). Esta Comisión ha debido elaborar la estrategia durante la marcha y
a la vez atender los problemas operativos, la administración y gestión,
conformar los equipos, articular las iniciativas existentes, etc. Se han defi-
nido las orientaciones, cronogramas y acciones a ellas vinculadas como el
Proyecto Pedagógico que establece los lineamientos de trabajo en ese as-
pecto y cuyos objetivos generales son:
- Contribuir a la mejora de la calidad educativa mediante la integración de
tecnología al aula, al centro escolar y al núcleo familiar.
- Promover la igualdad de oportunidades para todos los alumnos de
Educación Primaria dotando de una computadora portátil a cada niño y
maestro.
- Desarrollar una cultura colaborativa en cuatro líneas: niño/niño;
niño/maestro; maestro/maestro y niño/familia/escuela.
- Promover la literacidad y criticidad electrónica en la comunidad
pedagógica atendiendo a los principios éticos.
Por otra parte, la tarea central que es la distribución de las laptop,
ha implicado un protocolo que se ha ido ajustando en sus aspectos tecno-
lógicos, administrativos y que ha derivado en una logística particular. De
acuerdo al Informe elevado al Parlamento en febrero del presente año
2009 (Martínez, D., 2009), este proceso ha contemplado las siguientes
actividades:
- Registro cartográfico y de georeferenciación de la totalidad de locales
escolares en todo el país.
- Relevamiento de la edificación de cada local y análisis de la mejor
condición de llegada de la señal de Internet. Diseño de distribución de
conectividad en el local y alrededores.
- Llamados a licitación, concursos de precios, negociaciones para
instalaciones de acuerdo a planos de diseño. Instalación de conexión de
Internet.
- Renovación a nuevo de instalación eléctrica, en muchos casos se renovó
la totalidad de la instalación.
- Licitaciones, llamados de precios y negociación para la compra de
equipos de conectividad, laptops, servidores, racks, etc. Instalación de
servidores, rack y reja de seguridad.
- Flasheo de cada máquina para instalación de contenidos preestablecidos,
instalación de software de seguridad etc.
- Rediseño de listados de matrícula por escuela a formatos digitales.
Identificación de cada máquina con registro de nombre del niño
destinatario, documento y escuela. Identificación codificada y numérica
para lectura digital o regular y seguimiento de trazabilidad.
- Capacitación a maestros y directores.
- Contacto con padres y comunidad.
- Entrega de máquinas a la escuela para que cada maestro entregue en su
clase a sus alumnos.
En el mismo Informe se afirma que:
"Estos pasos resumidos a su mínima expresión demandan de un trabajo
técnico y logístico de mucha sofisticación lo que permite tener un segui-
miento permanente de las máquinas, chequear su actividad en forma re-
mota, actualizar software de la misma forma, dar servicio técnico en red,
poder bloquear su funcionamiento en caso de robo, etc." (Martínez, D.,
2009).
A los efectos de los procedimientos para la adquisición de bienes y
servicios, el Plan se ha ajustado a las normas de los procesos de contrata-
ción del Estado (TOCAF). Esto no era necesario pues el LATU, que es el
organismo ejecutor, es "persona pública no estatal" y tiene libertad para
sus mecanismos de contratación. Sin embargo, y dado que se trata de fon-
dos públicos por cuenta y orden del Ministerio de Economía y Finanzas,
consideró necesario facilitar mecanismos de control interno y externos que
garantizaran la transparencia. Este criterio se mantuvo como política ge-
neral y los pliegos de las licitaciones o concursos de precios, han sido pu-
blicados en diarios y en la página web del LATU 1.
Este Plan comenzó a ejecutarse a mediados del 2007 con una expe-
riencia piloto en la escuela de un pequeño pueblo, Cardal. Luego continuó
con el resto del departamento y del país. Se ha cubierto la mitad del terri-
torio nacional para fines del 2008 lo que implica la distribución de 181.545
máquinas, aproximándose al 100% de las escuelas y restando sólo algunas
escuelas rurales que por su especificidad requerían de acciones particula-
res. El cronograma establecido prevé culminar el resto del país que incluye
Montevideo y el Área Metropolitana durante el 2009.
Otro componente interesante e innovador de esta política son las
iniciativas externas al Ceibal que han surgido desde otras políticas estata-
les, organizaciones de la sociedad civil y la Universidad. Cabe destacar dos
de ellas. La Red de Apoyo al Plan Ceibal (RapCeibal) está integrada por
más de doscientos ciudadanos, en su mayoría profesionales, en todo el país
que en forma voluntaria han realizado diversas acciones y actividades ten-
dientes a mejorar la eficiencia, fluidez y apropiación del Plan por parte de
los niños y niñas, las maestras y la población en general. Han participado
en la distribución de las máquinas, realizado cursos de capacitación a los
1
Hasta el momento se han adquirido, mediante estos mecanismos, 275.000 laptops, las 100.000
primeras adquiridas a 199 dólares americanos cada una y las 175.000 restantes a 175 dólares
americanos cada una (Martínez, D., 2009).
docentes en su uso, realizado talleres y otras acciones de carácter operati-
vo a nivel local (http://rapCEIBAL.blogspot.com/).
El otro caso de acciones externas al Plan ha sido el Proyecto Flor
de Ceibo. Se trata de una iniciativa del Rectorado de la Universidad de la
República. Este proyecto busca unir los cometidos de investigación, ense-
ñanza e investigación en torno a un trabajo de acompañamiento del Plan
Ceibal. Se comenzó a implementar en el 2008 a partir de un convenio con
el LATU, y contó con veinticinco docentes universitarios y cerca de tres-
cientos estudiantes de diversas disciplinas. Realizaron un trabajo con la
comunidad y las escuelas que implicó un relevamiento y diagnóstico de la
situación del plan en esos lugares, así como una diversidad de actividades
de trabajo conjunto. Para el 2009 se ampliará la cantidad de docentes a
sesenta y se ampliará a todo el país el trabajo (www.flordeceibo.edu.uy).
En síntesis, los aspectos indicados son algunos de los que dan
cuenta de la innovación en las políticas. Por un lado, está el trabajo con-
junto y articulado de distintos organismos estatales pero también con la
sociedad civil u organismos autónomos como la Universidad. A la vez se
registra un fuerte impulso a una política de inclusión digital así como ac-
ciones que no se reducen a aspectos tecnológicos sino que incluyen otras
iniciativas.
4. CEIBAL Y LA REDUCCIÓN DE LA BRECHA DIGITAL
Se puede sostener a partir de lo analizado hasta aquí, que Ceibal
tiene dos características centrales que se vinculan a su impacto sobre la
inclusión social. Una tiene que ver con su capacidad de abordaje de la mul-
tidimensionalidad de la brecha digital, y la otra con su perdurabilidad y
profundización. En tal sentido, los efectos se confirmarán en distintos
momentos, a corto, mediano y largo plazo.
No es posible abordar los efectos a largo plazo aún, pues deberá
culminar la ejecución del Plan y a la vez lograr su continuidad y medidas
para profundizarse. Estos tienen que ver con la modificación de algunas
variables estructurales, bajo la hipótesis, que el impacto fuerte en la inclu-
sión será cuando se hayan beneficiado del Ceibal varias generaciones y esto
signifique la adquisición de nuevas capacidades, de individuos más autó-
nomos, innovadores y con capacidad de aprender a aprender, creadores de
conocimiento y creativos así como otros posibles resultados positivos y de
fuerte impacto en las oportunidades de estos individuos.
Transcurridos dos años y con la mitad de la cobertura implemen-
tada, se pueden analizar los primeros cambios que se han producido a par-
tir del impacto del Ceibal en su momento de aplicación reciente.
A los efectos de medir lo ocurrido con la brecha digital, es necesa-
rio realizar más relevamientos empíricos que permitan cuantificar o al
menos caracterizar si hay reducción o cambios en la misma. En particular
estudiarlo a nivel de los hogares y la población en general. Una hipótesis
central para una agenda de investigación es que la brecha digital no se
reduce a la conectividad y, por tanto, el Plan entra en relación con otros
aspectos, tales como:
a) Las condiciones de vida en general como el nivel socio-económico, cul-
tural y educativo.
b) Las características de los usuarios como la edad, género y el lugar en el
que viven (por ejemplo, urbano o rural).
c) Está en interrelación con otras desigualdades o brechas de desarrollo
(ingresos, territoriales, educativas, etc.).
d) La capacidad de apropiación de las tecnologías para el desarrollo que
tiene que ver también con aspectos subjetivos de cómo visualizan la
tecnología y su potencialidad.
e) Los distintos tipos de uso, uso con sentido y grado de apropiación de la
computadora portátil, tanto individual como colectivo (el hogar y la
comunidad).
Sabemos que la capacidad de apropiación se asocia al nivel socio-
cultural de las personas, dentro de lo cual el nivel educativo es un factor
importante. Para que ello ocurra y de acuerdo a la revisión bibliográfica
reseñada más arriba, es fundamental que se estimule la apropiación y uso
con sentido, de forma tal que esta tecnología sea aprovechada para el desa-
rrollo.
En el caso del Ceibal, este proceso puede ser estudiado desde dis-
tintas perspectivas, por ejemplo, el estímulo en el ámbito educativo. Allí
los cursos a las maestras se han desarrollado, auque resultan aún insufi-
cientes para que se produzca a corto plazo un cambio en su desempeño con
TIC en el aula. No obstante, resultados de un trabajo de investigación
reciente dan cuenta de que este rol docente es fundamental para el estímu-
lo de los niños y niñas para el uso de la laptop (ANTEL, 2007).
De las primeras observaciones del uso de las laptops por parte de
los niños y niñas se deduce un uso y manejo inmediato de las mismas. Esto
incluso cambia rápidamente la relación con los docentes, pues los estudian-
tes son mucho más veloces en el aprendizaje e incluso se invierte la rela-
ción y enseñan al docente (Flor de Ceibo, 2009).
También la relación al interior del hogar recibe los impactos del
Ceibal, pues las laptop van con los niños al hogar y allí pueden ser usadas
por otros integrantes de la familia. En general, estas tienen conexión a
Internet, dependiendo de la cercanía o lejanía de la escuela, de algún servi-
dor wi-fi -hay en algunas plazas públicas- o de otra laptop -tienen un sis-
tema mesh en la que una computadora sirve de "puente" de conexión a
otras-. De una encuesta reciente empiezan a desprenderse algunas inciden-
cias en los bajos niveles de conectividad.
De acuerdo al informe de la encuesta El internauta uruguayo (Ra-
dar, 2009: 8):
"Entre 2001 y 2008 la penetración de PC en hogares creció 30% en Mon-
tevideo y 150% en el interior, supera el 90% en los hogares de nivel alto y
alcanza el 27% en los de nivel bajo. Uno de cada tres hogares con PC en
el interior, tiene computadora del Plan Ceibal y en uno de cada cinco es la
única computadora en el hogar. () en uno de cada tres hogares y en los
hogares de nivel bajo el 38% de los hogares tiene una del Plan Ceibal".
Más allá de que se constata una tendencia creciente de aumento
del PC en hogares uruguayos, en general, estos datos evidencian el aumen-
to en el acceso que el Plan Ceibal está permitiendo. Fundamentalmente, de
gran impacto en los sectores socio-económicos más bajos.
5. INFORMACIÓN SOBRE EL USO Y PERCEPCIÓN DEL IMPACTO
A partir de sus características, podemos sostener que el Plan Cei-
bal tiene como ámbito de influencia la escuela, las personas que integran el
hogar, la comunidad en términos de personas, organizaciones y los espa-
cios públicos. Estos ámbitos pueden adicionalmente incluir diversos im-
pactos como, por ejemplo, los aprendizajes de los niños en términos curri-
culares.
A partir de los primeros datos e información relevada se realiza a
continuación un análisis de la percepción de los cambios que han registra-
do los beneficiarios del Plan y los usos que le han dado a esta nueva
herramienta.
Se requiere de más investigación para saber, por ejemplo, en qué
medida los integrantes de los hogares están utilizando esta conectividad
para otras actividades que no sean las escolares o de los niños. También el
uso para fines comunitarios puede estar incidiendo, sobre todo en los pe-
queños pueblos y localidades que ni siquiera contaban con cibercafé. Tam-
bién la conexión con el mundo es impactante, pues el acceso a Internet
permite una interactividad con personas en todas partes del mundo. El
acceso a fuentes de información y conocimiento se ven potenciadas y su
impacto es más importante en los medios más desfavorecidos. Vale decir,
que aquellos que disponían de menos acceso a fuentes de información y
conocimiento son los más beneficiados.
Analizamos a continuación los cambios generados por el Plan a par-
tir de la percepción de la población beneficiaria.
Tabla 2. Percepción de cambios por parte
de la población comprendida en el Plan Ceibal
- Mira menos televisión.
- Mira la televisión y al mismo tiempo utiliza la XO.
- Se pelean menos.
- Pasan más tiempo en la casa, están menos en la calle.
- Se entretienen con la XO.
- Al principio hubo cambios, pero luego no.
- Aprenden más, más conocimientos.
- Se juntan en casas donde hay señal.
- Andan buscando señal por la calle.
- Se pelean por la XO, cuando uno no la tiene.
- No hubo cambios.
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas realizadas en el marco
del Proyecto "Impacto comunitario del Plan Ceibal", Comisión Secto-
rial de Investigación Científica, Universidad de la República, 2009 2.
Preguntados los adultos de los hogares cuyos niños habían recibi-
do la computadora, por los cambios positivos o negativos generados por el
Plan, se registran pocos cambios del segundo tipo. Por ejemplo, algunos
conflictos en torno al uso de la máquina. Asimismo, un entrevistado mani-
fiesta que no hubo cambios, pero el resto expresa cambios en diversos as-
pectos.
Manifiestan ciertos cambios en el comportamiento de los niños del
cual derivan cambios en la dinámica del hogar y del entorno (barrio). En el
cuadro de arriba se presentan algunos ejemplos de cambios señalados. La
competencia de la computadora frente a la televisión, ya es conocida.
También refiere a que no es excluyente, y se registra la conjunción de
ambos usos al mismo tiempo.
Se evidencian cambios en las dinámicas y los lugares de entrete-
nimiento de los niños, por un lado "están menos en la calle" pero, por otro,
buscan en la calle señal para conectarse a Internet.
2
Se trata de una investigación en sus primeras etapas. El trabajo de campo realizado consiste en 200 entrevistas estructuradas realizadas a los adultos de hogares en los cuales se implemento el Plan Ceibal. Para este análisis se utilizó únicamente las entrevistas realizadas en los barrios pobres de 16 localidades del país. Es así que estos datos reflejan los impactos en la población que se encontraba en peores condiciones socio-culturales de aprovechar el plan.
A su vez, surge la dimensión temporal, en términos de cómo al
principio estos cambios son más fuertes y luego comienzan a formar parte
del "paisaje" del lugar y la dinámica de los hogares y las prácticas de las
personas.
Indagando más cerca los cambios en el hogar, surgen algunos
otros elementos interesantes que dan cuenta de su alcance.
Tabla 3. Percepción de cambios en el hogar a partir de la implementación del Plan Ceibal
- Más unión en el hogar: interacción para enseñar - aprender, mostrar -
demostrar; sacarse fotos, etc.
- Deseos de utilizar la XO, y aprender sus funciones por todos los
integrantes.
- Los adultos están más tranquilos, rezongan menos.
- Los adultos rezongan más.
- Más tranquilidad de los niños.
- Están todo el día con la computadora.
- Se pelean entre ellos por la XO.
- Pelean menos.
- Dejaron la pelota y la TV, por XO.
- Hizo de vínculo entre los amigos de la escuela y la familia.
- Se gasta más electricidad.
- Menos relacionamiento.
- "Cuando se enoja nos dice que la computadora es de él y no nos presta".
- "Mi hijo no quiere que la usemos".
- Sólo sé prenderla, apagarla y cargarla.
- No hubo cambios.
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas realizadas en el marco del
Proyecto "Impacto comunitario del Plan Ceibal", Comisión Sectorial de In-
vestigación Científica, Universidad de la República, 2009.
Algunos entrevistados manifiestan que no hubo cambios. Habría
que profundizar en el análisis de esta afirmación. Existen indicios de que
esto puede deberse a que el niño no usa la laptop en la casa o que ningún
otro integrante la usa, muchas veces debido a la falta de conectividad -no
se tiene acceso a Internet- y por tanto pierde atracción.
La gran mayoría de los entrevistados expresa cambios en distintos
aspectos del hogar. Estos parten tanto de transformaciones en los vínculos
niño-adulto, como de actividades realizadas en el hogar. De estas manifes-
taciones se desprende también como es lógico, una intensificación de las
relaciones de carácter virtual, lo que algunos adultos perciben como "me-
nos relacionamiento", pues probablemente registren una disminución de
los encuentros presenciales. En este plano, se expresan algunos cambios en
las relaciones de carácter presencial, como es el caso del aumento de visitas
entre los niños en los distintos hogares, lo que da cuenta de un proceso en
sentido contrario.
Los cambios al interior del hogar también dan cuenta de un cam-
bio en las relaciones de poder a partir de quien conoce y sabe como se ma-
neja la máquina y quien no. Así los niños tienen ese poder de prestar la
máquina, enseñar a los adultos o no hacerlo. Esto abre una reflexión acerca
de en qué medida se habilita una reducción de la dimensión generacional
de la brecha digital.
Luego existen algunas afirmaciones de carácter contradictorio,
como que los adultos "rezongan" más o menos, los niños están más tran-
quilos o inquietos, etc. Estas afirmaciones dan cuenta de que los vínculos
conflictivos preexistentes, no sólo pueden no transformarse positivamente
sino que por el contrario, pueden ser reforzados mediante la introducción
de la XO.
A los efectos de abordar más en profundidad algunos de estos as-
pectos, tomaremos información presentada a partir de otro informe (Flor
de Ceibo, 2009). Se trata también de información a partir del trabajo en
barrios y localidades muy pobres del país.
En el cuadro de abajo se presentan los cambios vinculados a la co-
municación entre los niños. Del mismo se desprende que surgen iniciativas
y modalidades de comunicación que esta tecnología facilita. Por ejemplo, el
trabajo cooperativo, la cooperación, el intercambio horizontal, el aumento
de los intercambios son algunos de los elementos mencionados en este
sentido 3.
3
Información que se basa en la información relevada en entrevista y relevamiento realizado por
docentes universitarios del Proyecto Flor de Ceibo, en localidades y barrios pobres del Uru-
guay, en los que además se relevaban problemas de conectividad (Flor de Ceibo, 2009).
Tabla 4. Cuadro sobre cambios positivos en la comunicación entre pares
Cambio positivo
- Mayor diálogo y comunicación.
- Cooperan entre sí, se muestran lo que van descubriendo y aprendiendo en la
máquina.
- Siempre están interactuando.
- Chatean y escuchan música juntos.
- Colaboran, se ayudan, se prestan las XO.
- Cuando resuelven algún problema o encuentran algún sitio se transmite rápida-
mente.
- Las maestras hacen intercambio y planificación y aprenden entre ellas.
- Manejan muy bien la XO para trabajar en grupos.
- De solidaridad e intercambio.
- A través del chat y se forman grupos de respuestas.
- Relativamente poca, pero se da a través del chat. Nada de correo electrónico.
Fuente: Flor de Ceibo, 2009.4
Como ya se señaló, se evidencian también modificaciones en el en-
torno del hogar en tal sentido, interesan, por ejemplo, los elementos vincu-
lados a los impactos en los espacios públicos. Tal como se indica en el cua-
dro de más abajo, el "paisaje urbano" de las localidades y barrios se modifi-
ca, con la aparición de los niños con las XO. Más allá de que resulta pinto-
resco, tiene un fuerte impacto simbólico. En muchos casos se trata de ba-
rrios pobres y de sectores excluidos que están en posesión de uno de los
símbolos más importantes de modernidad.
Se desprende de algunas de las afirmaciones, la existencia de un
cambio importante en la integración entre espacio escolar, espacio barrial
y espacio hogareño. Los niños y adultos se acercan a la escuela fuera de su
horario -a contraturno-.
Información relevada por los docentes del proyecto Flor de Ceibo a partir de su trabajo de campo en escuelas de contexto crítico y con baja conectividad (Flor de Ceibo, 2009).
Tabla 5. Cuadro sobre cambios positivos
y negativos en el uso de los espacios públicos
Cambio positivo
- Aumento de los niños en el entorno de la escuela.
- Se dedican al manejo de la XO en las plazas donde existe conexión.
- Se acercan al perímetro de la escuela o van a las plazas de la ciudad cercanas a las escuelas céntricas.
- Niños/as y familias en las plazas y puerta de escuelas con las XO.
- Los niños se reúnen alrededor de la escuela y en el centro para conectarse. La escuela está ubicada a tres cuadras del centro y allí hay varios puntos con conectividad.
- Se ve que los estudiantes aparecen más a menudo en lugares públicos con las XO.
- Se quedan o van a la escuela a contraturno para conectarse.
- Se utilizan todos los espacios posibles donde hay conectividad, por parte de la familia y los niños.
- En la docencia hay un cambio, en el sentido de "aula cerrada" a "aula abierta" pues se establecieron actividades fuera del salón, buscando conectividad y juegos con la XO.
- Se comparte con los vecinos y las escuelas con conectividad.
Cambio negativo
- "Feo ambiente" en el entorno de la escuela de tardecita y noche por conectividad.
Director decide apagar el servidor fuera de horario escolar.
- Tienen que ir al centro o a otra escuela para poder conectarse.
- Entran a la escuela cuando está cerrada para tener acceso a la red.
- No se perciben hasta el momento.
- Gran parte de las XO se encuentran inactivas.
- No tienen acceso a Internet ni en la escuela ni en el barrio.
- Vivimos en el campo y ahora no van a la casa de otros niños.
Fuente: Flor de Ceibo, 2009.
En general son pocos los cambios negativos percibidos por la po-
blación. De acuerdo a la información presentada en el cuadro, los elemen-
tos negativos son déficit del Plan, como, por ejemplo, no tener conexión a
Internet. No obstante, hay dos elementos negativos señalados que resultan
importantes. Por un lado, el acercamiento entre la escuela y la población
aparece con elementos negativos, seguramente debido a las características
de los barrios -contexto socio-económico crítico-. Se refleja en que esta
institución se ha visto en muchos casos afectada negativamente por los
problemas sociales (violencia, delincuencia, etc.). Un segundo aspecto es la
relación entre la comunicación presencial y la virtual. También aquí es
señalado como un factor negativo la sustitución de una por otra.
Para finalizar, se analizan aquí las características de los usos de las
XO. El tipo de uso da cuenta del grado de aprovechamiento de la misma,
brinda algunos elementos negativos y positivos, así como potencialidades.
Antes de tomar en consideración los distintos elementos, es muy
relevante, tener en cuenta el tiempo de exposición de los niños a la XO, es
decir, cuánto tiempo ha transcurrido desde la llegada del Plan al lugar. Las
prácticas y usos tienen una clara y evidente modificación con el transcurso
del tiempo, como también lo tiene el conocimiento y las percepciones de
los involucrados.
En el cuadro que sigue se listan algunos usos relevados en los
hogares. Dado que la metodología no apunta a la representatividad de la
información relevada, se trata de una lista que no es exhaustiva. De ella se
desprenden usos muy similares a los encontrados en estudios sobre usos
de la informática e Internet (Radar, 2009). Quizá por las características del
Plan, encontremos aquí un uso educativo mayor. No obstante, el uso más
reiterado es el entretenimiento. De hecho, muchos de los entrevistados
señalan que este es el único uso que se le da a la maquina.
Por tratarse de poblaciones que no tienen acceso a muchos de los
bienes y servicios de creación reciente, y en particular los vinculados a la
tecnología, poder consultar fuentes diversas de información, acceder a
música, tener una cámara de fotos que además es digital, acceder a juegos
electrónicos, y todos los tipos de usos señalados, constituyen un factor de
altísimo impacto. Algunos de ellos conocían la tecnología por contar cerca
con un cibercafé, pero muchos no. Menos aún estaba dentro de sus posibi-
lidades adquirir esta tecnología para el hogar.
Se trata de una apertura al mundo, desde localidades y barrios con
poco vínculo al mundo externo, salvo por las imágenes de la televisión.
Esta apertura brinda oportunidades para el desarrollo, pero también ofrece
vínculos negativos como es el ejemplo mencionado del acceso a material
pornográfico.
Tabla 6. Usos relevados de las XO
por parte de los niños y otros integrantes del hogar
- Búsqueda de información en Internet para la escuela.
- Juegos, música y entretenimiento en general.
- Comunicación, sobre todo chat.
- Sacar fotos.
- Para producir texto.
- La usa sólo para entretenimiento.
- Mayormente la usa en la escuela para hacer tareas.
- La usa para generar conocimiento.
- "Leo el diario en internet".
- Entrada a páginas pornográficas.
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas realizadas en el
marco del Proyecto "Impacto comunitario del Plan Ceibal", Comi-
sión Sectorial de Investigación Científica, Universidad de la Re-
pública, 2009.
Corresponde en primer lugar mencionar en relación al uso, la ca-
pacidad y velocidad con que estos niños de barrios marginados aprenden a
usar la tecnología. Esto es indicado por los entrevistados que no dudan en
señalar que "la usan a la perfección", refiriéndose a la XO.
Como se indica en el Informe de Flor de Ceibo (2009), no sólo uti-
lizan los juegos que trae la XO sino que bajan de Internet. Esto da cuenta
de que desarrollan estrategias de búsqueda y uso. Esto se repite para la
música y la comunicación en general -chat, correo electrónico, facebook o
blog-.
En este Informe (Flor de Ceibo, 2009: 53) se señala también que:
"En relación a los programas que ya traen las máquinas instalados, los
más usados por los niños son: write, turtle, tam tam, record, paint, speed
y etoys, aunque por lo general lo relacionan con las actividades de clase,
al igual que las búsquedas en internet de material de estudio. Los maes-
tros enfatizan los objetivos educativos como determinantes del uso que le
dan a la XO, generando actividades a partir de los juegos o los distintos programas que tiene la máquina".
Finalmente, cabe realizar algunos comentarios relacionados a la
evolución de los usos en el tiempo.
Tal y como se desprende de esta cita y de la información que ya se
ha consignado más arriba, ocurre un fenómeno inicial de entusiasmo debi-
do a la novedad que luego se apacigua, y deriva en procesos diversos y
específicos. Por un lado, hay un fenómeno de acostumbramiento o integra-
ción de la tecnología a la vida cotidiana en forma rutinaria, luego que ha
pasado el primer momento inicial de curiosidad y sorpresa.
En palabras de los entrevistados, en varias respuestas a la pregun-
ta de si ha cambiado el uso: "al principio estaban entusiasmados o la usa-
ban mucho"; "pasó de un uso intenso a menor uso"; "ahora la usa menos".
Sin embargo, también se registran respuestas respecto del aumento del
tiempo de uso. Sin embargo, a partir de un análisis más minucioso se puede
sostener que también hay un cambio en el tipo de usos. Una madre señala-
ba:
"Se usa cada vez más, primero se usó en la escuela para aprender su uso pero 'con miedo de romperla' y después de superar esos temores se usa cada vez más. En el caso de esta familia fue muy útil. La usamos también
para bajar planos para la cooperativa de viviendas que integramos".
En este sentido, es importante quizá profundizar en el tipo de uso.
Para qué la utilizan, y cómo esto va cambiando con el tiempo y quiénes son
los que hacen uno u otro uso. Varios entrevistados responden también que
ahora utilizan más programas, funciones o diversidad de usos, a la vez que
otros indican que no la usan más porque está rota, bloqueada, etc.
En suma, los usos son los que más motivan a los niños de edad
escolar constatados en otros estudios. Quizá encontramos aquí un uso
mayor para los estudios, por la naturaleza del Plan Ceibal. Si bien, se cons-
tata una disminución en la intensidad de uso desde la llegada del Plan y
luego de transcurridos unos meses, no se puede afirmar lo mismo sobre la
calidad o el tipo de uso. Es probable que algunos de los niños profundicen
en el aprovechamiento, uso con sentido y apropiación para su desarrollo
mientras que otros la vean estancada.
6. A MODO DE CIERRE ALGUNAS INTERROGANTES
El "un niño, una computadora" está siendo realidad en Uruguay, a
través de la escuela pública primaria, y se denominó Ceibal, lo que
constituye una innovación importante para el país, pero, también, a nivel
mundial en términos de políticas para la sociedad de la información y la
inclusión digital. El Plan está en curso y aún no es posible evaluar su
impacto en su totalidad. Se requiere de estudios y datos adicionales para
esto, además de dejar transcurrir un tiempo prudente. Existen desafíos
importantes para que sea un programa que contribuya al desarrollo y no se
reduzca a una política tecnologicista de mera conectividad.
Una de las virtudes del Ceibal es que fue creado como una política
para la inclusión social y fue impulsado desde el más alto nivel político.
Esto plantea preguntas respecto a las transformaciones del mismo, su al-
cance en términos de inclusión digital, de aprovechamiento para el desa-
rrollo, para mejorar los aprendizajes, para el uso no sólo por parte de los
niños y niñas sino de otros integrantes del hogar y la comunidad.
Dado que no estaba previsto en el programa de gobierno, ni en la
agenda política, no tenía diseñada su estrategia ni estaba pensada su im-
plementación. Este aspecto surge como un primer elemento problemático,
desde el punto de vista operativo para concretar o hacer efectiva la ejecu-
ción política. También desde el punto de vista institucional, en términos de
definición conceptual y disciplinar, todo se ha ido definiendo y consolidan-
do sobre la marcha -a la vez que se implementaba la política-. Un tercer
aspecto es el riesgo de que, dada esta configuración de la política, los resul-
tados del Ceibal se limiten a la reducción de la brecha de conectividad pero
no de otras relacionadas al uso con sentido, la apropiación o el aprovecha-
miento con fines de desarrollo y, por tanto, que no contribuya a reducir
otras brechas o desigualdades sociales, culturales, económicas, etc.
A tales efectos, debieran registrarse más acciones tendientes a am-
pliar las oportunidades de las personas, grupos o comunidades a los efectos
de desencadenar procesos de apropiación de la tecnología. Hay iniciativas
en curso pero debe profundizarse mucho más para que guarde relación con
el alcance ambicioso que tiene la política, lo que se transforma en un con-
junto de desafíos. Los hogares, la comunidad, los adultos y los distintos
organismos del Estado y organizaciones sociales pueden apropiarse de la
herramienta para distintos fines, pues está en la casa de los niños fuera del
horario escolar.
A partir de los datos analizados, vemos que es aún restringida la
producción de contenidos digitales. Es necesario potenciar esta dimensión
por parte de todos los que acceden al mismo, niños, maestras, padres,
hermanos y población en general. Por supuesto, el primer objetivo es el
uso, y uno de los beneficios para aprovechar es el acceso a la información y
el conocimiento que Internet brinda. Sin embargo, también deberán
profundizarse en las nuevas generaciones los productores de contenidos -
de información y conocimiento- lo que permitirá verse reflejados cultural y
lingüísticamente en Internet. Esto pasa en gran medida por avanzar en los
usos y profundizar en procesos de apropiación.
Potenciar y estimular el uso con sentido de la tecnología implica
también brindar contenidos y servicios de utilidad tanto para niños/as
como adultos. Potenciar las capacidades para que la explotación de esta
tecnología sea cada vez más "inteligente" y productiva para mejorar la
calidad de vida de la población -satisfaciendo necesidades, para resolver
problemas, para abrir oportunidades- debe ser el próximo paso importante
desde el punto de vista de las acciones de esta política. Este puede ser im-
plementado tanto desde el ámbito escolar y referido a la actividad de
aprendizaje de niños y niñas, pero también desde otros ámbitos y dirigido
a los usos en el hogar (servicios, vínculos con el sector productivo, el em-
pleo, las gestiones del Estado, culturales, etc.).
Todos estos elementos constituyen hoy hipótesis, en términos de
la reducción de la brecha digital en su acepción compleja que requieren de
una profundización en el análisis de la evidencia empírica que surja de
nuevos datos sobre esta realidad. Ya existen datos que demuestran un
gran impacto en la reducción de la brecha de acceso a conectividad.
Asimismo, los beneficiarios manifiestan su satisfacción con el Plan en
términos que dan cuenta de que se sienten incluidos, en un mundo que
hasta hace poco les era inalcanzable. Por otra parte, los usos relevados dan
cuenta de una utilización de la tecnología por parte de las nuevas
generaciones de la que resulta fácil sostener que significará una capacidad
nueva que les abrirá nuevas oportunidades a mediano y largo plazo. Pero,
más aún, los lugares donde se recogió la información son los más excluidos
de los beneficios de estas tecnologías, por tanto este acceso tiene un
impacto grande a corto plazo, pues les ha permitido una ventana al mundo,
una movilidad en forma generalizada, que no tenían ni era previsible que
tuvieran.
Para finalizar, corresponde sostener una agenda de investigación
que permita avanzar en el conocimiento de esta experiencia original, en
tanto política universal para la sociedad de la información y para la
inclusión digital. De esta forma se podrán contrastar nuevas hipótesis
sobre los procesos en curso.
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PARA CITAR ESTE TRABAJO EN BIBLIOGRAFÍAS:
RIVOIR CABRERA, Ana Laura (2009): "Innovación para la inclusión digital. El
plan Ceibal en Uruguay", Mediaciones Sociales. Revista de Ciencias Sociales y de
la Comunicación, nº 4, primer semestre de 2009, pp. 51-63. ISSN electrónico: 1989-
0494. Universidad Complutense de Madrid.
Disponible en: http://www.ucm.es/info/mediars
(*)
La autora
Ana Laura Rivoir nació en 1968, en Montevideo; casada y tiene tres hijos.
Es licenciada en Sociología, graduada en la Facultad de Ciencias Sociales
(Universidad de la República), con Maestría en Desarrollo Regional y Lo-
cal en la Universidad Católica del Uruguay. Candidata a doctora y máster
por el programa de doctorado sobre Sociedad de la Información y el Cono-
cimiento, Universidad Oberta de Catalunya (España). Es investigadora y
profesora del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Socia-
les de la Universidad de la República del Uruguay. Coordinadora del Ober-
vaTIC de la misma Facultad. Integra el Grupo de Trabajo del Consejo Lati-
noamericano de Ciencias Sociales sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad,
así como otras redes y grupos académicos.
Ha participado en varios proyectos de investigación en la Universidad de la
República y otras instituciones nacionales y extranjeras. Ha recibido becas
y premios del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)
(1999), y del Programa Gestión de las Transformaciones Sociales (Most) de
la UNESCO (2002), así como del Fondo Nacional de Investigadores de
Uruguay (2005 y 2008). Ha participado en múltiples congresos nacionales e
internacionales.
Ceibal en Uruguay
Ana Laura Rivoir Cabrera(*)
Universidad de la República Oriental del Uruguay - Uruguay
Resumen
En América Latina ha predominado un enfoque ecnologicista en las políticaspara la Sociedad de la Información y el Conocimiento y para el análisis de la brecha digital. Interesa aquí analizar en qué medida las políticas recientes en Uruguay, innovan o mantienen dicho patrón. Se analiza en este artículo, cuáles son las características, alcances y limitaciones que tiene el Plan Ceibal para revertir la brecha digital, a través de la distribución de laptops en las escuelas públicas de todo el país en la búsqueda de inclusión social. Se presentarán algunoshallazgos en base a una investigación en curso.
Palabras clave: sociedad de la información, brecha digital, inclusión digital.
Mediaciones Sociales, NÀ 4, I semestre 2009, pp. 51-63. ISSN electrónico: 1989-0494.
1. SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO CON
APROPIACIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS PARA EL DESARROLLO
El desarrollo es un proceso que consiste en expandir las
capacidades y libertades humanas e implica la acción deliberada de los
individuos para su consecución (Sen, A., 2000). Se trata de un proceso
multidimensional no lineal, que depende de una trayectoria histórica
específica y que implica cambios en la producción y la tecnología, así como
en las instituciones sociales y económicas (Arocena, R. y Sutz, J., 2003).
La tecnología es inherente a todos los procesos de desarrollo y ha
significado, a lo largo de la historia de la humanidad, un aumento de las
capacidades globalmente concebidas. De hecho, si el desarrollo consiste
fundamentalmente en la ampliación progresiva de las capacidades
humanas, el conocimiento es una de las principales y las TIC un medio
privilegiado para la producción y difusión del mismo. En tal sentido, en la
actualidad, las TIC atañen a aspectos esenciales de la vida humana y por lo
tanto puede considerarse su uso un derecho (Accuosto, P. y Johnson, N.,
2004; Cortes, J. J. y Dubois, A., 2005; PNUD, 2001).
Las sociedades latinoamericanas tienen muchas dificultades
estructurales para encaminar sus procesos de desarrollo sostenido a través
de procesos de inclusión social. Los problemas en la educación, en la
organización y gestión del Estado, problemas económicos y productivos,
entre otros, son factores analizados en la literatura académica.
Actualmente, se suman a este déficit las posibilidades de aprovechamiento
de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Estas son
tan importantes para el desarrollo, como en otro momento lo fue la
aparición de la energía eléctrica (Castells, M., 2005; PNUD, 2005;
Calderón, F., 2003).
Las TIC han facilitado la difusión de los conocimientos científicos,
lo que ha repercutido en la mejora de la calidad de vida de la población y
han potenciado la cantidad de información y la velocidad con la que la
misma se comunica. Asimismo, han producido una revolución en el ámbito
financiero, comercial y empresarial. Sin embargo, sus resultados en los
procesos de desarrollo y, en particular, su utilización con fines de
desarrollo social ha sido deficiente. Intereses económicos y de propiedad,
capacidades desiguales de partida, desigualdades sociales y de poder
preexistentes, etc, son algunos de los factores estructurales que impiden
su aprovechamiento (PNUD, 2001; PNUD 2006).
En este sentido, podemos afirmar que se constituyen en un factor
nuevo de desigualdad que se ha denominado "brecha digital". En una pri-
mera acepción, su definición se refirió a la divisoria entre quienes tenían y
quienes no poseían acceso a las TIC. Fue así constatada su existencia a
distintos niveles. Por ejemplo, a nivel global entre los distintos países, a
nivel de las regiones o al interior de los países, ciudades, etc.
Esta definición determinó políticas de expansión del acceso, y, por
tanto, de la infraestructura y la conectividad. Hicieron énfasis en la diná-
mica de los mercados, los procedimientos de gobierno y regulación de las
TIC y los servicios bajo el supuesto que el beneficio para los ciudadanos
era directo y, por lo tanto, se trataba sólo de brindarles acceso (Mansell,
R., 2002).
En América Latina esta situación se ha cumplido de igual forma,
pues las políticas se han dedicado a mejorar la infraestructura y el acceso a
las TIC. Este es un componente imprescindible de las políticas, pero resul-
ta insuficiente si lo que se pretende es que contribuyan a los procesos de
desarrollo. Por otra parte, constatan lo estudios realizados que las des-
igualdades sociales y económicas existentes condicionan la reducción de la
brecha digital, pues son causantes de la misma. Por otra parte, las diferen-
tes características culturales identitarias de la población constituyen otro
factor diferencial de aprovechamiento de las TIC. Por tanto, es necesario
evaluar, si la tecnología es la más adecuada para el grupo o comunidad en
cuestión, la estructura social y la cultura local (Finquelievich, S., 2003;
Mística, 2003).
A partir de estas precisiones, se comienza a utilizar el concepto de
"inclusión digital" para hacer referencia a las desigualdades sociales rela-
cionadas a las posibilidades de aprovechar las TIC para el desarrollo. En
las políticas implica dar prioridad a la apropiación de las TIC, atender las
necesidades de las comunidades y a hacer hincapié en la generación de
contenidos, conocimientos y capacidades de las personas para su uso. Se
trata de un concepto que concibe la multidimensionalidad de la brecha
digital (Gómez, R., Delgadillo, K. y Stoll, K., 2003; Mística, 2003).
En el mismo sentido, otras investigaciones demuestran que lo central no es la conectividad en sí misma sino para qué se usa. Un estudio
sobre la Sociedad de la Información y el Conocimiento en Cataluña consi-
dera el uso de Internet como un indicador de cambio cultural, mental y
organizativo en la sociedad más que como un elemento de difusión tecno-
lógica. Concluye que no es tan trascendente cuánta gente utiliza Internet,
sino el porqué y para qué la utilizan (Castells, M. et al., 2002).
Investigaciones sobre Internet en América Latina conceptualizaron los alcances de los distintos tipos de uso, definiendo el "uso con sentido" como el uso efectivo de recursos de Internet y su combinación con
otras herramientas de comunicación, lo que implica conocer las herramientas, saber cuándo y cuáles usar, en función de determinados objetivos individuales o colectivos. Requiere tener estrategias de uso y saber para qué se
quiere utilizar la tecnología. Este tipo de uso está condicionado por la capacidad y posibilidad de producir contenidos propios por acceder a información y conocimiento útil y en el propio idioma (Camacho, K., 2001).
La apropiación de Internet se consolida cuando el uso produce
cambios en el mundo real. Así, una persona, grupo o país se habrá apropiado de Internet, cuando pueda preguntarse qué problema desea resolver;
luego tenga los recursos y conocimientos necesarios para responder cómo
puede Internet ayudarlo con ello y, posteriormente, hacer un uso efectivo
de la tecnología y lograr la solución del problema planteado (Martínez, J.,
2001). Esta conclusión puede extrapolarse al uso de las TIC en general.
De acuerdo a lo anterior, el uso y la apropiación podrán ser individuales o
colectivos según contribuyan a objetivos y se obtengan logros de carácter
personal o de grupos, organizaciones o para la comunidad.
Otro factor de desarrollo y, por tanto, componente necesario a ser
considerado, es la democratización y la construcción de ciudadanía. La
difusión de información y conocimiento son factores, junto con el aumento
de posibilidades de comunicación, que han sido ampliamente reconocidos.
Sin embargo, sigue existiendo la "brecha democrática", según Norris
(2001), entre los que utilizan las TIC para participar e incidir en la vida
pública y los que no lo hacen. Consolidando la desigualdad en las posibilidades de incidencia en las decisiones y el destino de los procesos políticos
(Norris, P., 2001). En un mismo sentido, apuntan las afirmaciones acerca
de la importancia de la participación social para la democratización del
conocimiento. Participar en la elaboración de la política y en la ción de la propia tecnología son elementos que debieran ser tomados en
cuenta para reducir esta desigualdad (García Urea, S., 2007). Araya (2003)
plantea que para que los instrumentos tecnológicos puedan servir para el
empoderamiento y el desarrollo humano, es necesario que ellos mismos
puedan ser objeto de intervención por parte de quienes lo utilizan. En tal
sentido, las acciones deben orientarse a asegurar "las condiciones para que
los individuos, los grupos y las comunidades puedan participar activamente en la gestión y control de las tecnologías, medios y recursos de información y comunicación, asumiendo roles como emisores, productores y desarrolladores, tanto en forma individual como colectiva" (Araya, R., 2003:
4).
Todos estos aspectos confirman la multidimensionalidad de la
llamada brecha digital. Sus diversos niveles y dimensiones hacen necesario
un análisis complejo de su interacción con los procesos de desarrollo. Por
lo tanto, es fundamental destacar que la brecha digital es una consecuencia
de otras brechas de desarrollo, pero a la vez contribuye con la profundización de ellas (Afonso, C., 2006; Gascó-Hernández, M. et al.,
2007). Es así que se puede afirmar que hay una recursividad de la relación
entre TIC y desarrollo y que esta puede ser positiva o negativa. Siempre
que tendamos a reducir la brecha digital comprendida en un sentido
complejo o inclusión digital, se estará contribuyendo a disminuir las otras
brechas del desarrollo. Si no contribuimos a la reducción de la brecha
digital o si la entendemos en un sentido reduccionista, como una divisoria
entre quienes acceden y quienes no, se estarán reforzando también las
otras desigualdades existentes.
2. LAS POLÍTICAS PARA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL
CONOCIMIENTO EN URUGUAY
En Uruguay el consumo de tecnología ha aumentado, lo que se verifica en indicadores como "posesión de microcomputador", que ha crecido
sostenidamente desde el 2001 a esta parte, a mayor velocidad que el acceso
a Internet.
Desde hace décadas existen iniciativas orientadas a disminuir la
brecha digital, fundamentalmente proyectos orientados a los desfavorecidos de la sociedad. Sin embargo, estas han padecido discontinuidad y por
tanto fragmentación de las iniciativas. Luego de una primera iniciativa
para tener una política nacional de sociedad de la información con la creación del Comité Nacional para la Sociedad de la Información (2000), dependiente de la Presidencia de la República, se constata a partir del 2003 la
ausencia de acciones. Esta situación permitió el aumento de desigualdades
en un contexto de acelerado avance y expansión de las TIC a nivel mun-
dial. Los sectores pobres y vulnerables fueron los más afectados, aunque el
país siguió contando, con valores relativamente altos en la región en indi-
cadores y aspectos importantes para la utilización de TIC -infraestructura,
conectividad, etc.- (AGESIC, 2007).
El Plan Ceibal se inscribe en un conjunto de políticas e iniciativas
para la Sociedad de la Información y el Conocimiento que comienzan a
diseñarse e implementarse a partir de 2005 y se crea una nueva institucio-
nalidad. Dentro de las iniciativas más destacables está la creación de la
Agencia para el Gobierno de Gestión Electrónica y Sociedad de la Infor-
mación y el Conocimiento (AGESIC) y se elabora la Agenda Digital Uru-
guay 2008-2010 orientada al desarrollo y la inclusión social (AGESIC,
2008).
3. EL PLAN CEIBAL
Si bien, en infraestructura y en el acceso, el país tiene particulari-
dades que han hecho que estas sean buenas en el contexto latinoamericano
(www.itu.int), el Ceibal se suma para ampliar esta infraestructura con una
red inalámbrica paralela que cuenta con la empresa estatal ANTEL (Ad-
ministración Nacional de las Telecomunicaciones), como principal aliado.
El Plan de Conectividad Educativa de Informáticas Básica para el
Aprendizaje en Línea (Ceibal) no tiene precedentes a nivel mundial, pues
se trata de una política pública de carácter universal consistente en otor-
garle una laptop a cada niña, niño y docente de todas las escuelas públicas
del país, de primero a sexto año de primaria.
Basada en el proyecto One Laptop Per Child (OLPC) del Massa-
chussets Institute of Technology, la laptop que se les brinda, se denomina
XO y está especialmente diseñada para el uso infantil y educativo. Los
niños y niñas son los dueños del computador y por tanto lo llevan a sus
hogares. Algunas de sus funciones incluyen que se puedan conectar entre
sí, tiene conexión a Internet y contiene programas pensados con fines edu-
cativos. También se han incluido distintos mecanismos de seguridad tec-
nológicos e institucionales para garantizar que sea el beneficiario el que
reciba y use la máquina.
Los cometidos del Plan Ceibal, en término de plazos y cobertura,
están orientados por el compromiso del propio presidente de la República
(Presidencia de la República Oriental del Uruguay, 2007) y forman parte
de la Agenda Digital de Uruguay 2008-2010, cuyo primer objetivo señala:
"1. Objetivo: Proporcionar computadoras personales portátiles a todos
los alumnos/as y maestros/as de la educación pública, con el propósito de
facilitar el acceso de los/as uruguayos/as a la informática e Internet, y
como instrumento para mejorar la formación e incentivar la equidad so-
cial.
Meta: Dotar desde el Plan CEIBAL, de computadoras personales portáti-
les a todos los alumnos y docentes del Consejo de Educación Primaria de
todo el país, y formar a la totalidad de maestros en el uso educativo de las
mismas al 2010" (AGESIC, 2008).
El Plan como tal no estaba previsto ni anunciado en el Programa
del partido de Gobierno, ni previamente diseñado por técnicos o actores de
otra índole. Se trata de una iniciativa del presidente de la República quien
en su lanzamiento oficial lo presentó como una iniciativa para la inclusión
social. Se orientaría a facilitar la información computarizada, el trabajo en
red entre los hogares así como entre estos y los maestros y escuelas (Pre-
sidencia de la República Oriental del Uruguay, 2006).
En el lanzamiento del Plan, el presidente de la República señaló
que: "Nuestro objetivo estratégico es que todos los niños tengan acceso al
conocimiento informático en un marco de equidad. Así es que se estableció
que cada alumno y cada maestro de las Escuelas Públicas del país dispon-
gan de una computadora portátil especialmente diseñada para este fin"
(Presidencia de la República Oriental del Uruguay, 2006).
El Ceibal es dirigido por la Comisión Política, que está integrada
por representantes del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU);
Consejo Directivo Central (ANEP); Consejo de Educación Primaria
(CEP/ANEP); Administración Nacional de las Telecomunicaciones (AN-
TEL); Ministerio de Educación y Cultura (MEC); AGESIC (Agencia para
el Gobierno de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y el
Conocimiento); ANII (Agencia Nacional de la Innovación y la Investiga-
ción). Esta Comisión ha debido elaborar la estrategia durante la marcha y
a la vez atender los problemas operativos, la administración y gestión,
conformar los equipos, articular las iniciativas existentes, etc. Se han defi-
nido las orientaciones, cronogramas y acciones a ellas vinculadas como el
Proyecto Pedagógico que establece los lineamientos de trabajo en ese as-
pecto y cuyos objetivos generales son:
- Contribuir a la mejora de la calidad educativa mediante la integración de
tecnología al aula, al centro escolar y al núcleo familiar.
- Promover la igualdad de oportunidades para todos los alumnos de
Educación Primaria dotando de una computadora portátil a cada niño y
maestro.
- Desarrollar una cultura colaborativa en cuatro líneas: niño/niño;
niño/maestro; maestro/maestro y niño/familia/escuela.
- Promover la literacidad y criticidad electrónica en la comunidad
pedagógica atendiendo a los principios éticos.
Por otra parte, la tarea central que es la distribución de las laptop,
ha implicado un protocolo que se ha ido ajustando en sus aspectos tecno-
lógicos, administrativos y que ha derivado en una logística particular. De
acuerdo al Informe elevado al Parlamento en febrero del presente año
2009 (Martínez, D., 2009), este proceso ha contemplado las siguientes
actividades:
- Registro cartográfico y de georeferenciación de la totalidad de locales
escolares en todo el país.
- Relevamiento de la edificación de cada local y análisis de la mejor
condición de llegada de la señal de Internet. Diseño de distribución de
conectividad en el local y alrededores.
- Llamados a licitación, concursos de precios, negociaciones para
instalaciones de acuerdo a planos de diseño. Instalación de conexión de
Internet.
- Renovación a nuevo de instalación eléctrica, en muchos casos se renovó
la totalidad de la instalación.
- Licitaciones, llamados de precios y negociación para la compra de
equipos de conectividad, laptops, servidores, racks, etc. Instalación de
servidores, rack y reja de seguridad.
- Flasheo de cada máquina para instalación de contenidos preestablecidos,
instalación de software de seguridad etc.
- Rediseño de listados de matrícula por escuela a formatos digitales.
Identificación de cada máquina con registro de nombre del niño
destinatario, documento y escuela. Identificación codificada y numérica
para lectura digital o regular y seguimiento de trazabilidad.
- Capacitación a maestros y directores.
- Contacto con padres y comunidad.
- Entrega de máquinas a la escuela para que cada maestro entregue en su
clase a sus alumnos.
En el mismo Informe se afirma que:
"Estos pasos resumidos a su mínima expresión demandan de un trabajo
técnico y logístico de mucha sofisticación lo que permite tener un segui-
miento permanente de las máquinas, chequear su actividad en forma re-
mota, actualizar software de la misma forma, dar servicio técnico en red,
poder bloquear su funcionamiento en caso de robo, etc." (Martínez, D.,
2009).
A los efectos de los procedimientos para la adquisición de bienes y
servicios, el Plan se ha ajustado a las normas de los procesos de contrata-
ción del Estado (TOCAF). Esto no era necesario pues el LATU, que es el
organismo ejecutor, es "persona pública no estatal" y tiene libertad para
sus mecanismos de contratación. Sin embargo, y dado que se trata de fon-
dos públicos por cuenta y orden del Ministerio de Economía y Finanzas,
consideró necesario facilitar mecanismos de control interno y externos que
garantizaran la transparencia. Este criterio se mantuvo como política ge-
neral y los pliegos de las licitaciones o concursos de precios, han sido pu-
blicados en diarios y en la página web del LATU 1.
Este Plan comenzó a ejecutarse a mediados del 2007 con una expe-
riencia piloto en la escuela de un pequeño pueblo, Cardal. Luego continuó
con el resto del departamento y del país. Se ha cubierto la mitad del terri-
torio nacional para fines del 2008 lo que implica la distribución de 181.545
máquinas, aproximándose al 100% de las escuelas y restando sólo algunas
escuelas rurales que por su especificidad requerían de acciones particula-
res. El cronograma establecido prevé culminar el resto del país que incluye
Montevideo y el Área Metropolitana durante el 2009.
Otro componente interesante e innovador de esta política son las
iniciativas externas al Ceibal que han surgido desde otras políticas estata-
les, organizaciones de la sociedad civil y la Universidad. Cabe destacar dos
de ellas. La Red de Apoyo al Plan Ceibal (RapCeibal) está integrada por
más de doscientos ciudadanos, en su mayoría profesionales, en todo el país
que en forma voluntaria han realizado diversas acciones y actividades ten-
dientes a mejorar la eficiencia, fluidez y apropiación del Plan por parte de
los niños y niñas, las maestras y la población en general. Han participado
en la distribución de las máquinas, realizado cursos de capacitación a los
1
Hasta el momento se han adquirido, mediante estos mecanismos, 275.000 laptops, las 100.000
primeras adquiridas a 199 dólares americanos cada una y las 175.000 restantes a 175 dólares
americanos cada una (Martínez, D., 2009).
docentes en su uso, realizado talleres y otras acciones de carácter operati-
vo a nivel local (http://rapCEIBAL.blogspot.com/).
El otro caso de acciones externas al Plan ha sido el Proyecto Flor
de Ceibo. Se trata de una iniciativa del Rectorado de la Universidad de la
República. Este proyecto busca unir los cometidos de investigación, ense-
ñanza e investigación en torno a un trabajo de acompañamiento del Plan
Ceibal. Se comenzó a implementar en el 2008 a partir de un convenio con
el LATU, y contó con veinticinco docentes universitarios y cerca de tres-
cientos estudiantes de diversas disciplinas. Realizaron un trabajo con la
comunidad y las escuelas que implicó un relevamiento y diagnóstico de la
situación del plan en esos lugares, así como una diversidad de actividades
de trabajo conjunto. Para el 2009 se ampliará la cantidad de docentes a
sesenta y se ampliará a todo el país el trabajo (www.flordeceibo.edu.uy).
En síntesis, los aspectos indicados son algunos de los que dan
cuenta de la innovación en las políticas. Por un lado, está el trabajo con-
junto y articulado de distintos organismos estatales pero también con la
sociedad civil u organismos autónomos como la Universidad. A la vez se
registra un fuerte impulso a una política de inclusión digital así como ac-
ciones que no se reducen a aspectos tecnológicos sino que incluyen otras
iniciativas.
4. CEIBAL Y LA REDUCCIÓN DE LA BRECHA DIGITAL
Se puede sostener a partir de lo analizado hasta aquí, que Ceibal
tiene dos características centrales que se vinculan a su impacto sobre la
inclusión social. Una tiene que ver con su capacidad de abordaje de la mul-
tidimensionalidad de la brecha digital, y la otra con su perdurabilidad y
profundización. En tal sentido, los efectos se confirmarán en distintos
momentos, a corto, mediano y largo plazo.
No es posible abordar los efectos a largo plazo aún, pues deberá
culminar la ejecución del Plan y a la vez lograr su continuidad y medidas
para profundizarse. Estos tienen que ver con la modificación de algunas
variables estructurales, bajo la hipótesis, que el impacto fuerte en la inclu-
sión será cuando se hayan beneficiado del Ceibal varias generaciones y esto
signifique la adquisición de nuevas capacidades, de individuos más autó-
nomos, innovadores y con capacidad de aprender a aprender, creadores de
conocimiento y creativos así como otros posibles resultados positivos y de
fuerte impacto en las oportunidades de estos individuos.
Transcurridos dos años y con la mitad de la cobertura implemen-
tada, se pueden analizar los primeros cambios que se han producido a par-
tir del impacto del Ceibal en su momento de aplicación reciente.
A los efectos de medir lo ocurrido con la brecha digital, es necesa-
rio realizar más relevamientos empíricos que permitan cuantificar o al
menos caracterizar si hay reducción o cambios en la misma. En particular
estudiarlo a nivel de los hogares y la población en general. Una hipótesis
central para una agenda de investigación es que la brecha digital no se
reduce a la conectividad y, por tanto, el Plan entra en relación con otros
aspectos, tales como:
a) Las condiciones de vida en general como el nivel socio-económico, cul-
tural y educativo.
b) Las características de los usuarios como la edad, género y el lugar en el
que viven (por ejemplo, urbano o rural).
c) Está en interrelación con otras desigualdades o brechas de desarrollo
(ingresos, territoriales, educativas, etc.).
d) La capacidad de apropiación de las tecnologías para el desarrollo que
tiene que ver también con aspectos subjetivos de cómo visualizan la
tecnología y su potencialidad.
e) Los distintos tipos de uso, uso con sentido y grado de apropiación de la
computadora portátil, tanto individual como colectivo (el hogar y la
comunidad).
Sabemos que la capacidad de apropiación se asocia al nivel socio-
cultural de las personas, dentro de lo cual el nivel educativo es un factor
importante. Para que ello ocurra y de acuerdo a la revisión bibliográfica
reseñada más arriba, es fundamental que se estimule la apropiación y uso
con sentido, de forma tal que esta tecnología sea aprovechada para el desa-
rrollo.
En el caso del Ceibal, este proceso puede ser estudiado desde dis-
tintas perspectivas, por ejemplo, el estímulo en el ámbito educativo. Allí
los cursos a las maestras se han desarrollado, auque resultan aún insufi-
cientes para que se produzca a corto plazo un cambio en su desempeño con
TIC en el aula. No obstante, resultados de un trabajo de investigación
reciente dan cuenta de que este rol docente es fundamental para el estímu-
lo de los niños y niñas para el uso de la laptop (ANTEL, 2007).
De las primeras observaciones del uso de las laptops por parte de
los niños y niñas se deduce un uso y manejo inmediato de las mismas. Esto
incluso cambia rápidamente la relación con los docentes, pues los estudian-
tes son mucho más veloces en el aprendizaje e incluso se invierte la rela-
ción y enseñan al docente (Flor de Ceibo, 2009).
También la relación al interior del hogar recibe los impactos del
Ceibal, pues las laptop van con los niños al hogar y allí pueden ser usadas
por otros integrantes de la familia. En general, estas tienen conexión a
Internet, dependiendo de la cercanía o lejanía de la escuela, de algún servi-
dor wi-fi -hay en algunas plazas públicas- o de otra laptop -tienen un sis-
tema mesh en la que una computadora sirve de "puente" de conexión a
otras-. De una encuesta reciente empiezan a desprenderse algunas inciden-
cias en los bajos niveles de conectividad.
De acuerdo al informe de la encuesta El internauta uruguayo (Ra-
dar, 2009: 8):
"Entre 2001 y 2008 la penetración de PC en hogares creció 30% en Mon-
tevideo y 150% en el interior, supera el 90% en los hogares de nivel alto y
alcanza el 27% en los de nivel bajo. Uno de cada tres hogares con PC en
el interior, tiene computadora del Plan Ceibal y en uno de cada cinco es la
única computadora en el hogar. () en uno de cada tres hogares y en los
hogares de nivel bajo el 38% de los hogares tiene una del Plan Ceibal".
Más allá de que se constata una tendencia creciente de aumento
del PC en hogares uruguayos, en general, estos datos evidencian el aumen-
to en el acceso que el Plan Ceibal está permitiendo. Fundamentalmente, de
gran impacto en los sectores socio-económicos más bajos.
5. INFORMACIÓN SOBRE EL USO Y PERCEPCIÓN DEL IMPACTO
A partir de sus características, podemos sostener que el Plan Cei-
bal tiene como ámbito de influencia la escuela, las personas que integran el
hogar, la comunidad en términos de personas, organizaciones y los espa-
cios públicos. Estos ámbitos pueden adicionalmente incluir diversos im-
pactos como, por ejemplo, los aprendizajes de los niños en términos curri-
culares.
A partir de los primeros datos e información relevada se realiza a
continuación un análisis de la percepción de los cambios que han registra-
do los beneficiarios del Plan y los usos que le han dado a esta nueva
herramienta.
Se requiere de más investigación para saber, por ejemplo, en qué
medida los integrantes de los hogares están utilizando esta conectividad
para otras actividades que no sean las escolares o de los niños. También el
uso para fines comunitarios puede estar incidiendo, sobre todo en los pe-
queños pueblos y localidades que ni siquiera contaban con cibercafé. Tam-
bién la conexión con el mundo es impactante, pues el acceso a Internet
permite una interactividad con personas en todas partes del mundo. El
acceso a fuentes de información y conocimiento se ven potenciadas y su
impacto es más importante en los medios más desfavorecidos. Vale decir,
que aquellos que disponían de menos acceso a fuentes de información y
conocimiento son los más beneficiados.
Analizamos a continuación los cambios generados por el Plan a par-
tir de la percepción de la población beneficiaria.
Tabla 2. Percepción de cambios por parte
de la población comprendida en el Plan Ceibal
- Mira menos televisión.
- Mira la televisión y al mismo tiempo utiliza la XO.
- Se pelean menos.
- Pasan más tiempo en la casa, están menos en la calle.
- Se entretienen con la XO.
- Al principio hubo cambios, pero luego no.
- Aprenden más, más conocimientos.
- Se juntan en casas donde hay señal.
- Andan buscando señal por la calle.
- Se pelean por la XO, cuando uno no la tiene.
- No hubo cambios.
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas realizadas en el marco
del Proyecto "Impacto comunitario del Plan Ceibal", Comisión Secto-
rial de Investigación Científica, Universidad de la República, 2009 2.
Preguntados los adultos de los hogares cuyos niños habían recibi-
do la computadora, por los cambios positivos o negativos generados por el
Plan, se registran pocos cambios del segundo tipo. Por ejemplo, algunos
conflictos en torno al uso de la máquina. Asimismo, un entrevistado mani-
fiesta que no hubo cambios, pero el resto expresa cambios en diversos as-
pectos.
Manifiestan ciertos cambios en el comportamiento de los niños del
cual derivan cambios en la dinámica del hogar y del entorno (barrio). En el
cuadro de arriba se presentan algunos ejemplos de cambios señalados. La
competencia de la computadora frente a la televisión, ya es conocida.
También refiere a que no es excluyente, y se registra la conjunción de
ambos usos al mismo tiempo.
Se evidencian cambios en las dinámicas y los lugares de entrete-
nimiento de los niños, por un lado "están menos en la calle" pero, por otro,
buscan en la calle señal para conectarse a Internet.
2
Se trata de una investigación en sus primeras etapas. El trabajo de campo realizado consiste en 200 entrevistas estructuradas realizadas a los adultos de hogares en los cuales se implemento el Plan Ceibal. Para este análisis se utilizó únicamente las entrevistas realizadas en los barrios pobres de 16 localidades del país. Es así que estos datos reflejan los impactos en la población que se encontraba en peores condiciones socio-culturales de aprovechar el plan.
A su vez, surge la dimensión temporal, en términos de cómo al
principio estos cambios son más fuertes y luego comienzan a formar parte
del "paisaje" del lugar y la dinámica de los hogares y las prácticas de las
personas.
Indagando más cerca los cambios en el hogar, surgen algunos
otros elementos interesantes que dan cuenta de su alcance.
Tabla 3. Percepción de cambios en el hogar a partir de la implementación del Plan Ceibal
- Más unión en el hogar: interacción para enseñar - aprender, mostrar -
demostrar; sacarse fotos, etc.
- Deseos de utilizar la XO, y aprender sus funciones por todos los
integrantes.
- Los adultos están más tranquilos, rezongan menos.
- Los adultos rezongan más.
- Más tranquilidad de los niños.
- Están todo el día con la computadora.
- Se pelean entre ellos por la XO.
- Pelean menos.
- Dejaron la pelota y la TV, por XO.
- Hizo de vínculo entre los amigos de la escuela y la familia.
- Se gasta más electricidad.
- Menos relacionamiento.
- "Cuando se enoja nos dice que la computadora es de él y no nos presta".
- "Mi hijo no quiere que la usemos".
- Sólo sé prenderla, apagarla y cargarla.
- No hubo cambios.
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas realizadas en el marco del
Proyecto "Impacto comunitario del Plan Ceibal", Comisión Sectorial de In-
vestigación Científica, Universidad de la República, 2009.
Algunos entrevistados manifiestan que no hubo cambios. Habría
que profundizar en el análisis de esta afirmación. Existen indicios de que
esto puede deberse a que el niño no usa la laptop en la casa o que ningún
otro integrante la usa, muchas veces debido a la falta de conectividad -no
se tiene acceso a Internet- y por tanto pierde atracción.
La gran mayoría de los entrevistados expresa cambios en distintos
aspectos del hogar. Estos parten tanto de transformaciones en los vínculos
niño-adulto, como de actividades realizadas en el hogar. De estas manifes-
taciones se desprende también como es lógico, una intensificación de las
relaciones de carácter virtual, lo que algunos adultos perciben como "me-
nos relacionamiento", pues probablemente registren una disminución de
los encuentros presenciales. En este plano, se expresan algunos cambios en
las relaciones de carácter presencial, como es el caso del aumento de visitas
entre los niños en los distintos hogares, lo que da cuenta de un proceso en
sentido contrario.
Los cambios al interior del hogar también dan cuenta de un cam-
bio en las relaciones de poder a partir de quien conoce y sabe como se ma-
neja la máquina y quien no. Así los niños tienen ese poder de prestar la
máquina, enseñar a los adultos o no hacerlo. Esto abre una reflexión acerca
de en qué medida se habilita una reducción de la dimensión generacional
de la brecha digital.
Luego existen algunas afirmaciones de carácter contradictorio,
como que los adultos "rezongan" más o menos, los niños están más tran-
quilos o inquietos, etc. Estas afirmaciones dan cuenta de que los vínculos
conflictivos preexistentes, no sólo pueden no transformarse positivamente
sino que por el contrario, pueden ser reforzados mediante la introducción
de la XO.
A los efectos de abordar más en profundidad algunos de estos as-
pectos, tomaremos información presentada a partir de otro informe (Flor
de Ceibo, 2009). Se trata también de información a partir del trabajo en
barrios y localidades muy pobres del país.
En el cuadro de abajo se presentan los cambios vinculados a la co-
municación entre los niños. Del mismo se desprende que surgen iniciativas
y modalidades de comunicación que esta tecnología facilita. Por ejemplo, el
trabajo cooperativo, la cooperación, el intercambio horizontal, el aumento
de los intercambios son algunos de los elementos mencionados en este
sentido 3.
3
Información que se basa en la información relevada en entrevista y relevamiento realizado por
docentes universitarios del Proyecto Flor de Ceibo, en localidades y barrios pobres del Uru-
guay, en los que además se relevaban problemas de conectividad (Flor de Ceibo, 2009).
Tabla 4. Cuadro sobre cambios positivos en la comunicación entre pares
Cambio positivo
- Mayor diálogo y comunicación.
- Cooperan entre sí, se muestran lo que van descubriendo y aprendiendo en la
máquina.
- Siempre están interactuando.
- Chatean y escuchan música juntos.
- Colaboran, se ayudan, se prestan las XO.
- Cuando resuelven algún problema o encuentran algún sitio se transmite rápida-
mente.
- Las maestras hacen intercambio y planificación y aprenden entre ellas.
- Manejan muy bien la XO para trabajar en grupos.
- De solidaridad e intercambio.
- A través del chat y se forman grupos de respuestas.
- Relativamente poca, pero se da a través del chat. Nada de correo electrónico.
Fuente: Flor de Ceibo, 2009.4
Como ya se señaló, se evidencian también modificaciones en el en-
torno del hogar en tal sentido, interesan, por ejemplo, los elementos vincu-
lados a los impactos en los espacios públicos. Tal como se indica en el cua-
dro de más abajo, el "paisaje urbano" de las localidades y barrios se modifi-
ca, con la aparición de los niños con las XO. Más allá de que resulta pinto-
resco, tiene un fuerte impacto simbólico. En muchos casos se trata de ba-
rrios pobres y de sectores excluidos que están en posesión de uno de los
símbolos más importantes de modernidad.
Se desprende de algunas de las afirmaciones, la existencia de un
cambio importante en la integración entre espacio escolar, espacio barrial
y espacio hogareño. Los niños y adultos se acercan a la escuela fuera de su
horario -a contraturno-.
Información relevada por los docentes del proyecto Flor de Ceibo a partir de su trabajo de campo en escuelas de contexto crítico y con baja conectividad (Flor de Ceibo, 2009).
Tabla 5. Cuadro sobre cambios positivos
y negativos en el uso de los espacios públicos
Cambio positivo
- Aumento de los niños en el entorno de la escuela.
- Se dedican al manejo de la XO en las plazas donde existe conexión.
- Se acercan al perímetro de la escuela o van a las plazas de la ciudad cercanas a las escuelas céntricas.
- Niños/as y familias en las plazas y puerta de escuelas con las XO.
- Los niños se reúnen alrededor de la escuela y en el centro para conectarse. La escuela está ubicada a tres cuadras del centro y allí hay varios puntos con conectividad.
- Se ve que los estudiantes aparecen más a menudo en lugares públicos con las XO.
- Se quedan o van a la escuela a contraturno para conectarse.
- Se utilizan todos los espacios posibles donde hay conectividad, por parte de la familia y los niños.
- En la docencia hay un cambio, en el sentido de "aula cerrada" a "aula abierta" pues se establecieron actividades fuera del salón, buscando conectividad y juegos con la XO.
- Se comparte con los vecinos y las escuelas con conectividad.
Cambio negativo
- "Feo ambiente" en el entorno de la escuela de tardecita y noche por conectividad.
Director decide apagar el servidor fuera de horario escolar.
- Tienen que ir al centro o a otra escuela para poder conectarse.
- Entran a la escuela cuando está cerrada para tener acceso a la red.
- No se perciben hasta el momento.
- Gran parte de las XO se encuentran inactivas.
- No tienen acceso a Internet ni en la escuela ni en el barrio.
- Vivimos en el campo y ahora no van a la casa de otros niños.
Fuente: Flor de Ceibo, 2009.
En general son pocos los cambios negativos percibidos por la po-
blación. De acuerdo a la información presentada en el cuadro, los elemen-
tos negativos son déficit del Plan, como, por ejemplo, no tener conexión a
Internet. No obstante, hay dos elementos negativos señalados que resultan
importantes. Por un lado, el acercamiento entre la escuela y la población
aparece con elementos negativos, seguramente debido a las características
de los barrios -contexto socio-económico crítico-. Se refleja en que esta
institución se ha visto en muchos casos afectada negativamente por los
problemas sociales (violencia, delincuencia, etc.). Un segundo aspecto es la
relación entre la comunicación presencial y la virtual. También aquí es
señalado como un factor negativo la sustitución de una por otra.
Para finalizar, se analizan aquí las características de los usos de las
XO. El tipo de uso da cuenta del grado de aprovechamiento de la misma,
brinda algunos elementos negativos y positivos, así como potencialidades.
Antes de tomar en consideración los distintos elementos, es muy
relevante, tener en cuenta el tiempo de exposición de los niños a la XO, es
decir, cuánto tiempo ha transcurrido desde la llegada del Plan al lugar. Las
prácticas y usos tienen una clara y evidente modificación con el transcurso
del tiempo, como también lo tiene el conocimiento y las percepciones de
los involucrados.
En el cuadro que sigue se listan algunos usos relevados en los
hogares. Dado que la metodología no apunta a la representatividad de la
información relevada, se trata de una lista que no es exhaustiva. De ella se
desprenden usos muy similares a los encontrados en estudios sobre usos
de la informática e Internet (Radar, 2009). Quizá por las características del
Plan, encontremos aquí un uso educativo mayor. No obstante, el uso más
reiterado es el entretenimiento. De hecho, muchos de los entrevistados
señalan que este es el único uso que se le da a la maquina.
Por tratarse de poblaciones que no tienen acceso a muchos de los
bienes y servicios de creación reciente, y en particular los vinculados a la
tecnología, poder consultar fuentes diversas de información, acceder a
música, tener una cámara de fotos que además es digital, acceder a juegos
electrónicos, y todos los tipos de usos señalados, constituyen un factor de
altísimo impacto. Algunos de ellos conocían la tecnología por contar cerca
con un cibercafé, pero muchos no. Menos aún estaba dentro de sus posibi-
lidades adquirir esta tecnología para el hogar.
Se trata de una apertura al mundo, desde localidades y barrios con
poco vínculo al mundo externo, salvo por las imágenes de la televisión.
Esta apertura brinda oportunidades para el desarrollo, pero también ofrece
vínculos negativos como es el ejemplo mencionado del acceso a material
pornográfico.
Tabla 6. Usos relevados de las XO
por parte de los niños y otros integrantes del hogar
- Búsqueda de información en Internet para la escuela.
- Juegos, música y entretenimiento en general.
- Comunicación, sobre todo chat.
- Sacar fotos.
- Para producir texto.
- La usa sólo para entretenimiento.
- Mayormente la usa en la escuela para hacer tareas.
- La usa para generar conocimiento.
- "Leo el diario en internet".
- Entrada a páginas pornográficas.
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas realizadas en el
marco del Proyecto "Impacto comunitario del Plan Ceibal", Comi-
sión Sectorial de Investigación Científica, Universidad de la Re-
pública, 2009.
Corresponde en primer lugar mencionar en relación al uso, la ca-
pacidad y velocidad con que estos niños de barrios marginados aprenden a
usar la tecnología. Esto es indicado por los entrevistados que no dudan en
señalar que "la usan a la perfección", refiriéndose a la XO.
Como se indica en el Informe de Flor de Ceibo (2009), no sólo uti-
lizan los juegos que trae la XO sino que bajan de Internet. Esto da cuenta
de que desarrollan estrategias de búsqueda y uso. Esto se repite para la
música y la comunicación en general -chat, correo electrónico, facebook o
blog-.
En este Informe (Flor de Ceibo, 2009: 53) se señala también que:
"En relación a los programas que ya traen las máquinas instalados, los
más usados por los niños son: write, turtle, tam tam, record, paint, speed
y etoys, aunque por lo general lo relacionan con las actividades de clase,
al igual que las búsquedas en internet de material de estudio. Los maes-
tros enfatizan los objetivos educativos como determinantes del uso que le
dan a la XO, generando actividades a partir de los juegos o los distintos programas que tiene la máquina".
Finalmente, cabe realizar algunos comentarios relacionados a la
evolución de los usos en el tiempo.
Tal y como se desprende de esta cita y de la información que ya se
ha consignado más arriba, ocurre un fenómeno inicial de entusiasmo debi-
do a la novedad que luego se apacigua, y deriva en procesos diversos y
específicos. Por un lado, hay un fenómeno de acostumbramiento o integra-
ción de la tecnología a la vida cotidiana en forma rutinaria, luego que ha
pasado el primer momento inicial de curiosidad y sorpresa.
En palabras de los entrevistados, en varias respuestas a la pregun-
ta de si ha cambiado el uso: "al principio estaban entusiasmados o la usa-
ban mucho"; "pasó de un uso intenso a menor uso"; "ahora la usa menos".
Sin embargo, también se registran respuestas respecto del aumento del
tiempo de uso. Sin embargo, a partir de un análisis más minucioso se puede
sostener que también hay un cambio en el tipo de usos. Una madre señala-
ba:
"Se usa cada vez más, primero se usó en la escuela para aprender su uso pero 'con miedo de romperla' y después de superar esos temores se usa cada vez más. En el caso de esta familia fue muy útil. La usamos también
para bajar planos para la cooperativa de viviendas que integramos".
En este sentido, es importante quizá profundizar en el tipo de uso.
Para qué la utilizan, y cómo esto va cambiando con el tiempo y quiénes son
los que hacen uno u otro uso. Varios entrevistados responden también que
ahora utilizan más programas, funciones o diversidad de usos, a la vez que
otros indican que no la usan más porque está rota, bloqueada, etc.
En suma, los usos son los que más motivan a los niños de edad
escolar constatados en otros estudios. Quizá encontramos aquí un uso
mayor para los estudios, por la naturaleza del Plan Ceibal. Si bien, se cons-
tata una disminución en la intensidad de uso desde la llegada del Plan y
luego de transcurridos unos meses, no se puede afirmar lo mismo sobre la
calidad o el tipo de uso. Es probable que algunos de los niños profundicen
en el aprovechamiento, uso con sentido y apropiación para su desarrollo
mientras que otros la vean estancada.
6. A MODO DE CIERRE ALGUNAS INTERROGANTES
El "un niño, una computadora" está siendo realidad en Uruguay, a
través de la escuela pública primaria, y se denominó Ceibal, lo que
constituye una innovación importante para el país, pero, también, a nivel
mundial en términos de políticas para la sociedad de la información y la
inclusión digital. El Plan está en curso y aún no es posible evaluar su
impacto en su totalidad. Se requiere de estudios y datos adicionales para
esto, además de dejar transcurrir un tiempo prudente. Existen desafíos
importantes para que sea un programa que contribuya al desarrollo y no se
reduzca a una política tecnologicista de mera conectividad.
Una de las virtudes del Ceibal es que fue creado como una política
para la inclusión social y fue impulsado desde el más alto nivel político.
Esto plantea preguntas respecto a las transformaciones del mismo, su al-
cance en términos de inclusión digital, de aprovechamiento para el desa-
rrollo, para mejorar los aprendizajes, para el uso no sólo por parte de los
niños y niñas sino de otros integrantes del hogar y la comunidad.
Dado que no estaba previsto en el programa de gobierno, ni en la
agenda política, no tenía diseñada su estrategia ni estaba pensada su im-
plementación. Este aspecto surge como un primer elemento problemático,
desde el punto de vista operativo para concretar o hacer efectiva la ejecu-
ción política. También desde el punto de vista institucional, en términos de
definición conceptual y disciplinar, todo se ha ido definiendo y consolidan-
do sobre la marcha -a la vez que se implementaba la política-. Un tercer
aspecto es el riesgo de que, dada esta configuración de la política, los resul-
tados del Ceibal se limiten a la reducción de la brecha de conectividad pero
no de otras relacionadas al uso con sentido, la apropiación o el aprovecha-
miento con fines de desarrollo y, por tanto, que no contribuya a reducir
otras brechas o desigualdades sociales, culturales, económicas, etc.
A tales efectos, debieran registrarse más acciones tendientes a am-
pliar las oportunidades de las personas, grupos o comunidades a los efectos
de desencadenar procesos de apropiación de la tecnología. Hay iniciativas
en curso pero debe profundizarse mucho más para que guarde relación con
el alcance ambicioso que tiene la política, lo que se transforma en un con-
junto de desafíos. Los hogares, la comunidad, los adultos y los distintos
organismos del Estado y organizaciones sociales pueden apropiarse de la
herramienta para distintos fines, pues está en la casa de los niños fuera del
horario escolar.
A partir de los datos analizados, vemos que es aún restringida la
producción de contenidos digitales. Es necesario potenciar esta dimensión
por parte de todos los que acceden al mismo, niños, maestras, padres,
hermanos y población en general. Por supuesto, el primer objetivo es el
uso, y uno de los beneficios para aprovechar es el acceso a la información y
el conocimiento que Internet brinda. Sin embargo, también deberán
profundizarse en las nuevas generaciones los productores de contenidos -
de información y conocimiento- lo que permitirá verse reflejados cultural y
lingüísticamente en Internet. Esto pasa en gran medida por avanzar en los
usos y profundizar en procesos de apropiación.
Potenciar y estimular el uso con sentido de la tecnología implica
también brindar contenidos y servicios de utilidad tanto para niños/as
como adultos. Potenciar las capacidades para que la explotación de esta
tecnología sea cada vez más "inteligente" y productiva para mejorar la
calidad de vida de la población -satisfaciendo necesidades, para resolver
problemas, para abrir oportunidades- debe ser el próximo paso importante
desde el punto de vista de las acciones de esta política. Este puede ser im-
plementado tanto desde el ámbito escolar y referido a la actividad de
aprendizaje de niños y niñas, pero también desde otros ámbitos y dirigido
a los usos en el hogar (servicios, vínculos con el sector productivo, el em-
pleo, las gestiones del Estado, culturales, etc.).
Todos estos elementos constituyen hoy hipótesis, en términos de
la reducción de la brecha digital en su acepción compleja que requieren de
una profundización en el análisis de la evidencia empírica que surja de
nuevos datos sobre esta realidad. Ya existen datos que demuestran un
gran impacto en la reducción de la brecha de acceso a conectividad.
Asimismo, los beneficiarios manifiestan su satisfacción con el Plan en
términos que dan cuenta de que se sienten incluidos, en un mundo que
hasta hace poco les era inalcanzable. Por otra parte, los usos relevados dan
cuenta de una utilización de la tecnología por parte de las nuevas
generaciones de la que resulta fácil sostener que significará una capacidad
nueva que les abrirá nuevas oportunidades a mediano y largo plazo. Pero,
más aún, los lugares donde se recogió la información son los más excluidos
de los beneficios de estas tecnologías, por tanto este acceso tiene un
impacto grande a corto plazo, pues les ha permitido una ventana al mundo,
una movilidad en forma generalizada, que no tenían ni era previsible que
tuvieran.
Para finalizar, corresponde sostener una agenda de investigación
que permita avanzar en el conocimiento de esta experiencia original, en
tanto política universal para la sociedad de la información y para la
inclusión digital. De esta forma se podrán contrastar nuevas hipótesis
sobre los procesos en curso.
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PARA CITAR ESTE TRABAJO EN BIBLIOGRAFÍAS:
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0494. Universidad Complutense de Madrid.
Disponible en: http://www.ucm.es/info/mediars
(*)
La autora
Ana Laura Rivoir nació en 1968, en Montevideo; casada y tiene tres hijos.
Es licenciada en Sociología, graduada en la Facultad de Ciencias Sociales
(Universidad de la República), con Maestría en Desarrollo Regional y Lo-
cal en la Universidad Católica del Uruguay. Candidata a doctora y máster
por el programa de doctorado sobre Sociedad de la Información y el Cono-
cimiento, Universidad Oberta de Catalunya (España). Es investigadora y
profesora del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Socia-
les de la Universidad de la República del Uruguay. Coordinadora del Ober-
vaTIC de la misma Facultad. Integra el Grupo de Trabajo del Consejo Lati-
noamericano de Ciencias Sociales sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad,
así como otras redes y grupos académicos.
Ha participado en varios proyectos de investigación en la Universidad de la
República y otras instituciones nacionales y extranjeras. Ha recibido becas
y premios del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)
(1999), y del Programa Gestión de las Transformaciones Sociales (Most) de
la UNESCO (2002), así como del Fondo Nacional de Investigadores de
Uruguay (2005 y 2008). Ha participado en múltiples congresos nacionales e
internacionales.
Acerca de las TIC para el desarrollo
Acerca de las TIC para el desarrollo: concepciones y políticas en ALC.
Por Ana Rivoir
La reflexión sobre la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) en América Latina y específicamente, la relación entre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el desarrollo, se enmarca en un debate más amplio acerca de los cambios experimentados por las sociedades contemporáneas en el siglo pasado. Los procesos desencadenados, los proyectos de desarrollo en juego, las estrategias y la relación de poder entre los distintos actores en juego, derivan en que se consolida un paradigma que presenta e impulsa a la SIC como una nueva modernización. Consolida supuestos que sustentan teorías y fundamentan visiones acerca de las TIC y su rol en el desarrollo de las personas y las sociedades pues como señala Mattelart: “Las creencias de las que la noción de SI es portadora desencadenan fuerzas simbólicas que impulsan a actuar, a la vez que permiten actuar en un determinado sentido y no en otro.” (Mattelart, 2002, p.12)
Es evidente que las tecnologías de la información y la comunicación abren oportunidades para el desarrollo a través de su utilización. También lo es que su acceso no es igualitario y que se han generado nuevas desigualdades a partir de su existencia. Que sean beneficiosas para el desarrollo no es espontáneo, directo, ni inmediato, sino que se requiere de acciones expresas orientadas a ese fin.
América Latina está transitando un momento histórico de cambios políticos y transformaciones sociales. Las políticas están siendo revisadas y esto constituye un contexto adecuado para la actualización de viejas prácticas y para la innovación. La evidencia de que las políticas para la SIC hasta ahora implementadas, han tenido limitada incidencia en los procesos de desarrollo, es uno de los aspectos centrales a considerar. Se sostiene en este artículo que uno de los motivos de este fracaso es que es que las políticas y acciones implementadas se han inspirado en el paradigma dominante de la sociedad de la información que se orienta por valores y prioridades que no coinciden con las del desarrollo de estas sociedades.
En este artículo se desarrollarán los elementos que componen esta problemática focalizándose el debate sobre las estrategias, así como en algunas sugerencias y conclusiones que se derivan de la incipiente investigación en la temática en América Latina.
Desarrollo en la Sociedad de la Información y el Conocimiento
En el contexto de la SIC se generan nuevas posibilidades de desarrollo y también nuevas desigualdades. Los distintos indicadores dan cuenta de que América Latina está en situación de desventaja en la SIC por la dinámica y estructura del sistema mundial y por los modelos de desarrollo y políticas implementados. De hecho varios autores fundamentan que en los países subdesarrollados las TIC tienden a aumentar la desigualdad pues su impacto sobre la economía es diferente a la de los países desarrollados. Los primeros en innovar obtienen los mejores beneficios, es más barata y fácil la infraestructura en áreas urbanas, los empleos TIC requieren de mano de obra especializada con la que no se cuenta en los países subdesarrollados, como de estructuras de seguridad social que le permitan amortiguar los cambios. (Proenza, 2002)
Los países latinoamericanos tienen muchos problemas en dimensiones trascendentes para el desarrollo en la SIC. Las dificultades en términos de educación, de procesos de construcción de institucionalidad y construcción democrática, dependencia económica, sistema productivo débil, etc. Sin embargo, la importancia de las TIC para el desarrollo es tan importante como en otro momento fue la energía eléctrica. (Castells, 2005; PNUD, 2005; Calderón, 2003) Según Castells la globalización sin industrialización condujo a América Latina a la dependencia. En la medida que haya globalización sin desarrollo informacional o informacionalismo, habrá más exclusión y falta de sustentabilidad económica y ambiental. Sostiene que: “Cuanto más se agota la base de acumulación global de un país determinado, más se concentran los recursos de este países en el pequeño sector globalizado, en la élite política y sus círculos de apoyo, con lo cual se achica su base social y se incrementan las oportunidades de corrupción política.” (Calderón, 2005, p. 343)
Han surgido un sinnúmero de teorías “proféticas” y “apologéticas” que exacerban los beneficios de las TIC y que presentan a la SIC como homogénea, en la cual mediante la extensión de las TIC se disfrutará del bienestar y el desarrollo social. Este discurso es el que se conforma como dominante y justifica un proyecto de desarrollo que expresa una ola modernizadora. Una concepción con fuertes tendencias homogeneizantes, progresivas y lineales de los procesos, e idénticas para todas las sociedades independientemente de su características específicas -ubicación estructura socio-económica, geográfica, cultura, actores, etc. -. Se identifica con el proyecto de desarrollo de los países ricos que legitima la competitividad y la hegemonía mundial de estos en los sectores de punta del desarrollo tecnológico. (Dubois y Cortés, 2005)
Este enfoque tecnológico dominante sostiene que el acceso universal e ilimitado de la información permitirá la construcción de sociedades más justas e igualitarias. Desde esta perspectiva la tecnología puede ser aplicada en cualquier contexto social o histórico y la innovación tecnológica es el motor de cambio social que forma parte de un modelo de progreso y desarrollo universales. Las TIC aparecen en el centro de este modelo tecnocrático, como un modelo de desarrollo universal hegemónico. Algunos de los principios de este paradigma son: las telecomunicaciones benefician a la sociedad y a la economía; las tic mejoran la relación costo –beneficio en el conjunto de la producción social; el desarrollo de las TIC y la universalización del conocimiento mejoran la distribución y el acceso a la información y por lo tanto a los beneficios económicos; su aplicación facilita el cambio social y mejores condiciones de vida. (Cortés y Dubois, 2005)
Si bien este discurso hegemónico tiende a presentar la SIC como modelo único de desarrollo, existen distintas sociedades de la información y el conocimiento. (Muriel, 2005) En el ámbito académico está siendo fuertemente discutida y criticada una visión simplificadora, economicista y reduccionista, debido fundamentalmente a que no se constatan mejoras en la calidad de vida de la población ni contribuciones evidentes al desarrollo.
Tampoco cabe identificar las TIC con las causas y desigualdades existentes que tienen características estructurales. Como sostiene Manuel Castells, si bien las TIC han sido útiles a la reestructuración del sistema capitalista y por tanto, su desarrollo está orientado por la lógica y los intereses del capitalismo avanzado, no deben reducirse a la simple expresión de dichos intereses. (Castells, 2000, p. 43) De hecho, si el desarrollo consiste fundamentalmente en la ampliación progresiva de las capacidades humanas, el conocimiento es una de las principales y las TIC un medio privilegiado para la producción y difusión del mismo. En tal sentido, en la actualidad, las TIC atañen a aspectos esenciales de la vida humana y por lo tanto puede considerarse su uso un derecho. (Accuosto, 2004; Dubois, 2005) Este es uno de los pilares centrales de una mirada distinta sobre las TIC para el desarrollo que fundamenta nuevas políticas y estrategias que serán presentadas más adelante y que conforman el embrión de un nuevo paradigma.
Desigualdades, Inclusión digital y apropiación de las TIC.
Uno de los temas centrales del desarrollo que se ha agudizado en las últimas décadas debido a la aceleración de la innovación y el desarrollo tecnológico, es la desigual apropiación y beneficio de estos avances por parte de las sociedades y personas. Si bien las TIC han facilitado la difusión de los conocimientos, no ha sido suficiente en términos de la posibilidad de su utilización para fines de desarrollo. Capacidades desiguales de partida que impiden su aprovechamiento, intereses económicos y de propiedad, desigualdades sociales y de poder preexistentes, etc. son algunos de los factores estructurales que también definen esta situación en forma tan negativa para el desarrollo. (PNUD, 2001)
Robinson sostiene que las dificultades tienen que ver con algunos elementos de carácter político como la privatización del sector de las telecomunicaciones y las dificultades que esto implica para las decisiones y las estrategias de los países. Por otra parte, los marcos regulatorios refieren a relaciones de poder que no benefician a los más excluidos ni a los procesos de desarrollo y por tanto la mejora de la inclusión digital se estanca. Asimismo, plantea que las élites se incluyen a sí mismas, reconociendo el valor e importancia de Internet pero no el acceso a todos. (Robinson, 2005)
Esto evidencia que los intereses y acciones de los distintos sectores de la sociedad son determinantes para la orientación de las políticas y la expansión de los beneficios de las TIC hacia todos los sectores de la sociedad y para su uso con fines de desarrollo individual y colectivo. En esta misma línea, estudios precursores en el uso de Internet en América Latina, revelan que la extensión del uso de esta nueva tecnología beneficia a grupos específicos, élites nacionales y regionales, y que por tanto la primera problemática que plantea es la equidad. Es necesario que Internet sea explotada como instrumento para generar intercambio de conocimientos en beneficio de la mayoría de la población. (Bonilla y Cliche, 2001)
Esta distribución y uso desigual de las TIC ha motivado el desarrollo de estudios y se ha acuñado el concepto de “brecha digital”. La acepción clásica del término se remite a indicadores de acceso y conectividad, para marcar la distancia entre los que poseen TIC y los que no lo hacen y los que acceden o no a Internet. Este se aplica entre países o al interior de las sociedades – nacionales o ciudades -. Por lo general, los indicadores han sido cuantitativos y refieren a posesión o consumo de TIC. Se ha demostrado que este tipo de medición y perspectiva no alcanza para completar una visión para el desarrollo. Se plantea así, la necesidad de unir el acceso con la apropiación, de conocimiento y uso de las TIC e Internet en particular. Se comienza a concebir, en esta acepción, como un concepto inseparable de la idea de desarrollo, resultando más adecuado no sólo disminuir las brechas de conectividad, sino de aumentar las oportunidades de aprovechamiento y uso por parte de los individuos y las comunidades. (Cuadra, 2003)
A partir de un estudio realizado en Perú, Barrantes señala que existen tres tipos de causas para lo que denomina “pobreza digital” que equivaldría a carencia de bienes y servicios basados en TIC. En primer lugar la falta de acceso o conectividad que sería la brecha digital clásica. Un segundo elemento la falta de demanda de TIC debido a problemas de ingresos y por último la falta de necesidad o capacidad de las mismas que estaría relacionado a la edad o literalidad inadecuada. Por tanto, cada una de estas requerirá de políticas y acciones específicas. (Barrantes, 2005) Se trata en definitiva de elementos específicos de las TIC, que si bien están relacionados a otras desigualdades socio-económicas no son idénticos.
De hecho, si bien en algunos lugares se ha reducido mucho la barrera de acceso, la brecha o inclusión digital está aún lejos de resolverse. Para avanzar en ese sentido es necesario que los contenidos se adapten a las “necesidades reales” de las personas. Desde esta perspectiva la evolución de la brecha digital pasaría por tres momentos relacionados a la difusión y adopción de tecnologías. En un primer momento la brecha de acceso sería la fundamental. En un segundo momento esta se superaría y se pasaría a la brecha de uso. Finalmente, también esta sería superada y la brecha primordial sería la relacionada a la calidad del uso. (Fernández, 2004) Estos tres momentos, señalan un aspecto fundamental que tiene que ver con la adopción de las tecnologías y que muchas veces es olvidado. En todo, caso este proceso no asume la misma velocidad para distintos grupos sociales a la vez que está estrechamente vinculados sus tiempos a las medidas que se tomen para superar las distintas brechas.
En estos avances respecto de la complejización del concepto de brecha digital, otra investigación señala que esta está compuesta por tres dimensiones: la brecha del acceso material, las diferencias de uso por razones subjetivas y las limitaciones derivadas de las jerarquías sociales en que se reconocen los usuarios.
Este Informe de Desarrollo Humano de Chile 2006, pone especial énfasis en los aspectos subjetivos y sicológicos, desde un abordaje cualitativo. Describe esta dimensión de la brecha como la desigual capacidad individual para usar provechosamente las TIC que se deriva de las orientaciones y percepciones personales y culturales. Obviamente, estas no son voluntariamente elegidas por los individuos, sino que forman parte de su experiencia biográfica y el medio cultural en el que están insertos. Se sostiene que: “Poder entender lo que sucede en el entorno local y el mundo, percibir que se es capaz de realizar los proyectos que cada uno se propone, así como advertir que la trayectoria de vida depende de las decisiones personales, son factores claves a la hora de un uso efectivo de las TIC. De hecho, mientras menores capacidades subjetivas las TIC son vistas con mayor recelo y desconfianza”. (PNUD, 2006 p. 201) Estos hallazgos evidencia la profundidad de las transformaciones necesarias para realmente lograr un uso provechoso para las personas y para el desarrollo. Fundamentalmente, se trata de una tarea inicial de sensibilización en torno a estas tecnologías y que las personas logren percibirlas a su alcance independientemente de su condición – edad, historia, nivel cultural, social o económico, lugar de residencia, etc.-.
Reconceptualizada esta “brecha digital” entonces, no se refiere sólo a los aspectos de acceso e infraestructura tecnológica sino que remite a una cantidad más amplia de dimensiones. Esta estrechamente relacionada con la redistribución de los beneficios del desarrollo de las TIC y con aumentar las capacidades de las personas para apropiarse de los mismos. Como resultado de esta revisión, esta desigualdad característica y específica de la SIC, está atravesada por un debate acerca de su denominación, su delimitación, sus contenidos y formas de medirla que da cuenta de los paradigmas sobre la SIC.
En un sentido más complejo, e intentando incluir otras dimensiones, se considera la importancia de las bases sociales de estas desigualdades y por tanto la necesidad de enmarcar las acciones y políticas con perspectivas multidimensionales y atendiendo a las desigualdades sociales preexistentes – sobretodo socio-económica- (Mística, 2003) Se pasa a denominar como políticas de “inclusión digital”, que implican dar prioridad a la apropiación de las TIC, a atender las necesidades de las comunidades y a hacer hincapié en la generación de contenidos, conocimientos y capacidades de las personas para su uso. (Gómez, Delgadillo y Stoll, 2003; Mística, 2003) Se comienza a avanzar en hipótesis en cuanto a las características que debe tener este uso para que contribuya al desarrollo individual y colectivo.
En le mismo sentido, un estudio reciente sobre la SI en Catalunya considera el uso de Internet como un indicador de cambio cultural, mental y organizativo en la sociedad más que como un elemento de difusión tecnológica. Concluye que no es tan trascendente cuánta gente utiliza Internet, sino porque y para qué lo utilizan. (Castells, et al, 2007) Esto pondría en cuestión la perspectiva de las etapas, pues es conceptual también desde un inicio pensar la apropiación y los usos y en perspectiva del desarrollo.
En base a investigaciones sobre Internet y uso de TIC se comienzan a especificarlos y a avanzar en su utilización más allá del acceso. El uso con – sentido es definido como, el uso efectivo de recursos de Internet y su combinación con otras herramientas de comunicación. Implica conocer las herramientas, saber cuándo y cuales usar, en función de determinados objetivos individuales o colectivos. Cuando se tiene estrategias de uso, se sabe para qué se quiere utilizar la tecnología y se genera el uso con – sentido. Este se encuentra, condicionado por la capacidad y posibilidad de producir contenidos propios y de acceder a información y conocimiento útil y en el propio idioma. (Camacho, 2001)
El proceso de apropiación social se consolida cuando se logra la transformación social por medio de las TIC, cuando su uso produce cambios en el mundo real. Una persona, grupo o país se habrá apropiado de Internet, cuando puede preguntarse que problema desea resolver; luego tenga los recursos y conocimientos necesarios para responder como puede Internet ayudarlo con ello y; posteriormente hacer un uso efectivo de la tecnología y lograr la solución del problema planteado. (Martínez, 2001) La apropiación social de las TIC, también es definida por otros autores como democratización del conocimiento en contraste con la “apropiación privada” y por tanto, la participación social en la construcción de la tecnología es para otros autores lo que la define. La capacidad de dominar la transformación tecnológica es el centro de este proceso. (García Urea, 2007; Araya, 2003)
En todo caso, una de las principales preguntas sigue siendo como ubicar a las TIC en el desarrollo. Para ello pensar en las mismas como procesos a desarrollar más que como herramientas a aplicar, puede ser útil. (Cortés y Dubois, 2005) Esta conceptualización ayuda a evitar el determinismo tecnológico y la mitificación de las TIC, además de otorgarles una dimensión dinámica que resalta la capacidad de producción de las personas y su rol activo sobre las mismas.
Creo que la perspectiva más pertinente es visualizar la relación entre TIC y desarrollo como recursiva en la medida que por un lado refleja la brecha digital como una consecuencia de otras brechas de desarrollo pero que a la vez contribuye con ellas. (Gascó; Ezquiza; Acevedo; 2007) Se establece esta retroalimentación negativa entre estas distintas dimensiones del desarrollo. Corresponde preguntarse cuales son las claves para la reversión de este círculo vicioso en un círculo virtuoso.
Esta mirada es muy distinta de cualquier determinismo tecnológico pero también es diferente a un determinismo cultural de la tecnología. Las TIC por su propia existencia o introducción no solucionan problemas sociales, económicos o culturales estructurales, tampoco la solución de estos problemas garantiza un uso con sentido de las TIC para el desarrollo. Igual de cierto es que muchos de los problemas de las sociedades y los seres humanos han encontrado solución gracias a la tecnología, aún cuando ella no fuera creada con esa finalidad. En tal sentido, es que las TIC son parte de la sociedad y lo social y por tanto dependen de lo que las personas y sus organizaciones hagan con ellas, si causarán nuevos problemas desigualdades y amenazas o servirán como oportunidades aprovechadas para el desarrollo.
Políticas Nacionales de TIC y Desarrollo
De acuerdo a lo presentado hasta aquí son necesarias intervenciones y acciones explícitas y con un firme propósito de desarrollo. Las políticas se evidencian como un factor central en términos de la orientación y aprovechamiento de los beneficios de los adelantos tecnológicos para el desarrollo. Se considera que las TIC, en sí mismas no marcan la orientación del desarrollo, sino que más bien su uso debe estar orientado para el desarrollo y las prioridades específicas del mismo en los distintos contextos. En el marco de la elaboración de políticas para la SIC en las que las TIC contribuyan al desarrollo, es que se constata la confrontación entre paradigmas o miradas distintas sobre la SIC, muchas veces implícitas en las disyuntivas de los decisores. Es fundamental, retomar algunas consideraciones acerca de las principales características de estas políticas y de las críticas a las que hasta ahora se han implementado. A partir de esta revisión se podrán considerar nuevas dimensiones o preguntas a tener en cuenta para la definición e implementación de un nuevo tipo de políticas TIC orientadas al desarrollo.
Por políticas TIC se entiende aquí, aquellas políticas orientadas a promover la utilización de las TIC por parte de los distintos actores, instituciones y organizaciones públicas y privadas así como de la población en general. Se centrará el análisis en su pertinencia e interés para los procesos de desarrollo con particular énfasis en las dimensiones sociales del mismo.
Influidos por la visión dominante, muchos debates sobre la orientación y énfasis de las políticas han puesto más énfasis en la dinámica de los mercados, los procedimientos de la gobernanza y regulación de las TIC y los servicios. En este marco se da por supuesto que el beneficio de para los ciudadanos es directo y se trata sólo de brindarles acceso. Sin embargo, como sostiene Mansell, no hay evidencia de que una vez conectados los ciudadanos se empoderen como para llevar adelante la vida con un sentido deseado. Es importante construir una aproximación a las políticas para estos medios de comunicación, que implique la creación de capacidades pues constituyen derechos de los ciudadanos. (Mansell, 2002)
Las estrategias de desarrollo pueden articularse de distinta forma con la SIC y que esto depende de las condiciones de cada país y de las características y la intervención de sus actores e instituciones. (Castells y Himanen, 2003) Las TIC permiten desarrollar nuevas capacidades para alcanzar metas y objetivos con sentido para la vida de las personas, pero estos resultados no son espontáneos o inherentes a ellas. Es necesario instrumentar acciones y políticas que promuevan la utilización de las tecnologías para la ampliación de los derechos y oportunidades para el ejercicio de la libertad y la expansión de las capacidades de las personas. (Gascó, 2007) Son necesarias políticas específicas dirigidas a la facilitar y estimular el aprovechamiento de las TIC y es necesario que estén articuladas con las estrategias para el desarrollo de cada país. Esto implica una evaluación sistemática de las oportunidades de la SIC en el contexto de las prioridades de desarrollo de cada país. (Gurumurthy y Jeet Singh, 2005)
En una revisión de las políticas nacionales de TIC en los países en desarrollo, Currie (S/F) encuentra distintos tipos de iniciativas en base a las cuales realiza una tipología. Sostiene que las primeras experiencias son de los ochenta, pero es recién en los noventa que hay una explosión y consolidación de las mismas. Muchas de estas no están claramente diferenciadas de sector de TIC y de las políticas de telecomunicaciones y en la mayor cantidad de casos no hay una conexión explícita con las metas nacionales de desarrollo. Todas varían en términos de sus objetivos, diseños e implementación, sin embargo encuentra dos diferenciaciones claras:
1) las que conciben a las TIC como un sector productivo y se orientan a fortalecer la industria y pueden estar orientadas a el mercado de exportaciones o al desarrollo de capacidades nacionales y;
2) las que consideran las TIC como habilitadoras de desarrollo socio-económico que a su vez pueden estar orientadas hacia el posicionamiento global o hacia objetivos de desarrollo. Estos tipos de políticas y estrategias no son excluyentes, pero tampoco necesariamente complementarias. Concluye que los estudios de caso realizados, que fundamental que las estrategias nacionales estén explícitamente enfocadas al desarrollo.
Finalmente, resalta la importancia de un marco para el despliegue de las TIC para el desarrollo que priorice las intervenciones en TIC, identifique sinergias, maximice los impactos en el desarrollo y coordine las acciones de todos los actores participantes. (Currie, s/f)
De acuerdo a lo que indican investigaciones recientes, los indicadores de consumo de TIC no dan cuenta de cuanto estas sirven para el desarrollo de las personas y las sociedades. Esto se plantea en el Informe de Desarrollo Humano de Chile cuando se indica que a pesar de la alta penetración de las Tic y un acceso masivo a ellas, el aprovechamiento para la ampliación de las capacidades de las personas y los grupos aún es limitada. Sostiene que es fundamental avanzar hacia una política centrada en las formas, condiciones y sentidos en que se usan las tecnologías y en las capacidades para usarlas provechosamente. (PNUD, 2006, p.11) El acceso universal y la apropiación social del uso efectivo de las TIC, surgen como tan esenciales como la educación y salud pública y por tanto requieren de políticas específicas. Pues de hecho la mayoría de la gente no puede acceder a esto vía el mercado, aún con programas de abaratamiento y de costos. (Afonso, 2006)
Nuevas visiones y perspectivas para las políticas
En los ámbitos de políticas TIC en América Latina se constatan distintas visiones y valores que fundamentan la orientación que deben tener las políticas para la SIC y sobre TIC en particular. Tanto a nivel de los gobiernos como de los distintos actores están los que apuestan primordialmente al mercado como realizador del ingreso de estas sociedades a la SIC mientras otros apelan las tecnologías como motores del proceso. Existe una mirada social compleja que contempla también procesos de poder, económicos y culturales y no considera las políticas una cuestión sólo de TIC. Estas orientaciones tienen fuerte impacto en los fundamentos, de las acciones y de las políticas pues definen el modo de incorporación de las TIC y su articulación con los procesos de desarrollo. Dependiendo del enfoque que predomina en las políticas y sus actores, se priorizarán diferentes tipos de acciones y estrategias. (Rivoir, 2005)
En un enfoque tecnologicista se da prioridad a la infraestructura, la conectividad y esto es primordialmente medido a través de indicadores cuantitativos. En el caso del enfoque de mercado las acciones tenderán a ser delegadas a la dinámica del mismo y quedará en manos de los actores privados – por ejemplo las compañías de telecomunicaciones – la decisión brindar acceso a las TIC. En un enfoque complejo se considerarán factores tales como el nivel educativo, la participación de los distintos actores involucrados y la ciudadanía en general, y se centrará en las transformaciones sociales y mejora de la calidad de vida que la utilización de las TIC pueda generar o potenciar desarrollo. Hasta ahora parecen haber predominado las políticas de conectividad e infraestructura y la preponderancia de indicadores cuantitativos. Se hacen por tanto necesarias las políticas en la SIC para el desarrollo que sean opuestas a la lógica excluyente del mercado y que estén enmarcadas en una estrategia de desarrollo y a partir de actores concretos. (Rivoir, 2005)
De acuerdo al análisis de distintos autores e investigaciones, bajo la influencia de un enfoque tecnologicista, las políticas para la SIC en América Latina, se han dedicado a mejorar la infraestructura y el acceso a las TIC, lo que ha resultado insuficiente para contribuir a los procesos de desarrollo pues sus logros se reducen a crear mercados y consumidores. (Afonso, 2006; Finquelievich, 2003)
En este marco de crítica, han surgido nuevos aportes a partir de investigaciones que dan cuenta de la complejidad de la temática y agregan nuevas dimensiones a ser consideradas por las políticas. El Informe de Desarrollo Humano de Chile 2006, por ejemplo, concluye que cuando las TIC constituyen un fin en sí mismo para las políticas, no se generan necesariamente oportunidades para el desarrollo.
Revela que los usuarios, individuales y colectivos, deben disponer de condiciones objetivas y subjetivas dentro de las que se cuenta la capacidad para definir reflexivamente los fines del uso. Se afirma en el mismo que las TIC deben estar subordinadas a fines explicitados y éticamente legítimos, que guíen su uso concreto. (PNUD, 2006)
Este informe concluye enunciando algunas condiciones para que el uso de las TIC sea beneficioso para el desarrollo en Chile:
● Reconocer las múltiples dimensiones de la brecha digital
● Saber para qué usar las TIC pues estas sirven a propósitos que van más allá de las técnicas y por lo tanto, también requiere que estas sean adaptadas a otros propósitos.
● Promover regulaciones que resguarden los derechos de las personas de los usos nocivos, de la dependencia, la violación de la privacidad o para el control de las personas.
● Utilizarlas para un nuevo relacionamiento en red a través de la digitalización debe buscar mejora la participación y la ciudadanía.
● Enmarcar las TIC en una historia social del desarrollo
El Informe finaliza apelando a la necesidad de situar a la sociedad y a las personas en el centro del cambio tecnológico. (PNUD, 2006, p.211)
En la misma línea que este informe, es la crítica que se realizaba a partir de investigaciones sobre usos de Internet en el continente hace unos años. En ella se desataca predominio de una perspectiva “instrumental” y “técnica”. Se criticaba esta perspectiva limitada pues se sostenía que va en detrimento de su potencial como lenguaje y sistema de representaciones a través del cual los jóvenes y los ciudadanos crean y recrean los relatos, las visiones de sí mismos y la sociedad. Estas formas reduccionistas de visualizar las TIC, van en desmedro de su potencial para desarrollar nuevas relaciones, pedagogías, procesos comunicativos y formas de aprendizaje, pues impide al ciudadano empoderarse y apropiarse de esta herramienta. Es necesario por tanto, visualizar el uso de Internet en el contexto de los cambios culturales, las relaciones de poder y los cambios en los sistemas simbólicos y de circulación de conocimiento. Lo que requiere de nuevos enfoques, metodologías y pedagogías para su uso social. (Bonilla y Cliche, 2001)
Para desarrollar cambios en cuanto a políticas de uso de Internet, destacan Bonilla y Cliche (2001) que son necesarios tres procesos convergentes:
● La construcción de una nueva visión y proyectos que en la práctica promuevan el uso y apropiación de las TIC como formas de integración social, de desarrollo renuevas pedagogías más participativas y horizontales.
● Consolidar el Derecho a la Comunicación y la Cultura y a Internet
● Creación de alianzas estratégicas de actores para el desarrollo social de las TIC.
También Finquelievich (2000) sostenía la necesidad de cumplir con ciertos ejes para que las políticas TIC estén orientadas al desarrollo:
● Políticas y estrategias multistakeholder o multiactorales, y servicios sociales de desarrollo sustentable, social y político.
● Acceso físico y cultural a las TIC.
● Uso aprendizaje sobre TIC con la inclusión de la creación de contenidos propios.
● Apropiación, creación y carreras para la SI.
● Producción y construcción de industrias tecnológicas nacionales y regionales.
● Todos estos atravesados por ejes de inclusión social, de género y minorías.
En esta propuesta se integran distintos elementos que tienen que ver con los usos de las TIC, pero también con elementos de carácter macro o estructurales, sin olvidar las características de los procesos de cambio.
También en el informe del Global Information Society Watch 2007 - GISW (APC, 2007), surgen apreciaciones en base a estudios de caso de veintidós países. Reafirma el estudio, la importancia de brindar el acceso universal a través de las políticas a las TIC porque vía el mercado esto no se logra y se explicitan algunas indicaciones que evidencian la necesidad de la construcción de nuevas políticas TIC para el desarrollo.
Se destaca en el Informe del GISW, que muchos de los países carecen de una visión de las TIC para su futuro. Esto impacta negativamente sobre algunos aspectos que son visualizados como “blandos”, o no tan importantes como los de género, contenidos locales, derechos ciudadanos, o de apoyo a personas con capacidades diferentes. Concluye que es necesario que los gobiernos acepten que las políticas públicas deben brindar las TIC para el desarrollo humano y que esto no constituye un costo, sino que es una inversión esencial.
Por otro lado, el informe subraya la falta de capacidad institucional en los países, que finalmente contribuyen a la falta de visión de futuro. Esto se suma a la falta de capacitación, habilidades y conciencia, se reduce fuertemente la capacidad de actuar. Esto resulta en un pésimo entrono para la elaboración de las políticas de Tic, lo que a su vez deriva en la fragmentación de iniciativas y de las propias políticas. En otros países que existen políticas pero estas no asumen una perspectiva de desarrollo. Finalmente, se señala también que muchos procesos participativos y documentados, acciones y acumulación de aprendizajes, se ven desperdiciados por el cambio de las autoridades de gobierno. Es decir, la sustentabilidad de los procesos interesantes e importantes en términos del desarrollo es un problema adicional.
Estos elementos permiten visualizar las dificultades existentes para la elaboración de políticas TIC orientadas al desarrollo, indicando que aún definidas las estrategias adecuadas no es suficiente. Los procesos también son importantes y por eso las características de las acciones deben ser especialmente atendidas.
Poniendo énfasis en los procesos y las metodologías, otros señalan que no se trata de que exista disponibilidad de servicios y contenidos “para” la población. Los enfoques definidos “desde arriba” reproducen las desigualdades y las brechas. Por tanto, los propios objetos tecnológicos deben ser objetos de intervención por parte de quienes lo utilizan. Araya considera que es necesario “fortalecer el dominio público mediante la creación de bienes colectivos globales que garanticen el acceso universal a la información y la comunicación.”; “fomento de redes y colectivos electrónicos sin fines de lucro que aseguren la producción y circulación abierta, plural y diversa de información pública y contenido relevantes para el desarrollo humano”; promoción de iniciativa de participación “desde” y “hacia” la comunidad que incluyan el uso tradicional e innovador de la comunicación a nivel local”; acciones educativas y de capacitación para el uso y apropiación social que contribuyan a desarrollar nuevos imaginarios tecnológicos y capacidades sociales desde identidades y perspectivas culturales, locales, regionales y nacionales, así como el fomento al desarrollo de tecnologías alternativas. (Araya, 2003, p 4-5)
En suma, si bien se revelan ciertas coincidencias en las críticas a las políticas implementadas en términos de estar ligadas al paradigma dominante, también surgen propuestas respecto de ejes y metodologías a abordar. A nivel discursivo es probable que se encuentren confluencias en torno a objetivos para el desarrollo, y valores considerados dentro de los derechos humanos. No obstante, recomendaciones para el cambio en el diseño y la implementación de las políticas que constituyen elementos para el nuevo paradigma en construcción son el acceso y conectividad; apropiación y uso con sentido y la concepción de bienes comunes y construcción de ciudadanía que implique un control sobre los medios y recursos.
A modo de cierre
Las desigualdades existentes en América Latina son centrales como problemática del desarrollo y también lo son en particular para la temática de las SIC y del uso y aprovechamiento de las Tic. En tal sentido, es que es necesario que las políticas o estrategias nacionales para el uso de TIC tengan explícitamente incorporada la temática del desarrollo. Esto implica que se articulen con el proyecto de desarrollo de la sociedad específica para la que son diseñadas, que respondan a necesidades de la población; que contribuyan con la democratización tendiendo al empoderamiento de las TIC, a la participación social en la concepción y diseño de las acciones y políticas; actuaciones y definiciones conjuntas de distintos actores. Estos aspectos tienen que ver con la capacidad de control, de incidir en la orientación y el sentido de la transformación tecnológica. Los contenidos son en este sentido, también muy importantes y la importancia del respeto a la cultura local.
En este sentido la SIC, puede concebirse como proyecto cuya orientación estará dada por la actitud, creencias, incidencias de los distintos actores y sus intereses, así como por los liderazgos y las negociaciones y consensos en torno a ideas fuerza o estrategias para la acción. Sin embargo, el riesgo actual parece ser la confluencia en los discursos lo que por supuesto no garantiza una implementación de políticas acordes con los mismos. Para ello es necesaria la toma de conciencia por parte de los decisores acerca de la importancia de las TIC para el desarrollo, contar así con la voluntad política, también la capacidad de innovación y que estén explícitamente orientadas al desarrollo. Esto implica que deben estar estratégicamente relacionadas con el proyecto de desarrollo de la sociedad en cuestión así como, a otro nivel, con el desarrollo de capacidades y oportunidades para que las personas puedan aprovechar las mismas para vivir mejor.
De acuerdo a lo analizado se constata una influencia tecnologicista del paradigma dominante en las políticas de tic en América Latina. Estas han tendido a la conectividad, la infraestructura centrándose en el acceso y con baja articulación con la política de desarrollo. En definitiva, esto puede suponer que se basan en la creencia de un camino único hacia la SI, que requiere de ciertas medidas independientes de las realidades socio-económicas y culturales específicas, y que cumplidas estas se construirá la SI a la que están llegando los países desarrollados. Las críticas realizadas a este enfoque y al resultado de las políticas dan cuenta de lo limitante que es este marco para políticas TIC que aporten al desarrollo de los países y de la población, así como a la solución de problemas y desigualdades. De ella surgen ideas constitutivas de un nuevo enfoque.
La importancia de estimular el uso con sentido y la apropiación de las TIC con fines de desarrollo resulta fundamental. La participación social que incluya el involucramiento de múltiples actores, debe conjugarse con abordajes cualitativos en el seguimiento y la evaluación de los procesos y las políticas.
Desde el punto de vista de la implementación surgen algunos elementos interesantes. La importancia de contemplar una complejidad institucional que involucre en forma coordinada a la mayor cantidad de actores posibles. En tanto se trata de una política transversal y que tiene distintos niveles para su implementación requiere de la construcción de formas organizativas, el trabajo en red resulta una propuesta interesante. Contemplar la especificidad de la sociedad en cuestión, el arraigo y la cultura local es otro elemento importante mencionado y que en definitiva confronta las tendencias homogeneizantes, de modelo único. Estas finalmente no generan desarrollo sino que tienden a la fragmentación y aumento de las desigualdades.
Se comienza a configurar un paradigma distinto del hegemónico que visualiza el derecho a las Tic y su visualización como bienes comunes. Estos deben, por tanto ser garantizados por el Estado y sus políticas tal y como lo son la salud o la educación. Son denominadas también como bienes colectivos globales que requerirían de ciertas garantías que las dinámicas de los grandes poderes globales no permiten hoy y que deben ser construidas. La elaboración de estrategias TIC y de políticas específicas parece ineludible, en términos de actuar sobre las fuerzas excluyentes de las dinámicas actuales y a los efectos de que contribuyan al desarrollo.
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Por Ana Rivoir
La reflexión sobre la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) en América Latina y específicamente, la relación entre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el desarrollo, se enmarca en un debate más amplio acerca de los cambios experimentados por las sociedades contemporáneas en el siglo pasado. Los procesos desencadenados, los proyectos de desarrollo en juego, las estrategias y la relación de poder entre los distintos actores en juego, derivan en que se consolida un paradigma que presenta e impulsa a la SIC como una nueva modernización. Consolida supuestos que sustentan teorías y fundamentan visiones acerca de las TIC y su rol en el desarrollo de las personas y las sociedades pues como señala Mattelart: “Las creencias de las que la noción de SI es portadora desencadenan fuerzas simbólicas que impulsan a actuar, a la vez que permiten actuar en un determinado sentido y no en otro.” (Mattelart, 2002, p.12)
Es evidente que las tecnologías de la información y la comunicación abren oportunidades para el desarrollo a través de su utilización. También lo es que su acceso no es igualitario y que se han generado nuevas desigualdades a partir de su existencia. Que sean beneficiosas para el desarrollo no es espontáneo, directo, ni inmediato, sino que se requiere de acciones expresas orientadas a ese fin.
América Latina está transitando un momento histórico de cambios políticos y transformaciones sociales. Las políticas están siendo revisadas y esto constituye un contexto adecuado para la actualización de viejas prácticas y para la innovación. La evidencia de que las políticas para la SIC hasta ahora implementadas, han tenido limitada incidencia en los procesos de desarrollo, es uno de los aspectos centrales a considerar. Se sostiene en este artículo que uno de los motivos de este fracaso es que es que las políticas y acciones implementadas se han inspirado en el paradigma dominante de la sociedad de la información que se orienta por valores y prioridades que no coinciden con las del desarrollo de estas sociedades.
En este artículo se desarrollarán los elementos que componen esta problemática focalizándose el debate sobre las estrategias, así como en algunas sugerencias y conclusiones que se derivan de la incipiente investigación en la temática en América Latina.
Desarrollo en la Sociedad de la Información y el Conocimiento
En el contexto de la SIC se generan nuevas posibilidades de desarrollo y también nuevas desigualdades. Los distintos indicadores dan cuenta de que América Latina está en situación de desventaja en la SIC por la dinámica y estructura del sistema mundial y por los modelos de desarrollo y políticas implementados. De hecho varios autores fundamentan que en los países subdesarrollados las TIC tienden a aumentar la desigualdad pues su impacto sobre la economía es diferente a la de los países desarrollados. Los primeros en innovar obtienen los mejores beneficios, es más barata y fácil la infraestructura en áreas urbanas, los empleos TIC requieren de mano de obra especializada con la que no se cuenta en los países subdesarrollados, como de estructuras de seguridad social que le permitan amortiguar los cambios. (Proenza, 2002)
Los países latinoamericanos tienen muchos problemas en dimensiones trascendentes para el desarrollo en la SIC. Las dificultades en términos de educación, de procesos de construcción de institucionalidad y construcción democrática, dependencia económica, sistema productivo débil, etc. Sin embargo, la importancia de las TIC para el desarrollo es tan importante como en otro momento fue la energía eléctrica. (Castells, 2005; PNUD, 2005; Calderón, 2003) Según Castells la globalización sin industrialización condujo a América Latina a la dependencia. En la medida que haya globalización sin desarrollo informacional o informacionalismo, habrá más exclusión y falta de sustentabilidad económica y ambiental. Sostiene que: “Cuanto más se agota la base de acumulación global de un país determinado, más se concentran los recursos de este países en el pequeño sector globalizado, en la élite política y sus círculos de apoyo, con lo cual se achica su base social y se incrementan las oportunidades de corrupción política.” (Calderón, 2005, p. 343)
Han surgido un sinnúmero de teorías “proféticas” y “apologéticas” que exacerban los beneficios de las TIC y que presentan a la SIC como homogénea, en la cual mediante la extensión de las TIC se disfrutará del bienestar y el desarrollo social. Este discurso es el que se conforma como dominante y justifica un proyecto de desarrollo que expresa una ola modernizadora. Una concepción con fuertes tendencias homogeneizantes, progresivas y lineales de los procesos, e idénticas para todas las sociedades independientemente de su características específicas -ubicación estructura socio-económica, geográfica, cultura, actores, etc. -. Se identifica con el proyecto de desarrollo de los países ricos que legitima la competitividad y la hegemonía mundial de estos en los sectores de punta del desarrollo tecnológico. (Dubois y Cortés, 2005)
Este enfoque tecnológico dominante sostiene que el acceso universal e ilimitado de la información permitirá la construcción de sociedades más justas e igualitarias. Desde esta perspectiva la tecnología puede ser aplicada en cualquier contexto social o histórico y la innovación tecnológica es el motor de cambio social que forma parte de un modelo de progreso y desarrollo universales. Las TIC aparecen en el centro de este modelo tecnocrático, como un modelo de desarrollo universal hegemónico. Algunos de los principios de este paradigma son: las telecomunicaciones benefician a la sociedad y a la economía; las tic mejoran la relación costo –beneficio en el conjunto de la producción social; el desarrollo de las TIC y la universalización del conocimiento mejoran la distribución y el acceso a la información y por lo tanto a los beneficios económicos; su aplicación facilita el cambio social y mejores condiciones de vida. (Cortés y Dubois, 2005)
Si bien este discurso hegemónico tiende a presentar la SIC como modelo único de desarrollo, existen distintas sociedades de la información y el conocimiento. (Muriel, 2005) En el ámbito académico está siendo fuertemente discutida y criticada una visión simplificadora, economicista y reduccionista, debido fundamentalmente a que no se constatan mejoras en la calidad de vida de la población ni contribuciones evidentes al desarrollo.
Tampoco cabe identificar las TIC con las causas y desigualdades existentes que tienen características estructurales. Como sostiene Manuel Castells, si bien las TIC han sido útiles a la reestructuración del sistema capitalista y por tanto, su desarrollo está orientado por la lógica y los intereses del capitalismo avanzado, no deben reducirse a la simple expresión de dichos intereses. (Castells, 2000, p. 43) De hecho, si el desarrollo consiste fundamentalmente en la ampliación progresiva de las capacidades humanas, el conocimiento es una de las principales y las TIC un medio privilegiado para la producción y difusión del mismo. En tal sentido, en la actualidad, las TIC atañen a aspectos esenciales de la vida humana y por lo tanto puede considerarse su uso un derecho. (Accuosto, 2004; Dubois, 2005) Este es uno de los pilares centrales de una mirada distinta sobre las TIC para el desarrollo que fundamenta nuevas políticas y estrategias que serán presentadas más adelante y que conforman el embrión de un nuevo paradigma.
Desigualdades, Inclusión digital y apropiación de las TIC.
Uno de los temas centrales del desarrollo que se ha agudizado en las últimas décadas debido a la aceleración de la innovación y el desarrollo tecnológico, es la desigual apropiación y beneficio de estos avances por parte de las sociedades y personas. Si bien las TIC han facilitado la difusión de los conocimientos, no ha sido suficiente en términos de la posibilidad de su utilización para fines de desarrollo. Capacidades desiguales de partida que impiden su aprovechamiento, intereses económicos y de propiedad, desigualdades sociales y de poder preexistentes, etc. son algunos de los factores estructurales que también definen esta situación en forma tan negativa para el desarrollo. (PNUD, 2001)
Robinson sostiene que las dificultades tienen que ver con algunos elementos de carácter político como la privatización del sector de las telecomunicaciones y las dificultades que esto implica para las decisiones y las estrategias de los países. Por otra parte, los marcos regulatorios refieren a relaciones de poder que no benefician a los más excluidos ni a los procesos de desarrollo y por tanto la mejora de la inclusión digital se estanca. Asimismo, plantea que las élites se incluyen a sí mismas, reconociendo el valor e importancia de Internet pero no el acceso a todos. (Robinson, 2005)
Esto evidencia que los intereses y acciones de los distintos sectores de la sociedad son determinantes para la orientación de las políticas y la expansión de los beneficios de las TIC hacia todos los sectores de la sociedad y para su uso con fines de desarrollo individual y colectivo. En esta misma línea, estudios precursores en el uso de Internet en América Latina, revelan que la extensión del uso de esta nueva tecnología beneficia a grupos específicos, élites nacionales y regionales, y que por tanto la primera problemática que plantea es la equidad. Es necesario que Internet sea explotada como instrumento para generar intercambio de conocimientos en beneficio de la mayoría de la población. (Bonilla y Cliche, 2001)
Esta distribución y uso desigual de las TIC ha motivado el desarrollo de estudios y se ha acuñado el concepto de “brecha digital”. La acepción clásica del término se remite a indicadores de acceso y conectividad, para marcar la distancia entre los que poseen TIC y los que no lo hacen y los que acceden o no a Internet. Este se aplica entre países o al interior de las sociedades – nacionales o ciudades -. Por lo general, los indicadores han sido cuantitativos y refieren a posesión o consumo de TIC. Se ha demostrado que este tipo de medición y perspectiva no alcanza para completar una visión para el desarrollo. Se plantea así, la necesidad de unir el acceso con la apropiación, de conocimiento y uso de las TIC e Internet en particular. Se comienza a concebir, en esta acepción, como un concepto inseparable de la idea de desarrollo, resultando más adecuado no sólo disminuir las brechas de conectividad, sino de aumentar las oportunidades de aprovechamiento y uso por parte de los individuos y las comunidades. (Cuadra, 2003)
A partir de un estudio realizado en Perú, Barrantes señala que existen tres tipos de causas para lo que denomina “pobreza digital” que equivaldría a carencia de bienes y servicios basados en TIC. En primer lugar la falta de acceso o conectividad que sería la brecha digital clásica. Un segundo elemento la falta de demanda de TIC debido a problemas de ingresos y por último la falta de necesidad o capacidad de las mismas que estaría relacionado a la edad o literalidad inadecuada. Por tanto, cada una de estas requerirá de políticas y acciones específicas. (Barrantes, 2005) Se trata en definitiva de elementos específicos de las TIC, que si bien están relacionados a otras desigualdades socio-económicas no son idénticos.
De hecho, si bien en algunos lugares se ha reducido mucho la barrera de acceso, la brecha o inclusión digital está aún lejos de resolverse. Para avanzar en ese sentido es necesario que los contenidos se adapten a las “necesidades reales” de las personas. Desde esta perspectiva la evolución de la brecha digital pasaría por tres momentos relacionados a la difusión y adopción de tecnologías. En un primer momento la brecha de acceso sería la fundamental. En un segundo momento esta se superaría y se pasaría a la brecha de uso. Finalmente, también esta sería superada y la brecha primordial sería la relacionada a la calidad del uso. (Fernández, 2004) Estos tres momentos, señalan un aspecto fundamental que tiene que ver con la adopción de las tecnologías y que muchas veces es olvidado. En todo, caso este proceso no asume la misma velocidad para distintos grupos sociales a la vez que está estrechamente vinculados sus tiempos a las medidas que se tomen para superar las distintas brechas.
En estos avances respecto de la complejización del concepto de brecha digital, otra investigación señala que esta está compuesta por tres dimensiones: la brecha del acceso material, las diferencias de uso por razones subjetivas y las limitaciones derivadas de las jerarquías sociales en que se reconocen los usuarios.
Este Informe de Desarrollo Humano de Chile 2006, pone especial énfasis en los aspectos subjetivos y sicológicos, desde un abordaje cualitativo. Describe esta dimensión de la brecha como la desigual capacidad individual para usar provechosamente las TIC que se deriva de las orientaciones y percepciones personales y culturales. Obviamente, estas no son voluntariamente elegidas por los individuos, sino que forman parte de su experiencia biográfica y el medio cultural en el que están insertos. Se sostiene que: “Poder entender lo que sucede en el entorno local y el mundo, percibir que se es capaz de realizar los proyectos que cada uno se propone, así como advertir que la trayectoria de vida depende de las decisiones personales, son factores claves a la hora de un uso efectivo de las TIC. De hecho, mientras menores capacidades subjetivas las TIC son vistas con mayor recelo y desconfianza”. (PNUD, 2006 p. 201) Estos hallazgos evidencia la profundidad de las transformaciones necesarias para realmente lograr un uso provechoso para las personas y para el desarrollo. Fundamentalmente, se trata de una tarea inicial de sensibilización en torno a estas tecnologías y que las personas logren percibirlas a su alcance independientemente de su condición – edad, historia, nivel cultural, social o económico, lugar de residencia, etc.-.
Reconceptualizada esta “brecha digital” entonces, no se refiere sólo a los aspectos de acceso e infraestructura tecnológica sino que remite a una cantidad más amplia de dimensiones. Esta estrechamente relacionada con la redistribución de los beneficios del desarrollo de las TIC y con aumentar las capacidades de las personas para apropiarse de los mismos. Como resultado de esta revisión, esta desigualdad característica y específica de la SIC, está atravesada por un debate acerca de su denominación, su delimitación, sus contenidos y formas de medirla que da cuenta de los paradigmas sobre la SIC.
En un sentido más complejo, e intentando incluir otras dimensiones, se considera la importancia de las bases sociales de estas desigualdades y por tanto la necesidad de enmarcar las acciones y políticas con perspectivas multidimensionales y atendiendo a las desigualdades sociales preexistentes – sobretodo socio-económica- (Mística, 2003) Se pasa a denominar como políticas de “inclusión digital”, que implican dar prioridad a la apropiación de las TIC, a atender las necesidades de las comunidades y a hacer hincapié en la generación de contenidos, conocimientos y capacidades de las personas para su uso. (Gómez, Delgadillo y Stoll, 2003; Mística, 2003) Se comienza a avanzar en hipótesis en cuanto a las características que debe tener este uso para que contribuya al desarrollo individual y colectivo.
En le mismo sentido, un estudio reciente sobre la SI en Catalunya considera el uso de Internet como un indicador de cambio cultural, mental y organizativo en la sociedad más que como un elemento de difusión tecnológica. Concluye que no es tan trascendente cuánta gente utiliza Internet, sino porque y para qué lo utilizan. (Castells, et al, 2007) Esto pondría en cuestión la perspectiva de las etapas, pues es conceptual también desde un inicio pensar la apropiación y los usos y en perspectiva del desarrollo.
En base a investigaciones sobre Internet y uso de TIC se comienzan a especificarlos y a avanzar en su utilización más allá del acceso. El uso con – sentido es definido como, el uso efectivo de recursos de Internet y su combinación con otras herramientas de comunicación. Implica conocer las herramientas, saber cuándo y cuales usar, en función de determinados objetivos individuales o colectivos. Cuando se tiene estrategias de uso, se sabe para qué se quiere utilizar la tecnología y se genera el uso con – sentido. Este se encuentra, condicionado por la capacidad y posibilidad de producir contenidos propios y de acceder a información y conocimiento útil y en el propio idioma. (Camacho, 2001)
El proceso de apropiación social se consolida cuando se logra la transformación social por medio de las TIC, cuando su uso produce cambios en el mundo real. Una persona, grupo o país se habrá apropiado de Internet, cuando puede preguntarse que problema desea resolver; luego tenga los recursos y conocimientos necesarios para responder como puede Internet ayudarlo con ello y; posteriormente hacer un uso efectivo de la tecnología y lograr la solución del problema planteado. (Martínez, 2001) La apropiación social de las TIC, también es definida por otros autores como democratización del conocimiento en contraste con la “apropiación privada” y por tanto, la participación social en la construcción de la tecnología es para otros autores lo que la define. La capacidad de dominar la transformación tecnológica es el centro de este proceso. (García Urea, 2007; Araya, 2003)
En todo caso, una de las principales preguntas sigue siendo como ubicar a las TIC en el desarrollo. Para ello pensar en las mismas como procesos a desarrollar más que como herramientas a aplicar, puede ser útil. (Cortés y Dubois, 2005) Esta conceptualización ayuda a evitar el determinismo tecnológico y la mitificación de las TIC, además de otorgarles una dimensión dinámica que resalta la capacidad de producción de las personas y su rol activo sobre las mismas.
Creo que la perspectiva más pertinente es visualizar la relación entre TIC y desarrollo como recursiva en la medida que por un lado refleja la brecha digital como una consecuencia de otras brechas de desarrollo pero que a la vez contribuye con ellas. (Gascó; Ezquiza; Acevedo; 2007) Se establece esta retroalimentación negativa entre estas distintas dimensiones del desarrollo. Corresponde preguntarse cuales son las claves para la reversión de este círculo vicioso en un círculo virtuoso.
Esta mirada es muy distinta de cualquier determinismo tecnológico pero también es diferente a un determinismo cultural de la tecnología. Las TIC por su propia existencia o introducción no solucionan problemas sociales, económicos o culturales estructurales, tampoco la solución de estos problemas garantiza un uso con sentido de las TIC para el desarrollo. Igual de cierto es que muchos de los problemas de las sociedades y los seres humanos han encontrado solución gracias a la tecnología, aún cuando ella no fuera creada con esa finalidad. En tal sentido, es que las TIC son parte de la sociedad y lo social y por tanto dependen de lo que las personas y sus organizaciones hagan con ellas, si causarán nuevos problemas desigualdades y amenazas o servirán como oportunidades aprovechadas para el desarrollo.
Políticas Nacionales de TIC y Desarrollo
De acuerdo a lo presentado hasta aquí son necesarias intervenciones y acciones explícitas y con un firme propósito de desarrollo. Las políticas se evidencian como un factor central en términos de la orientación y aprovechamiento de los beneficios de los adelantos tecnológicos para el desarrollo. Se considera que las TIC, en sí mismas no marcan la orientación del desarrollo, sino que más bien su uso debe estar orientado para el desarrollo y las prioridades específicas del mismo en los distintos contextos. En el marco de la elaboración de políticas para la SIC en las que las TIC contribuyan al desarrollo, es que se constata la confrontación entre paradigmas o miradas distintas sobre la SIC, muchas veces implícitas en las disyuntivas de los decisores. Es fundamental, retomar algunas consideraciones acerca de las principales características de estas políticas y de las críticas a las que hasta ahora se han implementado. A partir de esta revisión se podrán considerar nuevas dimensiones o preguntas a tener en cuenta para la definición e implementación de un nuevo tipo de políticas TIC orientadas al desarrollo.
Por políticas TIC se entiende aquí, aquellas políticas orientadas a promover la utilización de las TIC por parte de los distintos actores, instituciones y organizaciones públicas y privadas así como de la población en general. Se centrará el análisis en su pertinencia e interés para los procesos de desarrollo con particular énfasis en las dimensiones sociales del mismo.
Influidos por la visión dominante, muchos debates sobre la orientación y énfasis de las políticas han puesto más énfasis en la dinámica de los mercados, los procedimientos de la gobernanza y regulación de las TIC y los servicios. En este marco se da por supuesto que el beneficio de para los ciudadanos es directo y se trata sólo de brindarles acceso. Sin embargo, como sostiene Mansell, no hay evidencia de que una vez conectados los ciudadanos se empoderen como para llevar adelante la vida con un sentido deseado. Es importante construir una aproximación a las políticas para estos medios de comunicación, que implique la creación de capacidades pues constituyen derechos de los ciudadanos. (Mansell, 2002)
Las estrategias de desarrollo pueden articularse de distinta forma con la SIC y que esto depende de las condiciones de cada país y de las características y la intervención de sus actores e instituciones. (Castells y Himanen, 2003) Las TIC permiten desarrollar nuevas capacidades para alcanzar metas y objetivos con sentido para la vida de las personas, pero estos resultados no son espontáneos o inherentes a ellas. Es necesario instrumentar acciones y políticas que promuevan la utilización de las tecnologías para la ampliación de los derechos y oportunidades para el ejercicio de la libertad y la expansión de las capacidades de las personas. (Gascó, 2007) Son necesarias políticas específicas dirigidas a la facilitar y estimular el aprovechamiento de las TIC y es necesario que estén articuladas con las estrategias para el desarrollo de cada país. Esto implica una evaluación sistemática de las oportunidades de la SIC en el contexto de las prioridades de desarrollo de cada país. (Gurumurthy y Jeet Singh, 2005)
En una revisión de las políticas nacionales de TIC en los países en desarrollo, Currie (S/F) encuentra distintos tipos de iniciativas en base a las cuales realiza una tipología. Sostiene que las primeras experiencias son de los ochenta, pero es recién en los noventa que hay una explosión y consolidación de las mismas. Muchas de estas no están claramente diferenciadas de sector de TIC y de las políticas de telecomunicaciones y en la mayor cantidad de casos no hay una conexión explícita con las metas nacionales de desarrollo. Todas varían en términos de sus objetivos, diseños e implementación, sin embargo encuentra dos diferenciaciones claras:
1) las que conciben a las TIC como un sector productivo y se orientan a fortalecer la industria y pueden estar orientadas a el mercado de exportaciones o al desarrollo de capacidades nacionales y;
2) las que consideran las TIC como habilitadoras de desarrollo socio-económico que a su vez pueden estar orientadas hacia el posicionamiento global o hacia objetivos de desarrollo. Estos tipos de políticas y estrategias no son excluyentes, pero tampoco necesariamente complementarias. Concluye que los estudios de caso realizados, que fundamental que las estrategias nacionales estén explícitamente enfocadas al desarrollo.
Finalmente, resalta la importancia de un marco para el despliegue de las TIC para el desarrollo que priorice las intervenciones en TIC, identifique sinergias, maximice los impactos en el desarrollo y coordine las acciones de todos los actores participantes. (Currie, s/f)
De acuerdo a lo que indican investigaciones recientes, los indicadores de consumo de TIC no dan cuenta de cuanto estas sirven para el desarrollo de las personas y las sociedades. Esto se plantea en el Informe de Desarrollo Humano de Chile cuando se indica que a pesar de la alta penetración de las Tic y un acceso masivo a ellas, el aprovechamiento para la ampliación de las capacidades de las personas y los grupos aún es limitada. Sostiene que es fundamental avanzar hacia una política centrada en las formas, condiciones y sentidos en que se usan las tecnologías y en las capacidades para usarlas provechosamente. (PNUD, 2006, p.11) El acceso universal y la apropiación social del uso efectivo de las TIC, surgen como tan esenciales como la educación y salud pública y por tanto requieren de políticas específicas. Pues de hecho la mayoría de la gente no puede acceder a esto vía el mercado, aún con programas de abaratamiento y de costos. (Afonso, 2006)
Nuevas visiones y perspectivas para las políticas
En los ámbitos de políticas TIC en América Latina se constatan distintas visiones y valores que fundamentan la orientación que deben tener las políticas para la SIC y sobre TIC en particular. Tanto a nivel de los gobiernos como de los distintos actores están los que apuestan primordialmente al mercado como realizador del ingreso de estas sociedades a la SIC mientras otros apelan las tecnologías como motores del proceso. Existe una mirada social compleja que contempla también procesos de poder, económicos y culturales y no considera las políticas una cuestión sólo de TIC. Estas orientaciones tienen fuerte impacto en los fundamentos, de las acciones y de las políticas pues definen el modo de incorporación de las TIC y su articulación con los procesos de desarrollo. Dependiendo del enfoque que predomina en las políticas y sus actores, se priorizarán diferentes tipos de acciones y estrategias. (Rivoir, 2005)
En un enfoque tecnologicista se da prioridad a la infraestructura, la conectividad y esto es primordialmente medido a través de indicadores cuantitativos. En el caso del enfoque de mercado las acciones tenderán a ser delegadas a la dinámica del mismo y quedará en manos de los actores privados – por ejemplo las compañías de telecomunicaciones – la decisión brindar acceso a las TIC. En un enfoque complejo se considerarán factores tales como el nivel educativo, la participación de los distintos actores involucrados y la ciudadanía en general, y se centrará en las transformaciones sociales y mejora de la calidad de vida que la utilización de las TIC pueda generar o potenciar desarrollo. Hasta ahora parecen haber predominado las políticas de conectividad e infraestructura y la preponderancia de indicadores cuantitativos. Se hacen por tanto necesarias las políticas en la SIC para el desarrollo que sean opuestas a la lógica excluyente del mercado y que estén enmarcadas en una estrategia de desarrollo y a partir de actores concretos. (Rivoir, 2005)
De acuerdo al análisis de distintos autores e investigaciones, bajo la influencia de un enfoque tecnologicista, las políticas para la SIC en América Latina, se han dedicado a mejorar la infraestructura y el acceso a las TIC, lo que ha resultado insuficiente para contribuir a los procesos de desarrollo pues sus logros se reducen a crear mercados y consumidores. (Afonso, 2006; Finquelievich, 2003)
En este marco de crítica, han surgido nuevos aportes a partir de investigaciones que dan cuenta de la complejidad de la temática y agregan nuevas dimensiones a ser consideradas por las políticas. El Informe de Desarrollo Humano de Chile 2006, por ejemplo, concluye que cuando las TIC constituyen un fin en sí mismo para las políticas, no se generan necesariamente oportunidades para el desarrollo.
Revela que los usuarios, individuales y colectivos, deben disponer de condiciones objetivas y subjetivas dentro de las que se cuenta la capacidad para definir reflexivamente los fines del uso. Se afirma en el mismo que las TIC deben estar subordinadas a fines explicitados y éticamente legítimos, que guíen su uso concreto. (PNUD, 2006)
Este informe concluye enunciando algunas condiciones para que el uso de las TIC sea beneficioso para el desarrollo en Chile:
● Reconocer las múltiples dimensiones de la brecha digital
● Saber para qué usar las TIC pues estas sirven a propósitos que van más allá de las técnicas y por lo tanto, también requiere que estas sean adaptadas a otros propósitos.
● Promover regulaciones que resguarden los derechos de las personas de los usos nocivos, de la dependencia, la violación de la privacidad o para el control de las personas.
● Utilizarlas para un nuevo relacionamiento en red a través de la digitalización debe buscar mejora la participación y la ciudadanía.
● Enmarcar las TIC en una historia social del desarrollo
El Informe finaliza apelando a la necesidad de situar a la sociedad y a las personas en el centro del cambio tecnológico. (PNUD, 2006, p.211)
En la misma línea que este informe, es la crítica que se realizaba a partir de investigaciones sobre usos de Internet en el continente hace unos años. En ella se desataca predominio de una perspectiva “instrumental” y “técnica”. Se criticaba esta perspectiva limitada pues se sostenía que va en detrimento de su potencial como lenguaje y sistema de representaciones a través del cual los jóvenes y los ciudadanos crean y recrean los relatos, las visiones de sí mismos y la sociedad. Estas formas reduccionistas de visualizar las TIC, van en desmedro de su potencial para desarrollar nuevas relaciones, pedagogías, procesos comunicativos y formas de aprendizaje, pues impide al ciudadano empoderarse y apropiarse de esta herramienta. Es necesario por tanto, visualizar el uso de Internet en el contexto de los cambios culturales, las relaciones de poder y los cambios en los sistemas simbólicos y de circulación de conocimiento. Lo que requiere de nuevos enfoques, metodologías y pedagogías para su uso social. (Bonilla y Cliche, 2001)
Para desarrollar cambios en cuanto a políticas de uso de Internet, destacan Bonilla y Cliche (2001) que son necesarios tres procesos convergentes:
● La construcción de una nueva visión y proyectos que en la práctica promuevan el uso y apropiación de las TIC como formas de integración social, de desarrollo renuevas pedagogías más participativas y horizontales.
● Consolidar el Derecho a la Comunicación y la Cultura y a Internet
● Creación de alianzas estratégicas de actores para el desarrollo social de las TIC.
También Finquelievich (2000) sostenía la necesidad de cumplir con ciertos ejes para que las políticas TIC estén orientadas al desarrollo:
● Políticas y estrategias multistakeholder o multiactorales, y servicios sociales de desarrollo sustentable, social y político.
● Acceso físico y cultural a las TIC.
● Uso aprendizaje sobre TIC con la inclusión de la creación de contenidos propios.
● Apropiación, creación y carreras para la SI.
● Producción y construcción de industrias tecnológicas nacionales y regionales.
● Todos estos atravesados por ejes de inclusión social, de género y minorías.
En esta propuesta se integran distintos elementos que tienen que ver con los usos de las TIC, pero también con elementos de carácter macro o estructurales, sin olvidar las características de los procesos de cambio.
También en el informe del Global Information Society Watch 2007 - GISW (APC, 2007), surgen apreciaciones en base a estudios de caso de veintidós países. Reafirma el estudio, la importancia de brindar el acceso universal a través de las políticas a las TIC porque vía el mercado esto no se logra y se explicitan algunas indicaciones que evidencian la necesidad de la construcción de nuevas políticas TIC para el desarrollo.
Se destaca en el Informe del GISW, que muchos de los países carecen de una visión de las TIC para su futuro. Esto impacta negativamente sobre algunos aspectos que son visualizados como “blandos”, o no tan importantes como los de género, contenidos locales, derechos ciudadanos, o de apoyo a personas con capacidades diferentes. Concluye que es necesario que los gobiernos acepten que las políticas públicas deben brindar las TIC para el desarrollo humano y que esto no constituye un costo, sino que es una inversión esencial.
Por otro lado, el informe subraya la falta de capacidad institucional en los países, que finalmente contribuyen a la falta de visión de futuro. Esto se suma a la falta de capacitación, habilidades y conciencia, se reduce fuertemente la capacidad de actuar. Esto resulta en un pésimo entrono para la elaboración de las políticas de Tic, lo que a su vez deriva en la fragmentación de iniciativas y de las propias políticas. En otros países que existen políticas pero estas no asumen una perspectiva de desarrollo. Finalmente, se señala también que muchos procesos participativos y documentados, acciones y acumulación de aprendizajes, se ven desperdiciados por el cambio de las autoridades de gobierno. Es decir, la sustentabilidad de los procesos interesantes e importantes en términos del desarrollo es un problema adicional.
Estos elementos permiten visualizar las dificultades existentes para la elaboración de políticas TIC orientadas al desarrollo, indicando que aún definidas las estrategias adecuadas no es suficiente. Los procesos también son importantes y por eso las características de las acciones deben ser especialmente atendidas.
Poniendo énfasis en los procesos y las metodologías, otros señalan que no se trata de que exista disponibilidad de servicios y contenidos “para” la población. Los enfoques definidos “desde arriba” reproducen las desigualdades y las brechas. Por tanto, los propios objetos tecnológicos deben ser objetos de intervención por parte de quienes lo utilizan. Araya considera que es necesario “fortalecer el dominio público mediante la creación de bienes colectivos globales que garanticen el acceso universal a la información y la comunicación.”; “fomento de redes y colectivos electrónicos sin fines de lucro que aseguren la producción y circulación abierta, plural y diversa de información pública y contenido relevantes para el desarrollo humano”; promoción de iniciativa de participación “desde” y “hacia” la comunidad que incluyan el uso tradicional e innovador de la comunicación a nivel local”; acciones educativas y de capacitación para el uso y apropiación social que contribuyan a desarrollar nuevos imaginarios tecnológicos y capacidades sociales desde identidades y perspectivas culturales, locales, regionales y nacionales, así como el fomento al desarrollo de tecnologías alternativas. (Araya, 2003, p 4-5)
En suma, si bien se revelan ciertas coincidencias en las críticas a las políticas implementadas en términos de estar ligadas al paradigma dominante, también surgen propuestas respecto de ejes y metodologías a abordar. A nivel discursivo es probable que se encuentren confluencias en torno a objetivos para el desarrollo, y valores considerados dentro de los derechos humanos. No obstante, recomendaciones para el cambio en el diseño y la implementación de las políticas que constituyen elementos para el nuevo paradigma en construcción son el acceso y conectividad; apropiación y uso con sentido y la concepción de bienes comunes y construcción de ciudadanía que implique un control sobre los medios y recursos.
A modo de cierre
Las desigualdades existentes en América Latina son centrales como problemática del desarrollo y también lo son en particular para la temática de las SIC y del uso y aprovechamiento de las Tic. En tal sentido, es que es necesario que las políticas o estrategias nacionales para el uso de TIC tengan explícitamente incorporada la temática del desarrollo. Esto implica que se articulen con el proyecto de desarrollo de la sociedad específica para la que son diseñadas, que respondan a necesidades de la población; que contribuyan con la democratización tendiendo al empoderamiento de las TIC, a la participación social en la concepción y diseño de las acciones y políticas; actuaciones y definiciones conjuntas de distintos actores. Estos aspectos tienen que ver con la capacidad de control, de incidir en la orientación y el sentido de la transformación tecnológica. Los contenidos son en este sentido, también muy importantes y la importancia del respeto a la cultura local.
En este sentido la SIC, puede concebirse como proyecto cuya orientación estará dada por la actitud, creencias, incidencias de los distintos actores y sus intereses, así como por los liderazgos y las negociaciones y consensos en torno a ideas fuerza o estrategias para la acción. Sin embargo, el riesgo actual parece ser la confluencia en los discursos lo que por supuesto no garantiza una implementación de políticas acordes con los mismos. Para ello es necesaria la toma de conciencia por parte de los decisores acerca de la importancia de las TIC para el desarrollo, contar así con la voluntad política, también la capacidad de innovación y que estén explícitamente orientadas al desarrollo. Esto implica que deben estar estratégicamente relacionadas con el proyecto de desarrollo de la sociedad en cuestión así como, a otro nivel, con el desarrollo de capacidades y oportunidades para que las personas puedan aprovechar las mismas para vivir mejor.
De acuerdo a lo analizado se constata una influencia tecnologicista del paradigma dominante en las políticas de tic en América Latina. Estas han tendido a la conectividad, la infraestructura centrándose en el acceso y con baja articulación con la política de desarrollo. En definitiva, esto puede suponer que se basan en la creencia de un camino único hacia la SI, que requiere de ciertas medidas independientes de las realidades socio-económicas y culturales específicas, y que cumplidas estas se construirá la SI a la que están llegando los países desarrollados. Las críticas realizadas a este enfoque y al resultado de las políticas dan cuenta de lo limitante que es este marco para políticas TIC que aporten al desarrollo de los países y de la población, así como a la solución de problemas y desigualdades. De ella surgen ideas constitutivas de un nuevo enfoque.
La importancia de estimular el uso con sentido y la apropiación de las TIC con fines de desarrollo resulta fundamental. La participación social que incluya el involucramiento de múltiples actores, debe conjugarse con abordajes cualitativos en el seguimiento y la evaluación de los procesos y las políticas.
Desde el punto de vista de la implementación surgen algunos elementos interesantes. La importancia de contemplar una complejidad institucional que involucre en forma coordinada a la mayor cantidad de actores posibles. En tanto se trata de una política transversal y que tiene distintos niveles para su implementación requiere de la construcción de formas organizativas, el trabajo en red resulta una propuesta interesante. Contemplar la especificidad de la sociedad en cuestión, el arraigo y la cultura local es otro elemento importante mencionado y que en definitiva confronta las tendencias homogeneizantes, de modelo único. Estas finalmente no generan desarrollo sino que tienden a la fragmentación y aumento de las desigualdades.
Se comienza a configurar un paradigma distinto del hegemónico que visualiza el derecho a las Tic y su visualización como bienes comunes. Estos deben, por tanto ser garantizados por el Estado y sus políticas tal y como lo son la salud o la educación. Son denominadas también como bienes colectivos globales que requerirían de ciertas garantías que las dinámicas de los grandes poderes globales no permiten hoy y que deben ser construidas. La elaboración de estrategias TIC y de políticas específicas parece ineludible, en términos de actuar sobre las fuerzas excluyentes de las dinámicas actuales y a los efectos de que contribuyan al desarrollo.
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